Pompeyo Márquez y T. Petkoff cumplieron. ¿Le toca ahora el turno a Américo Martín?
1) Pompeyo Márquez, Teodoro Petkoff y Américo Martín son los tres
mosqueteros de la izquierda -la verdadera, no necesariamente la buena,
ni la mala- la marxista. Hay quienes no son marxistas pero se
auto-ubican en la izquierda. Soy de los que prefieren hablar de marxismo
y no marxismo, porque la nomenclatura de izquierda acoge toda una gama
que compite con las heladerías de los más variados sabores oportunistas,
al gusto de la nena del frente.
2) Los tres mosqueteros siempre han sido consistentes en sus ubicaciones
y en sus reubicaciones en el campo político, porque nunca han perdido el
horizonte apuntado por sus convicciones marxistas.
3) Es del caso recordar que Arias Cardenas creo la apariencia de haberse
desprendido del lote de Chávez cuando se lanzó a la palestra con la
máscara de candidato opositor. Eso fue planeado. Habrá mucha gente que
se sentirá defraudada. Pero la culpa es propia, por no haber sabido
percibir. Sin embargo, eso no libera de culpa a Arias Cardenas, a los
ojos de los defraudados. Éstos lo verán con desprecio, pero el chavismo
lo seguirá amamantando con su mejor leche porque el nunca dejo de ser de
la casa.
4) Armas, en el momento en que el pudo -según otros, también defraudados
al abrir los ojos- quitarle la mayoría parlamentaria al chavismo, se
enfermo y además supo actuar a favor de Chávez en la CD,
especialmente al hacer demorar el RR hasta que Lula llegará al poder
para que interfiriera a favor de Chávez, como lo hizo (lo que se
reveló en las primeras horas cuando el CNE dio el triunfo del RR
respaldado por el denominado observador-embajador de Brasil), entre
otras cosas.
5) Miquelena, una vez conocido el escándalo con la empresa de seguros,
se escabullo y hay quienes creen que es de oposición a Chávez. También
hay quienes ya empiezan a creer que el vice Rangel también es
antichavez. Hay otros.
6) No querer aceptar el reposicionamiento es como no querer aceptar los
escritos de Luis Brito, que no pueden ser sino lo que son, lo mismo que
los de Laureano Márquez. A propósito, podría haber habido un mejor
disfraz, pero el caso es que el régimen ha creado la apariencia de
castigo contra Tal Cual y L. Márquez creyendo que puede tapar la luz de
un bombillo con el dedo meñique. La verdad es que no hay ofensa si se
actúa de manera consistente con firmes convicciones. Por ejemplo, quien
actúa como quinta columna en favor de una causa no puede ser castigado
como traidor por el enemigo. Eso no tiene sentido. Si bien nadie debe
ser castigado por haber sido quinta columna, si debe serlo por actos
criminales, obviamente. Pero solo por esto. No por haber actuado
disfrazado como quinta columna. Pero este no es el lugar para dar razones
morales y jurídicas en respaldo de esta aserción.
7) Pompeyo Márquez cumplio su papel en la CD. No es del caso repetir
todo lo que esta hizo en favor del regimen. T. Petkoff tambien supo
cumplir su papel en la reeleccion en pro del regimen.
8) No es del caso seguir en esta letanía de apariencias antirégimen. El
punto concreto que hay que resaltar es que quienes respaldan al régimen
-por convicción, como los tres mosqueteros- están en su derecho y si hay
quienes se sienten defraudados porque han creído algo distinto por no
haber sabido interpretar lo que estos muy hábiles personajes han hecho y
dicho en favor del régimen, pues eso no es problema de estos. Pero que
quede también claro, que aunque estos estén en favor del REGIMEN porque
es afín, porque es el tipo de régimen que puede servir mejor a la luz
del marxismo, eso no quiere decir que ellos acepten lo que cada dia
hace el CHAVISMO. Los tres mosqueteros pudieron haber hecho un gobierno
diferente, lleno de aciertos, sin las barbaridades del chavismo. Por
esto, no hubiera habido -ni debiera haber- inconveniente en aceptar a
los mosqueteros como personas convenientes en el ejercicio del poder en
Venezuela. Pero probablemente ya Pompeyo Márquez y Petkoff no
participarán en otra ronda electoral. Ahora le toca el turno a Américo
Martín. Pero no como candidato, aparentemente. Acaba de ser instalado
como una de las columnas de Rosales. Lamentablemente es asi. ¿Otro
reposicionamiento en favor del régimen? (no necesariamente en favor de
Chávez). En todo caso soy totalmente incrédulo en cuanto a los chances
de Rosales. Pero es muy temprano todavía, especialmente en cuanto al
papel de Américo Martín, que francamente merece un destino distinto y al
descubierto. No me gustan los artículos largos. Ya habrá tiempo de
volver sobre estos asuntos.