Policia socialista
¡Qué sabio es El Líder!
Cada día lo admiro más, su comprensión, su cognición, su sapiencia, es innata, inmanente, no es fruto de la ignorancia porque nació aprendido y es poco lo que pueda no saber al dedillo, lo que escape a su bárbara inteligencia.
Resulta y pasa que la delincuencia es un hecho cultural de capitalista origen, en fin, que la avaricia, la concupiscencia, el incesto, la lujuria, los celos, la codicia, el egoísmo, la mezquindad, la envidia, la rivalidad, el narcisismo, la violación, el pique, la ratería, la calumnia, el engaño, el adulterio, el robo, el asesinato, el ajuste de cuentas, la venganza, la promiscuidad, la prostitución, la pederastia, el abuso sexual, la sodomía, el desfalco, el desquite, la malversación, la corrupción, el fraude, la simulación, el timo, la trata de blancas, los ballet rosados, la perversión, el vicio, los juegos de envite y de azar, la vagancia, el vagabundeo, la añagaza y la emboscada, y pare UD. de contar son simple fruto de las concepciones de Adan Smith y David Ricardo, que la historia de la humanidad desde sus más remotos orígenes lo que conoció fue un estado de dicha edénica, que los testamentos son apócrifos y el tal Cristo un farsante que predicó contra lo ilusorio e inexistente.
Nada entonces más pertinente y adecuado, al decir del Omnisciente, que la creación de una POLICIA SOCIALISTA, señera, única y ejemplar en el mundo, que no matraquee sino insinúe, que no eche gas del bueno sino perfume francés, que esté atenta al paso de niños y ancianos, que no porte rolo ni revólver, en fin, que entienda que está para ayudar a sus semejantes, y no para despojarlos de su dignidad y pertenencias.
Para que todo esto sea posible será necesario, of course, un profundo, largo, intenso y dirigido cambio cultural para transmutar las mentalidades y conductas de policías y delincuentes, o viceversa que en nuestro caso viene a ser lo mismo, en esta pervertida pero necesaria etapa del proceso de cambio revolucionario.
Estamos plenamente seguros del éxito de la original propuesta, aunque dudamos que al momento de contar definitivamente con la incomparable e inédita Policía Socialista, permanezca vivo algún súbdito bolivariano para demandar los celestiales y gloriosos servicios de esos tombos de ensueño de mi Comandante, El Sabío.