Plomo en el ala
Agua y más agua ha pasado y sigue pasando bajo el puente del proceso político venezolano, enmarcado este último en una supuesta revolución e intento de implantación de un régimen que cada día concentra más poder, monopoliza el espacio público, irrespeta cauces, lapsos, canales, derechos y la propia Constitución de 1999. la piedra de toque o la singularidad de Venezuela estriba en que no somos una republiquita aislada, y si bien es cierto, el presidente ha copado la escena a niveles nunca antes vistos, como consecuencia del deterioro de nuestros resortes y entramado institucional , no es menos cierto que esta década ha servido para lograr una mayor concientización de nuestros ciudadanos y del papel de nuestro voto.
De al manera que querer seguir forzando la barra y llevando al país por los caminos de la incertidumbre, la intolerancia, y el establecimiento de un régimen con claros rasgos autoritarios (concentración y ejercicio arbitrario del poder) y rasgos totalitarios (exacerbación radical de la persona adoptando un culto a la personalidad un carácter cuasi religioso queriendo establecer un control del Estado y de la sociedad) conforma una experiencia que contradice la tendencia mundial de avance de la ciudadanía, los derechos humanos, las libertades y los derechos justamente en estos días donde se cumplen sesenta años de la Declaración Universal de Los Derechos Humamos de la ONU.
Por tanto toda actitud, procedimiento o conducta que atente contra las libertades o quiera imponer o promover un orden que retroceda o menoscabe derechos y espacios ciudadanos y democráticos fracasará. Hugo Chávez Frías llegó por la vía electoral y democrática al poder hace diez años, en condiciones de indiferencia y despolitización de importantes sectores de la vida nacional hoy el propio presidente ha logrado un proceso de politización que es lo que explica una mayor disposición de los venezolanos a intervenir y participar, incluso en condiciones desiguales en los procesos electorales, y los venezolanos hemos logrado con una trabajo sostenido y un esfuerzo titánico detener la ofensiva autoritaria primero el 2 de diciembre de 2007, luego el pasado 23 de noviembre de 2008 y al parecer nos tocara nuevamente con nuestro voto parar un enmienda constitucional que lo único que persigue es una tercera presidencia y la eterización del poder en manos de Chávez.
La enmienda constitucional tiene plomo en el ala, como igual tendrá la situación económica que nos afectara a todos. No hay que ser docto en las ciencias económicas y estocásticas para determinar o inferir los errores reiterados en relación a las medidas económicas y el equipo limitado de colaboradores, ministros y técnicos del gabinete económico que no sólo no ha podido controlar la inflación siendo la nuestra la más alta de América Latina , como si fuera poco el desempleo golpea, nuestro aparato productivo esta casi destruido y nuestra dependencia de las importaciones es altísima, con una caída sostenida del barril del crudo, además de manifestar síntomas de una económica estancada, no competitiva y enferma. En fin, el presidente optó por forzar la vía e imponer su último capricho, como es iniciar otra campaña que conduzca a la reelección, acabando de salir de un proceso electoral y en plenas festividades navideñas, que sepa el presidente que en medio del pan de jamón, las hallacas y el ponche crema reafirmaremos nuestra condición como alternativa democrática que se expresara en un rotundo no en fecha que determine el CNE.
Por lo pronto, todos sin excepción entendamos que el país frente a la malversación de recursos, la corrupción y el despilfarro, requerirá un esfuerzo y trabajo de todos sus sectores, con Chávez o sin Chávez, lamentablemente las medidas no tomadas a tiempo y los errores del gabinete económico serán pagados por todos los venezolanos en el año 2009 y 2010. Apostamos a la paz, la cordura, el esfuerzo y el trabajo creador como senderos posibles para el país y los venezolanos en el 2009.
(*) Profesor de la Universidad de Los Andes
