Píntala Tricolor
Para Venezuela que sufre bajo la barbarie de la bota roja, representada por guerrillas y milicias, el antídoto es que cada uno de sus hijos, libres de resentimientos y odios, agarre brocha y pote de pintura y devolvamos al país el tricolor histórico.
La tarea es sencilla. Sólo requerimos convertirnos en adalides de nuestras creencias como pueblo y dedicarnos a difundirlas a los cuatro vientos, en todos los rincones del país sin desperdiciar las oportunidades que se ofrezcan: en ciudades y pueblos, barrios y urbanizaciones, escuelas y universidades, fábricas y oficinas, plazas y parques, instituciones públicas y ministerios, iglesias y templos, espectáculos públicos así como en medios de comunicación libres.
El momento es ya pues no hay mañana. Cual cruzada libertaria todos los ciudadanos sin excepción, independiente de su posición económica, raza, credo o preferencia política estamos obligados a poner nuestra parte. Frente a las armas y bombas de los violentos, la decisión de luchar por la libertad, la democracia, la convivencia ciudadana y la soberanía nacional. Ante los insultos, amenazas y bravuconadas insistir con nuestra verdad, firmes, de pie, con la fortaleza de las convicciones.
Los ejemplos sobran, la lucha de los pueblos a través de la historia ha sabido derrotar legiones armadas y regímenes autoritarios. Los pueblos democráticos vencieron a los regímenes totalitarios en la Segunda Guerra Mundial, derrotaron al comunismo y derribaron su muro de Berlín, actualmente vencen al terrorismo en sus diversas manifestaciones.
En nuestro país también sobran ejemplos; desde la lucha de la generación del 28 contra las dictaduras, pasando por las acciones contra el decreto 1011 y la movilización multitudinaria que logró la renuncia de Chávez en el 2002, hasta la batalla estudiantil que derrotó sus pretensiones autoritarias en el 2007. Renovemos ese espíritu de lucha por el tricolor venezolano.