Perucho está desencantado
Perucho, un venezolano como muchos, me dijo el sábado 14 “No lo niego, yo voté por Chávez, era una esperanza, yo pensaba que era el hombre que iba a cambiar esto para bien, pero la verdad es que estoy desencantado, tenemos un gobierno incompetente que no ha resuelto los problemas que creíamos que iba a resolver, y hoy estamos en medio de una gran inseguridad cuando creíamos que por ser militar iba a acabar con ella, pero ha sucedido lo contrario, hay muerte por todas partes, huecos en las calles, apagones, falta de agua, la comida escasea y cada día está mas cara, definitivamente señor estoy decepcionado”… Y no solo soy yo. También mi familia lo está, así me dijo Perucho, “figúrese usted, yo tengo 80 años, soy coriano, me vine para Cabimas hace cuarenta años y desde ese momento empecé a convertir mis sueños en realidad, construí mi casa en este terreno, levanté también mi familia, siempre con la idea de mejorar, pero ellos, al igual que yo, hoy nos sentimos defraudados porque no vemos avances, no percibimos desarrollos, solo escuchamos promesas, gritos, confrontaciones e invitaciones a guerras”… Comprobando lo dicho por Perucho. Al lado de donde conversábamos, dos personas comenzaron a discutir, se dijeron frases muy duras, y pude enterarme que eran dos hermanos, ambos eran chavistas, pero uno había decidido no continuar apoyando el proceso y dijo que no iba a votar un carrizo en las elecciones del domingo 15 para elegir a los delegados al Congreso Extraordinario del PSUV, y el otro muy molesto le dijo varias cosas que no se le debe decir a una persona y mucho menos a un hermano… Del dicho al hecho hay poco trecho. Salí del lugar ubicado en la carretera “H” y pude comprobar, en esa misma vía, lo esgrimido por Perucho en cuanto a los huecos en las calles de Cabimas, pues esquivaba uno y caía en otro, y cuando lograba sortear los huecos me encontraba encima de algún “policía acostado” y me propuse recorrer buena parte del municipio para constatar lo que me había dicho Perucho y pude comprobar que en Cabimas solamente cuatro vías están en buen estado: La Carnevalli, La Hollywood, La Cumaná y La Intercomunal, las demás se las dejo a la imaginación o sufrimiento de los usuarios y al Alcalde para su constatación y reparación… Antes de mi regreso a Maracaibo. Llegué a un sitio a comer una arepa cabimera, ¿Y saben qué? Se fue la luz. Y me dije, es parte del racionamiento. Salí rumbo a Maracaibo y me encontré con la oscurana, los huecos y la inseguridad de la entrada o salida de Cabimas por Monte Pío y sentí una bronca por no decir la palabra correcta, y me propuse recordarlo y pedirle una vez mas a los alcaldes de Cabimas y de Santa Rita (tiene territorio de ambos municipios) para que se pongan de acuerdo y con ayuda de la Gobernación construyan una entrada (o salida) digna de Cabimas; seguro estoy que Dios y los habitantes de esos municipios se los reconocerá… Ya en Maracaibo. El día lunes 16 mientras asistía, por casualidad, a la inauguración de la moderna Sala de Emergencia del hospital Chiquinquirá por parte del gobernador Pablo Pérez, pude apreciar que los que estaban allí valoraban esa acción constructiva y una señora con acento cachaco señaló que eso era lo que había que hacer en vez de buscar una guerra con Colombia como hacen otros. Y entonces les comenté a algunos de los señores presentes acerca de la decepción de Perucho, y me pude enterar que Heberto, William, Ebraim, Enrique, Nelly, Luís, Juanita, quienes también habían votado y puesto la confianza en Chávez estaban sintiendo lo mismo que Perucho…