Perspectivas electorales y políticas del 2012
El 2012 se presenta como el año de la confrontación, quizás definitiva, entre un régimen totalitario que pretenderá completar 20 años en el poder y unas fuerzas democráticas que procurarán impedirlo. La oposición tendrá una oportunidad de oro, pero no hay lugar para el triunfalismo, sino para el trabajo inteligente y unitario, ya que el camino hacia la victoria estará lleno de obstáculos colocados por el ventajismo oficial.
A nadie debe sorprender que este año el partido de gobierno utilice, con mayor obscenidad y descaro, el peso del Estado para intentar ganar los comicios presidenciales. Todas las instituciones secuestradas por el Poder Ejecutivo, seguramente se alinearán en favor del continuismo, por lo tanto, el rescate del país necesitará del compromiso y la participación, no solo de los políticos de oposición, sino de todos los ciudadanos con conciencia democrática. Únicamente la conformación de un gran movimiento social podrá vencer a la pretensión totalitaria.
Punto clave
La presencia en masa de los simpatizantes de la alternativa democrática en las calles del país, será un punto clave para lograr la victoria el próximo 7 de octubre. Todos los venezolanos que estamos convencidos de la imperiosa necesidad de un cambio de gobierno, debemos asistir con optimismo y alegría a las distintas convocatorias que se realicen desde la Mesa de la Unidad. El mensaje de millones de decididos ciudadanos movilizados, le debe llegar claramente a los que procuran seguir destruyendo al país y perpetuarse en el poder.
Las primarias del 12 de febrero, las cuales nacieron como consecuencia del clamor ciudadano, constituirán un gigantesco impulso para el candidato presidencial de la alternativa democrática. Por ello es importante que ese hombre o mujer que resulte ganador o ganadora, lo haga con la legitimación de la mayor cantidad de sufragios posible. Todos los que nos oponemos al continuismo debemos colaborar desde nuestros respectivos espacios de acción para alcanzar esta meta. Para lograr una gran convocatoria, es imprescindible motivar la participación de aquellos que todavía se muestran apáticos o indiferentes.
Sobre las primarias van a estar posados los ojos del continente y del mundo. Prestigiosos observadores internacionales seguramente serán invitados de honor en estas trascendentales elecciones. Innumerables medios de comunicación de todo el orbe van a transmitir en vivo y directo estos comicios. La repercusión interna y externa va a ser inmensa. Los altos burócratas en el poder le temen al éxito de lo que sin duda será una esplendorosa fiesta democrática.
Cambio sustancial
Una vez que la elección del 12 de febrero cumpla con su función principal, es decir, la determinación de un único candidato presidencial de la oposición, el escenario político cambiará sustancialmente. Quien resulte victorioso en las primarias tendrá que convocar al resto de los precandidatos y al país entero, a la conformación de un gran bloque de unidad nacional en favor del cambio democrático que rompa con el continuismo gubernamental. Los candidatos que ganen las primarias en los municipios y estados, seguramente serán designados jefes de campaña en sus respectivos espacios regionales. Todos los demócratas de Venezuela estaremos unidos por la conquista de un mismo fin: vencer por la vía electoral al peor gobernante de nuestra historia republicana.
La oposición representa hoy una consolidada opción de poder. Desde hace varios meses la Mesa de la Unidad viene trabajando con diversos equipos técnicos, conformados por cientos de profesionales de reconocida trayectoria, en la elaboración de los Lineamientos del Programa de Gobierno del candidato unitario, los cuales contienen soluciones concretas a los principales problemas de Venezuela. Todos los aspirantes presidenciales están comprometidos con el cumplimiento de estos objetivos. La alternativa democrática cuenta con un completo proyecto país que contrastará con el desastre de gestión de los últimos trece años.
Evaluación negativa
La totalidad de las encuestas señalan que la evaluación del desempeño gubernamental es marcadamente negativa en la opinión pública. Los venezolanos perciben que el gobierno ha sido ineficiente en áreas fundamentales como seguridad ciudadana, garantía del abastecimiento de alimentos, creación de empleos, salud, educación, construcción de viviendas, alto costo de la vida, infraestructura del país y servicios públicos, entre otros. Esta realidad tratará de ser contrarrestada por el gigantesco aparato propagandístico oficial y la demagogia del discurso presidencial, pero después de 13 años de incompetencia será difícil seguir engañando al pueblo.
Este año el gobierno aumentará de manera significativa el gasto público, con la finalidad de tratar de reactivar la economía e intentar crear una sensación de bienestar en el país, algo que resultará cuesta arriba después de un largo período de continua destrucción del aparato productivo nacional. En los próximos meses una mayor masa monetaria estará persiguiendo bienes cada vez más escasos, lo que inevitablemente producirá una inflación muy superior a la del 2011.
En este año electoral habrá que poner mucha atención sobre el desabastecimiento, ya que históricamente representa un factor que influye negativamente en la intención de voto. En la actualidad, gran parte de los bienes esenciales no se consiguen en los anaqueles de los mercados, por lo tanto, es muy probable que durante el 2012 aumenten aun más las importaciones oficiales de alimentos. También es posible que la Ley de Costos no sea aplicada con toda rigurosidad, ya que el gobierno sabe que acentuar la persecución en contra de los empresarios privados incrementaría la escasez.
¿Abstención?
En estos meses que restan para la elección presidencial, no faltarán los esfuerzos del oficialismo por incentivar la abstención de los factores democráticos. Los discursos y acciones que provengan del CNE, pueden constituir políticas principales de esta oscura estrategia. Habrá que estar atentos, ya que nadie debe caer en este tipo de ardid. La decisión tiene que ser clara: acudir masivamente a las urnas electorales y defender con determinación la voluntad popular. Los resultados recientes han demostrado que, con testigos en todas las mesas de votación, no hay posibilidad alguna de fraude.
La desesperación del oficialismo puede provocar que continúen intensificándose los ataques en contra de los medios de comunicación independientes. La plena libertad de expresión siempre ha sido un obstáculo para los gobiernos que pretenden someter a los pueblos.
La entrada del 2012 toma a la oposición en el mejor momento para lograr la victoria en las presidenciales. La opción del cambio representa hoy al país de la esperanza y el progreso. Con la decidida participación y voluntad ciudadana, este año lograremos la ansiada reconciliación nacional y el rescate de la plena democracia en Venezuela.