Peligro 1
Los pastores de la iglesia católica tocaron las campanas de alarma en cuanto advirtieron la presencia del marxismo, socialismo, comunismo, catalogándolo de falsa filosofía. Peligro. Con y sin excesos, los cuales no vienen, en este momento, al caso. El Papa Pío VI anuncio que el pueblo seria llevado a la ruina, a la miseria por esas ideas comunistas. Los Papas Pío VII y León XII condenaron enérgicamente las sectas y advirtieron otra vez a la sociedad del peligro que les amenazaba. El Papa Pío IX en alocuciones, en encíclicas dadas a los Obispos de todo el orbe, contra los intentos de las sectas, y señaladamente contra la peste del socialismo, comunismo, marxismo. ¿Hoy se oyen y atienden las campanas de alarma tocadas por la Iglesia Venezolana?
Pero el poder civil, quien tenia a su cargo el cuidado del bien común, y quien, en cierta forma dependía de los ciudadanos, en donde también anidan hombres malvados, capaces de temores y amenazas, miró siempre a la Iglesia con suspicacia, no comprendiendo que los conatos de las sectas serían vanos si la doctrina de la Iglesia católica y la autoridad de los Romanos Pontífices hubiese contado siempre con en el debido respeto y respaldo, tanto de la autoridad civil como de los pueblos. “Porque la Iglesia de Dios vivo, que es columna y fundamento de la verdad, enseña aquellas doctrinas y preceptos con que se atiende de modo conveniente al bienestar y vida tranquila de la sociedad y se arranca de raíz la planta siniestra del socialismo, comunismo, marxismo”. ¿Cómo trata el régimen socialista, comunista de la única voz a la Iglesia, a sus pastores y a los creyentes?
¿Esta “voz” y sus “verdugos voluntarios” abusan del Evangelio? ¿Engañan a los incautos? ¿Adaptan el Evangelio a su conveniencia e intenciones? ¿Cuál es la diferencia entre sus dogmas y la doctrina de Cristo? ¿Si el socialismo, comunismo, practica la iniquidad como puede pregonar y practicar la justicia? ¿Cómo pueden comparar la luz con las tinieblas? Pregonan la igualdad entre los hombres y ante las leyes sancionadas únicamente por ellos. Solo sus leyes son validas. Niegan la ley divina. Niegan a Dios. Según el mismo Dios todos los hombres serán llamados ante el y cada uno juzgado por la misma ley y obtendrá, según sus meritos, castigo o recompensa. La desigualdad del derecho y del poder se deriva del mismo Autor de la naturaleza, del cual toma su nombre toda paternidad en el cielo y en la tierra. “Dad al cesar lo que es del cesar y a dios lo que es de dios”. Todos necesarios entre sí y solícitos del bien común. “El buen ciudadano es aquel que no puede tolerar en su patria un poder que pretende hacerse superior a las leyes, Cicerón”. Busque puesto. Alístese. Muévase. Defienda su fe.