¡PDVSA cada vez más roja rojita!
Los venezolanos no podemos olvidar el día en que el Iluminado de Sabaneta rebajó a la nación a la categoría de “república bananera”, cuando pito en mano y a la vista del mundo entero, gracias a la globalización de las comunicaciones, botó a más de 22.000 trabajadores de PDVSA. Su desplante y la burla que significaba para los venezolanos, al menos para los venezolanos conscientes, era propia de un dictadorzuelo bananero de los que retrata Hollywood en sus comedias. Tan ignorante como Idi Amín pero con una gruesa chequera. Y fue en ese momento cuando, como en el tango, comenzó PDVSA su rodada cuesta abajo.
PDVSA pasó a ser coto de caza abierto para satisfacer la voracidad de los cacos de la boliburguesía y la caja grande del Iluminado y sus allegados. El pitazo del Iluminado fue como el del árbitro de futbol para que el juego comience. La diferencia es que no se trataba de un juego, sino que el pitazo decretaba el comienzo del asalto y la destrucción sistemática de la principal industria nacional. Decretó la improvisación, la politización y la incompetencia como bases de la nueva cultura corporativa de PDVSA. Y la corrupción como su estándar moral.
Y el Iluminado le puso la tapa al frasco cuando nombró a Rafael Ramírez ministro y presidente de PDVSA. Un personajillo sin brillo particular pero con desplantes y conductas muy particulares que seguramente son compartidas por el comandante-presidente. Ramírez en su afán de satisfacer a su amo y en un esfuerzo para ganarse el título del más zalamero de la banda, en un discurso histérico y apasionado, tanto que se le iban los gallos aun cuando trataba de darle fuerza y virilidad a su vocecita, en su media lengua aulló: ¡PDVSA es doja dojita! y no pierde oportunidad para repetirlo para sobarle el ego al Iluminado. El logotipo de PDVSA cambió de azul a rojo y todo el personal obligado a vestir de rojo.
Pero hay que reconocerle al Iluminado y a su ministro “dojo dojito” que no le han mentido a los venezolanos porque efectivamente PDVSA es roja rojita, gracias ellos y a la banda que los acompaña. Si estimados amigos, PDVSA ES HOY, MAS QUE NUNCA, ROJA ROJITA.
Hoy todo en PDVSA es rojo rojito. Rojas rojitas son las llamas de cada incendio en las refinerías de PDVSA. Rojos rojitos son los resplandores que produce cada una las ya cotidianas explosiones. Rojas rojitas las muertes en sus instalaciones. Rojas rojitas son las quemaduras sufridas por el personal en cada una de esas ocasiones. Roja rojita es la sangre que han derramado centenares de trabajadores de PDVSA por la incompetencia, la ignorancia y la corrupción de quienes están al frente de la empresa, comenzando por el mismo Iluminado. Y rojos rojitos son también los balances y las cuentas de PDVSA.
Los fallecidos en Amuay, hasta esta hora, son 39 y 26 muertos en Yare, es decir, en una semana la incompetencia y la estulticia del régimen han producido directamente 65 muertos que se suman a los centenares que diariamente son asesinados por el hampa impune producto también de su incompetencia y de su indiferencia ante la muerte de centenares de venezolanos día a día. Es un régimen maldito que dejará como legado corrupción, destrucción y muerte.
Y por supuesto, ante la tragedia, el Iluminado no aparece por ninguna parte. Como siempre que tiene que darles la cara a los venezolanos. Seguramente estará escondido en el Museo Militar o debajo la cama en Fuerte Tiuna o muy probablemente en La Habana en el regazo de Fidel Castro.
La tragedia de Amuay parece ser el patético acto final de la PDVSA roja rojita. Acto que pareciera resultado del despecho y la deseperación que produce en estos malandros el inicio del fin la era vergonzosa de la república bananera y ladrona del Iluminado. Se cierra con un broche de destrucción, muerte y dolor para miles de familias venezolanas. Ha sido la inevitable consecuencia de la ignorancia, la incompetencia, la indolencia y la irresponsabilidad elevadas a la enésima potencia.
El camino está abierto para pasar de república bananera compradora de espejitos chinos a una república seria, moderna con la vista puesta en el futuro. Espero que los venezolanos, aplastantemente, ayudemos con nuestro voto primero y después con nuestra acción y nuestro apoyo solidario a nuestro nuevo presidente en la colosal tarea de levantar un país en ruinas. Es tarea de todos.
