Patrioterismo “antigringo” irresponsable
Los recientes desplantes “antigringos” de Chavez recuerdan la retórica del Perón radical de los años ’40 del siglo pasado y las bravuconadas de Noriega. Chavez es una peculiar mezcla del militarismo neofascista del argentino, el patrioterismo tercermundista del panameño y el populismo marxistoide de Mugabe, el sátrapa de Zimbabwue, todo esto aderezado con aspiraciones de castrismo y una pizca del “payasismo” de Bucaram.
Chavez al tocar la tecla nacionalista trata de ganarse unos puntos entre los sectores que, confundidos por los simplismos de la teoría de la dependencia y el mito de Ariel y Calibán, todavía creen que la pobreza de América Latina se debe al imperialismo norteamericano. Esta buena gente debería preguntarse porqué Corea del Sur y Taiwan, entre otros, en el mismo sistema internacional, pudieron pasar de un subdesarrollo inferior al latinoamericano en 1960 al actual “status” de potencias industriales.
Pero el objetivo más inmediato de Chavez es vincular a la OEA y al Centro Carter con el gobierno Bush, para desprestigiar la credibilidad de los observadores de las dos organizaciones, en vista de la evidente maniobra de desconocimiento de las firmas de la oposición, que se está gestando en el CNE. Esto se hizo evidente cuando J.V. Rangel atacó al subsecretario de Estado adjunto norteamericano DeShazo por apoyar la gestión de la OEA y del Centro Carter y exigió que Gaviria desmintiese públicamente su supuesta subordinación a la política de los Estados Unidos. De ahí viene también la propuesta de ampliar la observación internacional con otras instituciones.
Obviamente, la irresponsabilidad de deteriorar profundamente nuestras relaciones con nuestro principal socio comercial es pavorosa, contradiciendo por cierto al recién estrenado Canciller Perez, que, en sus primeras declaraciones, hace una muy “cursi” apertura hacia los Estados Unidos, hablando de “rencillas de enamorados”. El gobierno al atacar personalmente a Bush, calcula acertadamente que el riesgo de una reacción contundente, por ahora, es muy bajo, tomando en cuenta la preocupación prioritaria por Iraq, las limitaciones de la campaña electoral y el caos en Haití, el primer Estado fracasado de América, y su emergente crisis humanitaria con el consiguiente probable éxodo de balseros hacia la Florida. Chavez está apostando a la victoria de los demócratas en noviembre, sin saber que el asesor en política exterior de Kerry es el halcón anticomunista Brzezinski.