Opinión Nacional

Papel del Estado- Tres reglas para tres tareas

Existe consenso entre los venezolanos inteligentes y con sentido común que la razón de ser del Estado radica en TRES TAREAS que debe cumplir.

La primera tarea es servir a los venezolanos de tal forma que todos puedan realizar sus aspiraciones y potencialidades para trabajar y así poder alcanzar la felicidad.

La segunda tarea es servir a los venezolanos de tal forma que los más afortunados biológica y genéticamente, así como los más afortunados económica, política y socialmente, no monopolicen las oportunidades de alcanzar la felicidad, evitando que los menos afortunados las aprovechen tambien.

La tercera tarea es servir a los venezolanos evitando convertirse en obstruccionista a los dos primeros objetivos, por escuchar las propuestas que puedan hacer algunos ciudadanos que crean tener brillantes ideas y luego actuar sin antes hacer las consultas necesarias con los afectados.

Para que el Estado pueda cumplir cabalmente con sus tres principales tareas, los mismos venezolanos inteligentes y con sentido común consideran que debe seguir TRES REGLAS.

La primera regla es asegurar que sus acciones beneficien al mayor número posible de venezolanos y en especial que el gasto público beneficie a los más pobres y menos afortunados para que puedan ir alcanzando e igualandose a los más afortunados en un lapso de tiempo razonable.

La segunda regla es asegurar que el financiamiento del gasto público provenga de todos los venezolanos que esten en condiciones de contribuir con parte del fruto de su trabajo (o su herencia si es del caso), especialmente de los venezolanos que tengan grandes acumulaciones simplemente por su condición de afortunados, y asegurando que cada quien contribuya según sus posibilidades para que cada quien reciba según sus necesidades.

La tercera regla es plasmar en la Constitución normas destinadas a evitar, pero tambien castigar, tanto al Estado busador, deshonesto y corrupto, especialmente a su Jefe y colaboradores más cercanos, como tambien a los ciudadanos que lo lleven a esa situacion de conducta mediante propuestas tendientes a crear condiciones favorables para beneficio exclusivo de los venezolanos afortunados.

Podemos dar VARIOS EJEMPLOS de estas condiciones que deben ser evitadas y sus proponentes y seguidores castigados.

Primer ejemplo — proponer establecer un Estado moderno imitando los que funcionan en paises “modernos”, sin aclarar con especificaciones detalladas lo que signifca tal propuesta y no saber si es aplicable a nuestro pais, pero insinuando además que se trata de un Estado que define y defiende los derechos de propiedad en un pais donde la gran mayoria no tiene propiedad que definir ni defender, con lo cual saldrían beneficiados los pocos afortunados que sí son propietarios.

Segundo ejemplo — proponer establecer un Estado “moderno” limitado, reducido en tamaño y en esfera de acción, impidiendole lograr las tres tareas anunciadas arriba, mediante el cumplimiento de las reglas también establecidas arriba. En este caso, los castigos deben ser proporcionales al tamaño y peso del afortunamiento de cada ciudadano culpable, obligandolo a ‘adelgazar’ mediante la entrega a la comunidad de parte de lo que lo ha hecho afortunado (especialmente su riqueza infortunada) y castigandolo con impuestos y otras cargas físicas y financieras. El castigo debería ser conmensurable con el mal causado, pudiendo incluso obligarlo a servir a la comunidad en algún puesto publico con baja remuneración pero alta responsabilidad.

Tercer ejemplo — proponer un “flat tax”, que es la forma más regresiva y proclive para crear afortunados en paises como el nuestro, con una gran mayoria de desafortunados imposibilitados de ahorrar porque no les alcanza lo que ganan ni para comer bien, y una gran minoria de afortunados con riquezas excesivas producto de sus condiciones privilegiadas de afortunados. Un cuarto ejemplo podría constituirse sustituyendo el ‘flat tax’ por un IVA inflado, como el que se discute actualmente.

Propongo un gran debate nacional, con la debida representación de venezolanos afortunados y desafortunados, dirigida por la célebre Asamblea Nacional, para la cabal constatación de ideas y propuestas, con su sesgo natural favorable a los desafortunados. Para dirigir el debate y arbitrar las disputas, lo razonable sería proponer a Cordiplan, cuando operaba como oficina de planficiación, pero esta opción ya no es válida por ser un misterio lo que hace como Ministerio. Además, en las actuales circunstancias, lo más razonable es proponer al Presidente Chávez (pero sin posibilidad ninguna de intervenir en el debate), por ser el aspirante a ser afortunado más visible en los medios de comunicación del pais y por su constante abuso de su condición de aspirante.

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