Palabra de moda, Arrugar
Sin lugar a dudas la próxima novela de ese gran escritor Mario Vargas Llosa se titulará “El Arrugado de Barinitas”.
¿Por qué? – Veamos:
Arrugar según el Diccionario de sinónimos y antónimos de Espasa-Calpe 2005 significa rebujar, arrebujar, emburujar, engurruñar, plegar, replegar, encoger, estriar, fruncir, desplanchar, chafar, envejecer, ajar, marchitar, magullar, desanimarse, acobardarse…
Por otra parte, Arrugarse es definido como, rebujar, arrebujar, emburujar, engurruñar, plegar, replegar, encoger, estriar, fruncir, desplanchar, chafar, envejecer, ajar, marchitar, magullar desanimarse, acobardarse
Arrugado significa rugoso, ajado, marchito, magullado, chafado, achuchado, chuchurrío, acartonado, apergaminado, seco, contraído, arrebujado, estrujado, encarrujado, estriado, avejentado, fruncido, escarolado, plegado, remangado, rizado.
¿Cómo podría comenzar esta novela? – ¿A lo Pantaleón y las Visistadoras? – ¿Cómo Historia de Mayta? – ¿La guerra del fin del mundo? – Cómo La Ciudad y los Perros?, en fin, como la novelística de Vargas Llosa es tan amplia, tan oportuna en sus personajes, con muchos milicos de por medio y, conste, como dice el Chavo del Ocho, Vargas Llosa sí sabe de milicos pues él fue uno de ellos.
Me imagino que la novela comenzaría con (…) caminaba erguido por la calle Bolívar de Barinitas, quien rebujando y emburujando las replegadas piedras de la calle, con las estrías correspondientes al último temblor que ya fue prohibido por mil años, para que la tierra se frunciera y no se desplanchara más para que el Arrugadito que pisaba la calle no siguiera sufriendo su inmensa cobardía que le desanimaba al oír su propia voz en Aló Presidente, presintiendo seco y contraído como un cuero viejo que ya se estaba chafando por sus propios improperios y por no poder entender las sabias palabras de los sabios, ajándose los oídos malparidos del rizo rizado del zambo avejentado encarrujado dentro de sus baúles de billetes que ya nada valen.
Así, pasan los días Cedicianos, pletóricos de palabras bien dichas, bien pronunciadas, semióticas hasta el infinito y el Arrugadito decide no enfrentárseles a los dioses de la academia y de la inteligencia. Pensó, prefiero arrugar antes que me “cachen” que soy bruto de capirote. Total, que ahora me bauticen como el arrugadito no es nuevo. Arrugué en mi décimo salto de paracaidista y salté sólo por la patada en el culo que me dio el maldito sargento Pérez. ¡Ah! Pero me vengué; apenas llegué a Miraflores lo hice saltar yo de una patada fuera del Ejército; ¿qué se creyó el bigotudo aquel al dejarme en ridículo y más encima decirme que yo había arrugado?
Luego arrugué en el asalto de Palacio, el cual no pude ver desde debajo de la cama allá en el Museo Militar. También allí me acusaron de haber arrugado. Y, el 11 de abril también arrugué y lloré en los hombros de los curas y pedí perdón por mi prepotencia. Gracias a Dios Fidel me mandó a planchar y me quitó algunas arrugas. Total el marxismo-leninismo-fideliano da para todo y no faltan quienes se lo creen aunque yo, realmente no entiendo nada de esa vaina. Como dijera mi ex Ministro del Interior (uno de tantos) ¿Marxismo? Y eso, ¿con qué se come? Si en verdad como me lo dijera el finado Che Ceresole había que creer en Heidegger pues él muy sabiamente dijo que los pueblos para ser grandes debían seguir al Jefe y que no importaba cuantos caían en el camino…