Otra vez, el contraataque
1. Tal y como lo anunciamos, el comandante aunque perdiera en las elecciones regionales explotaría una “victoria”. La fórmula castrense que escogió para hacerlo, el contraataque, es arriesgada pero piensa que no tiene más opciones.
Hace un par de meses escribimos: “No tenemos ninguna duda, el oficialismo, sean cuales sean los resultados, va a explotar la victoria, aunque salga golpeado y menguado. Por ello, todos y cada uno de los sectores que se oponen al proyecto de Hugo Chávez deben estar listos para explotar la segura victoria que se conseguirá en las próximas elecciones de gobernadores y alcaldes, independientemente de la dimensión del triunfo. Chávez explotará la victoria y arremeterá sin contemplaciones”.
Desde entonces preveíamos este contraataque que hasta el presente se manifiesta en perseguir y encarcelar a quienes se le opongan, en los ataques a personalidades y medios de comunicación adversos a las pretensiones hegemónicas chavistas, en las arremetidas a dirigentes de la oposición, en las acometidas en contra de los disidentes al chavismo, en el desconocimiento de las nuevas autoridades electas fuera del oficialismo, en la activación del odio social y la lucha de clases, y en plantear una arbitraria enmienda constitucional pro-reelección, entre otras operaciones. Así Chávez experimenta tomar la ofensiva y demostrarse fuerte ante sus seguidores, a la vez de intentar amilanar a sus adversarios.
2. El comandante sabe que sufrió pérdidas significativas en las dos pasadas elecciones. Perdió territorio, espacios geográficos y políticos importantes. Sin embargo, lo considera una derrota táctica y cree que obtuvo un triunfo estratégico porque de acuerdo a su óptica, ahora el proyecto asume mayor control de la base social por el número de alcaldías que conserva, lo cual significa un “aceitado” aparato político. Para el, su maquinaria está ilesa, en su mejor momento y con líderes populares renovados. Su jefatura “creció” al derrotar al “chavismo interno”, mermando el poder de los líderes socialistas que pudieran reemplazarlo: Aristóbulo (líder civil más importante) y Diosdado y Jesse Chacón (líderes civiles y militares). Por otra parte, derrota a la disidencia interna: Podemos, Chavismo sin Chávez, PPT y Partido Comunista.
3. La realidad es otra: Objetivamente, Chávez ha perdido en las dos últimas elecciones. Si bien es cierto que mantiene niveles substanciales de apoyo, no ha logrado levantar cabeza y su soporte tenderá a seguir disminuyendo. De ello está consciente el comandante e intuye que es ahora o nunca en cuanto a reelección se refiere. La crisis económica, la división en las filas oficialistas que se acentuará, el conflicto social que emergerá de las persecuciones, cacerías de brujas y del no dejar gobernar a las nuevas autoridades electas de oposición, lo tienen en preaviso. El necesita una victoria, pero verdadera, y piensa que un plebiscito, como tantos dictadores lo han hecho, lo sostendrá en el poder.4. Pensamos que sí se llega a ejecutar la ilegal enmienda en referéndum, el comandante, sin el “chavismo sin Chávez”, los disidentes y los partidos “apartados”, no podrá vencer. Además, Chávez piensa que se quitó de encima a delfines con aspiraciones presidenciales como Aristóbulo o Diosdado, y en el presente aúpa a otro, al nuevo Alcalde Jorge Rodríguez… Pero, ¿Qué le hace pensar que Jorge, quien fue vicepresidente, no es un nuevo aspirante a quitarse el “vice”?