Orquesta Filarmónica de las Américas
La música se ha convertido en el idioma universal preferido por la juventud. Los tiempos, cuando la música estaba parcelada en compartimientos estancos e impermeables y donde se alojaba la música clásica por un lado, la popular e internacional por otro y la folklórica en un tercero, han pasado. Hoy, Bethoven, Brahms, Mozart, Chopin y todos los grandes maestros europeos conviven con Gershwin, Copland, Rios Reina, Estevez, Albéniz y con Aldemaro, con Juan Vicente Torrealba y con Pérez Prado.
La orquesta Filarmónica de las Américas, prestigioso conjunto conformado por jóvenes ejecutantes de los más diversos orígenes continentales y que tiene su sede permanente en los Estados Unidos, acaba de finalizar una exitosa gira que, bajo la denominación de “Conciertos sin fronteras” los llevó desde Nueva York donde actuaron el 15 de noviembre en el Skiball Center for the Performing Arts, luego, el día 20, en el Meyerson Symphony Center de Dallas donde fueron acogidos por la Orquesta Sinfónica de Dallas. El 24 tuvieron una espectacular actuación en el Teatro de Bellas Artes de Ciudad de México y al día siguiente en la Sala Nezahualcoyotl de la Universidad Autónoma de México. La exitosa gira concluyó, el día 28, en el Kennedy Center for the Performing Arts en Washington donde, al término de la función, fueron agasajados por la pareja de esposos Bush, en la Casa Blanca.
La Orquesta Filarmónica de las Américas estuvo constituida para esta gira por setenta y seis talentosos ejecutantes y fue dirigida por la extraordinaria joven mexicana Alondra de la Parra, de solo 26 años de edad y quien reside en Nueva York donde desarrolla su carrera artística. Ha dirigido, por invitación, notables agrupaciones de diversos lugares de la región.
Para la ocasión, invitaron a la prometedora y muy joven pianista venezolana Ana Karina Álamo quien reside fundamentalmente en Italia, donde dedica sus horas de estudio al perfeccionamiento de su labor artística bajo la tutela de Ricardo Rissalitti y Leonid Margarius y presenta recitales en toda Europa.
Ana Karina ejecutó el Concierto N° 2 para piano y orquesta del compositor norteamericano George Mc Dowell quien lo compuso en honor a nuestra famosísima pianista Teresa Carreño quien paseó su arte por los más diversos escenarios del mundo y cuyos restos reposan en el Panteón Nacional.
El programa que ofreció en los distintos escenarios, la Orquesta Filarmónica de las Américas estuvo integrado por el Danzón N° 2 del compositor mexicano Arturo Márquez, el Concierto para piano N° 2 Opus 23 del norteamericano Edward MacDowell (solista: Ana Karina Álamo), Ínguesu del joven mexicano Enrico Chapela y Primavera en los Apalaches del famosísimo Aaron Copland. Todo un homenaje a la integración americana.
La música, el idioma universal, se ha constituido en el mecanismo de formación y de elevación del nivel cultural y educativo de las juventudes de todo el planeta. En Venezuela es impresionante la labor que se ha adelantado. Pensamos que esa labor, maravillosa, debe realizarse como una actividad de y para toda la población y al margen de ideologías ni de la deformadora política. Así tendremos una mejor nación.