Opinión Nacional

Oportunidad perdida

El mensaje contradictorio: destruir lo existente, incluyendo la vida, para ser felices a todos. Paradoja. Su vida se va también. Lo insólito: un grupo apoyó y apoya la destrucción, incluso, de la vida y, además, pretende, ahora, la aniquilación total. Y todos le hemos permitido y dejando que lo haga.

Arrasar con cuanto queda parece ser su último deseo. Y los buenos y mansos sin hacer nada, dejándose aniquilar con una sonrisa en los labios y llamando a la reconciliación y al perdón. ¿Quién es el desquiciado, entonces?

El dinero público se esfuma rápidamente. Ninguna cuenta es transparente. Todos dudan. Pero todos, incluyendo los supuestos empresarios favorecidos y los expectantes, aspiran un pedacito de corrupción pregonando la idoneidad y la austeridad. Y todos hemos permitido y dejado que lo haga.

El gobierno compra, vende, recauda y pide prestado y gasta como le viene en ganas, sin ningún control. Lo único que produce es miseria de todo tipo, así pregone por sus medios, lo contrario. La justificación para su gasto derrochador es la “inversión social”, hacer iguales y felices a los pobres y marginados; no en seguridad para todos, no en producir mas y crear empleos, no en atraer inversores, no en desarrollo competitivo, no en infraestructura, no en mantenimiento, no en apoyar al trabajador y al empresario, sino en gastar a manos llenas en misiones, en dadivas,  para asegurar el apoyo político que le permite estar en el poder, en legitimarse para gozar de los recursos del país. Para implantar el comunismo socialismo. Para desaparecer a los oponentes. Para borrar al capitalismo. Aparentemente para “quemar las naves”.

En este país, al contrario, los ciudadanos, supuestamente, han votado para vivir mejor, para tener seguridad, propiedad privada, ahorros, bienestar, calidad de vida, futuro cierto para sus hijos, para progresar trabajando, con su inteligencia y actividad, entre otros motivos.

Luego de 13 años de comunismo socialismo, gracias al permanente show propagandístico desde el gobierno, solo observamos loas a la represión, el terror y el crimen, auge espantoso de la corrupción y de la delincuencia. Al propio gobierno azuzando el pánico y, al mismo tiempo, acusando a otros de su propia perversidad. ¿Como se le puede calificar de patriótico, de cristiano? Al fin y al cabo, ¿qué es, en si? ¿Lucifer?

El desempleo no baja. La actividad económica reducida a un grupo privilegiado. La idolatrada matriz económica comunista basada en el equilibrio, producto igual a consumo, sin propiedad privada, sin mercado, sin precios, con trueque, cooperativas, comunas, con una autoridad centralizada y única, no ha funcionado en ninguna parte y, ahora, aquí, muchísimo menos. Ahí todo tipo de carestía, precaria calidad y desabastecimiento. Se gasta mas de cuanto se produce. Aumento exponencial de la deuda. Menor calidad de vida. Vía al caos.

Su idea económica central, por los hechos, es el comunismo socialismo de mercado (busca combinar propiedad publica, desigualdad limitada en la distribución del ingreso con mercados y precios para asignar recursos y mercancías) tesis superada y en bancarrota desde hace décadas y el comunismo socialismo autoritario (pretende combinar la propiedad publica con la planificación centralizada y la asignación sobre la base de ordenes administrativas – ley de costos, precios, salarios, etc.), igualmente desfasado y comprobadamente fracasado, de autores prestigiosos, como Oscar Lange, Abba Lerner, F M Taylor, Dickinson, Durban, etc.,  quienes pretendieron, en su época, salvar y justificar el comunismo socialismo, y tampoco lo lograron. Fue enterrado bien hondo. Dudo que salga de ahí.

Les sugiero revisar o releer a Fritz Machlup quien sostenía que ya nadie duda, dentro de los economistas, de la imposibilidad teórica y práctica de la planificación sin que exista un sistema de precios de tipo descentralizado.

La información y el conocimiento, sustentaba Machlup, es el centro de su visión económica, como valor estratégico, como instrumento que reduce la incertidumbre, como riqueza necesaria de la nueva gestión económica y social, como factor de generación de riqueza: “el conocimiento es economía”.

Se le atribuye haber empleado por primera vez la denominación “Sociedad de la Información” en 1962, en su libro La producción y distribución del conocimiento en los Estados Unidos, donde evaluaba las modalidades laborales en Estados Unidos y concluía que era mayor el número de empleos que manejan información que los que desarrollaban un esfuerzo físico. En 1962, el 35 por ciento del PIB norteamericano procedía, según su cálculo, del sector de la información, valor que proyectaba hacia el futuro con una clara tendencia a convertirse en descriptor dominante de la actividad productiva.

¿Por cuánto tiempo las finanzas públicas de este país que ya no existe –dada la inmensa destrucción causada- pueden sostener, sin quebrar, el gasto improductivo al cual esta sometido actualmente? ¿La rápida volatilidad de los ingresos influye en la fulminante tasa de crecimiento? ¿Quién lo explica? ¿Un aumento porcentual del incremento de gasto publico en cuanto hace disminuir la tasa de crecimiento? ¿Quién lo explica? ¿Y como quedamos comparativamente? Los economistas y las escuelas de economía deberían realizar una cruzada de intensa información al país, a los ciudadanos sobre esto.

¿Y cual es la actitud, la reacción, del pueblo, de las organizaciones sociales, de los empresarios, de los partidos políticos, etc., de todos? Aparentemente no hay reacción, no hay movilización, no hay convocatoria, no hay liderazgo para oponerse y detener la perdida, la desaparición del país como tal. Solo tímidas declaraciones desde un cuarto, un recinto cerrado, por los medios.

¿Por qué? ¿No hay sociedad? ¿No hay instituciones? ¿No hay nación, país? ¿No hay patria? ¿No hay Estado? ¿No hay ciudadanos?

¿Y que dicen nuestras leyes al respecto y quien las puede aplicar y hacer cumplir? Hay que acudir y releer “la bicha”. El “perencejo y sus menganejos” hace mucho tiempo que se olvidaron de ella, ni la nombran. Les da espanto. Habrá que releer con mucha calma y, con relación a este tema, el Capitulo II, del régimen fiscal y monetario, desde el artículo 311 hasta el artículo 321.

Allí encontramos un mandato dentro del articulo 312: “La ley fijará limites al endeudamiento publico”…. “Las operaciones de crédito público requerirán, para su validez, una ley especial”…. Artículo 313: “La administración económica y financiera del Estado se regirá por un presupuesto aprobado anualmente por ley”. … Articulo 314: “No se hará ningún tipo de gasto que no haya sido previsto en la Ley de Presupuesto”… etc., etc. ¿Se cumple con esos mandatos? ¿Quién lo certifica?

¿Cuál es hoy el límite al endeudamiento público? ¿Cuándo y en cual ley se fijo? ¿Se cumple? ¿Cuál es la sanción por no cumplir? ¿Por qué no se aplica? ¿Por qué la oposición y la resistencia, los partidos, con voces en el parlamento y electores a quienes responder, no han desarrollado una actividad informativa y de movilización para hacer cumplir la  Constitución en estos aspectos esenciales para todos?

¿Acaso hay algún pacto entre el gobierno y la oposición y la resistencia y los partidos que le permite al gobierno disponer de los dineros públicos como le venga en ganas y callarse, ni siquiera decir esta boca es mía? ¿Por qué voz baja?

¿Cuál es, de acuerdo con los economistas expertos y/o alguna institución, el límite de endeudamiento que puede aceptar la economía, las finanzas, del país para un lapso determinado? ¿Cómo funciona y se hace ese cálculo? ¿Existe alguna medida comparativa y/o proporcionalidad mundial y/o regional? Habrá que instruir a la población sobre el tema. ¿Quién lo debe hacer? ¿Los expertos? ¿Las instituciones educativas? ¿Los interesados? ¿Quién o quienes? ¿Los medios?

¿Ante tamaño fracaso, qué van a hacer los comunistas socialistas de este gobierno? ¿Aferrarse al poder y eliminar físicamente a más de la mitad de la población que no los quiere? ¿Trataran de negociar una transición con la oposición? ¿Qué entregará cada uno a cambio? ¿Lo aceptara la población? ¿Quiénes pagaran por este desastre? ¿Cuál será el castigo? ¿Quién impondrá el castigo? ¿Quién asumirá la responsabilidad del fracaso?

Muchísimo por resolver y hacer. Para algunos una nueva y perdida oportunidad para todos. Pero así parece presentarse la vida, por ahora. Y la tierra gira, no para.

Comunistas socialistas, chavistas, rojos y rojitos, jirones masticados por el trapiche de la historia, jurasicos, cúmulo infinito de frustraciones, les llego el momento de hacer contraste con sus promesas fantasiosas, demagógicas, de hacer felices al pueblo con todos los recursos del mundo para hacerlo, y, de paso, aniquilar el capitalismo y entregarse (sin explicación o motivo alguno que lo justifique) a los carceleros de la isla cautiverio. Patética esperanza y cometido en el mundo actual.

Ya, desde hace un buen tiempo, perdieron la poca simpatía que lograron de algunos ciudadanos, del pueblo, y ahora, en sus últimos momentos, están radicalizando peligrosamente el mensaje y sus acciones.

Esta debacle de los rojos y rojitos puede ser equiparable, a muy pequeña escala, también, al fracaso de la socialdemocracia y del socialismo cristiano, sin contar la ya sufrida por el socialismo real con la caída del Muro de Berlín. Grecia, Portugal, España, ejemplos mas cercanos del fracaso comunista socialista. Brasil ya negocia abierta y fuertemente con Usa.

De seguir el curso que llevan los hechos políticos y económicos y sociales, por ahora, en el país, añadiéndoles nuestra subjetiva observación y modesta experiencia, es mejor, mas conveniente para todos, que dejen el “ruido”, la “violencia de todo tipo”, “las ansias desmedidas por quedarse en el poder”, el “arrasar con todo como Atila”, y preparen “la entrega”, sin forzar condiciones porque ya no están en posición privilegiada para hacerlo, en sana paz.

Su última oportunidad llego a su fin. El comunismo socialismo, el socialismo del siglo XXI, por ahora, no dio en el clavo. El ensayo y error concluyo en un muy, pero muy caro error para este país y su población. No profundicen el dolor y la desolación.

Tratamos de entender el “miedo pánico” de los rojos y rojitos, como dicen los llaneros del profundo Apure, su “gran y terrible frustración”, su “desesperación”, “lloriqueos y pataletas”, ante el desastre que han puesto y que el pueblo ya empezó a entender.

¿Van, también, a arriesgar la posible recuperación del país, que nos beneficia a todos, o pretenden acabar con todo, terminar de aplastarlo y entregárselo a los esclavistas de la isla cautiverio? ¿Van a seguir con la guerra fratricida, interna?

Lema Histórico de Venezuela: “Dios y Federación”. Dependencias Federales: “no tiene lema”

¡Abajo Cadenas!  ¡Muera la opresión!  ¡Libertad pidió!

“Podemos detenernos cuando subimos, pero nunca cuando descendemos”, Napoleón Bonaparte, Emperador francés, 1769-1821).

 

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