Oficios bolivarianos
Como es lógico suponer la Revolución Bolivariana ha sido promotora de transformaciones que no sólo han convertido la República en una Corona con realeza, cortesanas y lacayos incluidos, sino que ha creado un conjunto de nuevos empleos que tienen atónita a la muy imperialista Organización Internacional del Trabajo.
Por supuesto los venezolanos de la V, ya nos hemos acostumbrado a ver cómo se desempeñan esos nuevos oficios en perjuicio de nuestra vida y la de los propios oficiantes. A riesgo de no incluirlos todos vamos a enumerar unos cuantos cotidianos y hartamente conocidos por nosotros, los felices ciudadanos bolivarianos:
• Sicario
• Motobanquista
• Ajustador de cuentas
• Mula Internacional
• Gestor electrónico de pasaportes de cualquier tipo de los inventados por los asesores caribeños.
• Alquilador de sillas de plástico para colas de diversa naturaleza a fin de tramitar un documento público.
• Buscador de carne en supermercados.
• Vendedor de franelas rojas y boinas colorás.
• Jalabolas revolucionario.
• Misionero múltiple que realiza el sueño de la Edad de Oro bolivariana de vivir sin trabajar.
• Emigrante profesional y con doctorado.
• Llenador de planillas varias para conseguir una de las casitas del proceso.
• Aguaita MERCAL para ver si llegó leche y azúcar.
• Ladrones policías y viceversa.
• Paciente sin medicamentos.
• Recluso sin juicio.
• Damnificado para siempre.
• Presidente de un Poder Constitucional o de un Banco Central sujeto sin condiciones al verdadero y único Líder.
Pero el más emblemático, es el honesto oficio de mototaxista, es decir, aquel ejercido valientemente por un ciudadano que empeña la vida para comprarse una moto china que luego entrega, vida y moto, cuando sin más lo asesinan en un dos por tres en plena calle y a la vista de todos.
Nota: Dentro de mis múltiples atribuciones reales y habilitadas, también tramito créditos para la compra de motos chinas, favor dejar papelito con alguno de mis incontables escoltas. ¡Los amo con frenesí!