Opinión Nacional

Noé

Supe que  te habías marchado a Alitasía para fijar por siempre incólume tu último espacio

Por  circunstancias que suelen marcar mis propios pasos, estaba lejos, en Rubio,  allí trabajábamos después de tanto tiempo como si el tiempo antes no existiera

Sin saber donde estamos buscábamos saber que debemos hacer con la investigación

Para que útil, sana y buena resulte a cada quien, al país, dicen también útil tiene que ser.

Como costumbre  en nuestras tierras, hablamos del ayer en añoranza abierta con el futuro que no llega porque  es creencia en fe  que el tiempo pasado fue mejor

 Y nos da miedo el riesgo de alcanzar el mañana.

Tal vez, Noé, porque desconocemos el hoy por ignorancia extrema o por miedos, de esos pánicos que nos impiden asomarnos al sol

Y en las noches saber a donde  vamos.

 Pero suele, Noé, que durante ese tiempo nos dormimos sin sueños

Y al despertar de nuevo se vuelve a la rutina de tras-antier y en  pasao mañana no pensamos.

Yo supe de ti

Hasta conocerte en el Consejo Universitario

Ese extraño nido de todo donde el poder juega a los dados pero controlar con dominio absoluto sus caídas

El azar ha sido para siempre dominado.

Allí supe de ti. Allí te conocí.

 Prudente me cuentan que inherente a tu cultura es, pero el cuido de ejercerla era tuyo. Observador y cauto de palabra

Y fino al andar para evitar la charca

Y estar  allí sin ensuciarse en ella.

En ese andar allí anduvimos juntos sin ponernos de acuerdo, nos unió la razón y La ley, y más que todo eso, la comprensión de  lo que bueno es en lo perverso. 

Recuerdo   que contigo estuve salvando lo que en el perverso bueno era

 Si ese bueno significado alcanzaba algún merito, por pequeño que fuera, para guardar su saber y su técnica.

Y observando en lo bueno la incompletitud para alcanzar lo bello.

  Y vimos que era bueno.

Después nos encontramos en montañas agrestes

Yo montado en el sueño de la FEDA, mis delirios quizá, que como a mí se lo tragó lo adverso

Y Tú ubicado en el tiempo y circunstancias

Tu talante se encargó de evitar las distancias. Tu necesaria opción resguardaba los valores  que inherentes y propios se debían preservar según tus leyes son

Y, a la par, conservar lo bueno de lo humano universal inscrito mas allá del espacio por encima del tiempo   y fue así y así será tu ejemplo.

Apenas hace días pegados al teléfono  pudimos libres hallar en la memoria la dignidad de los buenos recuerdos.

Gracias  Noé por  meterme en tu barca

Gracias por  algún rato haber bebido un vino

Y gracias por haber compartido la belleza del ramo del Olivo.

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