¡No a la tiranía¡
“De la Habana llega Ramiro Valdés”. Y Hugo Chávez aprueba en Consejo de Ministros la creación del Dispositivo Bicentenario de Seguridad Ciudadana, el cual unirá los esfuerzos, según él, de la Guardia Nacional Bolivariana -perdónalo, Bolívar-, el Servicio de Inteligencia Nacional Bolivariana -vuélvelo a perdonar-, la Oficina Nacional Antidrogas, la Policía Nacional Bolivariana -perdónalo si te da la gana- y un etcétera más. ¿Casualidad? O es que Fidel y Ramiro trabajaron juntos, en este “cogobierno cubano venezolano”, para preparar el tablado estructurado por la férrea seguridad cubana de los primeros tiempos. O será verdad lo que me dijo un cubano en Varadero después de visitar a otro héroe de la Sierra retirado frente al mar. “Fidel no haya que hacer con algunos de esos compañeros que ya no pueden ni con el peso de la historia“. No, Ramiro no viene a un retiro espiritual o político. Ramiro viene a hacer lo que sabe: reprimir.
Estamos invadidos de cubanos. La invasión que tanto anuncia el desbocado Comandante se dio ya, pero no es yankee. Es cubana. Miles de miles. Chávez hace todavía lo que le da la gana y de su personalidad psicopática, según la autorizada voz de Franzel Delgado Senior, no hay que esperar arrepentimiento. Sencillamente no hay sensibilidad, sentimientos más fuertes que su narcisismo o su sociopatía , está enfermo de poder. Y nosotros, que somos o éramos una personalidad chévere, con sentido del humor, cordiales y brejeteros, le permitimos llegar hasta aquí. Y a Ramiro Valdés también. ¿Cómo se atreve este hombre desenfrenado a acusar a los estudiantes -y a todos- de “manchar la conmemoración patriótica del 4 de febrero”?. El 4 de Febrero ocurrió un intento de golpe de Estado y magnicidio, no sólo a un hombre, sino a su familia toda. La historia se detuvo y no pudimos ver si logrado su objetivo, si matando a Blanquita de Pérez y sus hijas en La Casona, este país iba a apoyar el crimen. La diferencia la hizo un grupo armado que terminó por rendirse. Armas, violencia y barbarie. Venezuela no puede conmemorar eso. Y por eso, porque los venezolanos no somos eso, es que Chávez tiene miedo. Fidel conspira contra la democracia y Ramiro está aquí.
Nosotros sabemos que en esta lucha se nos va la vida. Pero tampoco es vivir la opresión y la humillación de una tiranía. No es el momento de ofrecer la imagen confusa de unos “Ni Ni” que no pueden existir cuando la consigna tiene que ser “No No” a esa tiranía. La libertad civil es la verdadera libertad. No lo digo yo, lo exigía un hombre que no hablaba pendejadas y a quien hemos dejado solo en manos de esta barbarie: Bolívar. El oficio de ser venezolano no es fácil. Este es el momento.