Nicolas, Jaua, Capriles y Ortega
No me encuentro en el país, pero por las noticias que leo, “Chapeau” para la respuesta del Vicepresidente de Acción Democrática Antonio Ecarri, a Julio Borges, quien en lugar de enfilarla contra quienes le dieron unos palos en la Asamblea Nacional, pierde su tiempo atacando a quien no debe atacar y menos a un partido que contribuyo como el que más, a la democracia en la región. Pareciera que los “chamos” de Primer Justicia no tienen idea de la historia política contemporánea ni respeto por hombres que arrimaron el hombro para construir desde el sindicalismo las bases de una democracia tan solida que a pesar de los traicioneros embates del régimen, no han podido socavarla; me refiero si es cierto, al veto, no sé si de Capriles o alguien de su delegación contra Carlos Ortega durante la reunión de Henrique con Allan García y Lourdes Flores. Capriles debe entender que ya es solo un ex candidato. En un momento tendrá que revalidar su liderazgo y con sectarismo difícilmente ira pal baile.
Los lectores quizás se pregunten a que se debe este preámbulo, pero para el Cuerpo Diplomático acreditado en el país, para los corresponsales extranjeros, para los observadores y analistas internacionales estas conductas excluyentes, poco favor le hacen a la oposición. Esta reflexión viene al caso por dos razones. La primera, Capriles retomo su peregrinar internacional recordando que Maduro “a la hora de la chiquita”, se comprometió con los presidentes de UNASUR a hacer una auditoria y no cumplió. Capriles para tener eco requiere dar la impresión de ser el líder de la oposición y no de un sector. La otra razón, está en que debe aprovechar la coyuntura y flancos que la inexperiencia de Jaua al frente del Min-Po-Pu-Re, le ofrece gratis.
La política exterior de Chávez se caracterizo por el incordio permanente; pero tenía tres ases para salir airoso en sus avatares: su carácter; el liderazgo natural y la chequera: en cambio Nicolás adolece de todos ellos: su carácter es anodino; su liderazgo es prestado y en lugar de una chequera, solo depende de una tarjeta de debito otorgada por el Fondo Chino.
Maduro sabe que no tiene política exterior, que sus relaciones internacionales son limitadas y que no tiene un Canciller de peso; por ello el mar de contradicciones en que ha caído y está cayendo. Ejemplo de ello las relaciones con los EE.UU y Colombia: pasionales, cada 28 días le da como dicen en Colombia una Verraquera, tira puertas, amenaza irse de la casa, para luego como cantaba Andrés Eloy en la Renuncia, apaga sus bríos cuando el perro grande le muestra sus dientes; mientras que con Cuba, Nicaragua, Bolivia, Argentina solo sirven para aplaudir y chupar. Por eso Elías o dejas de tirar piedras sobre el escenario internacional o un día Nicolás te sacara de cartelera.