Ni cúpulas ni dedo
Soy reiterativo en proponer la creación de la plataforma unitaria, y con
ello, recomendar nuevamente la metódica para la escogencia de los candidatos
a los Concejos Municipales y a las Juntas Parroquiales. De aplicación
inmediata, la propuesta puede ser una vía racional para alcanzar la unidad
de todos los revolucionarios, activistas de los factores políticos del
Proceso que aspiran un mismo cargo de elección popular.
En concreto, lo que planteo es la evaluación de conocimientos
teórico-prácticos de todos los candidatos y, con base en sus resultados, la
escogencia del mejor de ellos en asambleas locales pertenecientes a sus
comunidades. La evaluación se haría por medio de un taller de capacitación
teórico-práctico al que concurrirían todos los aspirantes. Concurrencia
obligatoria para capacitar, ejercitar y evaluar la orientación
revolucionaria que se debe aplicar en la administración de los gobiernos en
la nueva fase del Proceso Revolucionario: el Salto Adelante. La escogencia
por parte de las asambleas locales se instrumentaría con base en principios
y normas acordadas entre los factores del Proceso.
La ejecución de esta propuesta se haría empleando los mecanismos
instrumentados a través de la Plataforma Unitaria y el Centro de Formación
Ideológica. El taller se denominará “Curso de Capacitación
Político-ideológico del Nuevo Liderazgo Revolucionario”, componente
didáctico de corta duración, factible de evaluar objetivamente y lo
suficientemente denso para profundizar la Revolución. Contendrá tres módulos
teóricos y un ejercicio práctico. Los módulos son: (i) Ideología del Proceso
Revolucionario, (ii) Base constitucional de la gestión del poder popular y,
(iii) aspectos administrativos de una gerencia pública eficiente, ética y
moral (anticorrupción). Por su parte, el ejercicio práctico abarca la
demostración en el campo (comunidad de la que aspira ser vocero) de aspectos
vinculados a sus cualidades humanas y condiciones de líder, tales como:
capacidad de dirección; guía de orientación de personas y masas; toma de
decisiones en condiciones políticas normales y en situaciones críticas;
contenido y entrega del discurso ante la comunidad; demostración del trabajo
político y de organización en su área.
Al finalizar el Curso y obtener los resultados de la evaluación teórica y
práctica se pasa al plano de lo concreto: someter a los candidatos que
calificaron a la conciencia del colectivo. De acuerdo al reglamento de
normas, se instalarán las asambleas de ciudadanos revolucionarios de clara
identificación con el Proceso y se analizará las potencialidades de los
aspirantes. Quedará entonces a la voluntad popular le decisión final. Sea
cual fuere el resultado, todos los factores se agruparán en torno a ese
candidato para desarrollar la campaña unitaria que demanda el Presidente de
la República, el Proceso Revolucionario y el pueblo de Venezuela.
Esta propuesta totalmente factible de cumplir en lo inmediato, presenta
bondades que apuntan hacia la perfectibilidad de los métodos del nuevo orden
revolucionario por consolidar. Por un lado, se hace eco de la práctica de la
democracia directa (poder popular), establecida en la Constitución
Bolivariana; además se unifican contenidos teóricos que permiten clarificar
los postulados ideológicos y, de manera específica, establecer las
diferencias entre revolución y reforma. Por otro lado, es una vía que
permite demostrar que en el país hay talento humano en el orden ideológico y
práctico de la revolución para que sea en el mismo país donde se formen las
generaciones de la militancia revolucionaria. La creación del Centro de
Formación Ideológica (CFI), y la Plataforma Unitaria jugarán un rol
fundamental en la nueva fase del Proceso, orientado hacia el desarrollo
endógeno cuya meta más trascendente es alcanzar los más altos niveles de
autosuficiencia y prosperidad.