Nacionalidad y libre tránsito
«Ahora discriminan a los nacidos en Venezuela que tienen además otra nacionalidad»
¿Hasta cuándo nos van a decir que «Venezuela ahora es de todos», si precisamente ahora es cuando Venezuela es de unos pocos?… ¿Quién se cree que «es de todos», cuando listas como la Maisanta, la de Tascón y otras, han sido diseñadas para discriminar, atropellar y abusar de personas que sólo han ejercido el derecho de disentir?…
Ahora les toca el turno de ser discriminados a aquéllos nacidos en Venezuela que tienen además otra nacionalidad, en particular la estadounidense. Varios correos advirtieron que tenían que entrar y salir de Venezuela obligatoriamente con el pasaporte venezolano. Llamé a la Onidex a averiguar y me respondieron que se podía entrar con el pasaporte americano, pero que no se podía salir sin el pasaporte venezolano. Para sacar un pasaporte se necesitan unos cuantos meses. Una amiga mía lo sacó en febrero y ni siquiera está elaborado, según la página de la Onidex. Y en los consulados dicen simplemente que no tienen material.
Me contaron que al doctor Igor Palacios, venezolano por nacimiento y estadounidense por voluntad desde hace casi cuatro décadas, eminente Director del Departamento de Cateterismo del Massachussets General Hospital de Boston, le dijeron lo mismo. Me pregunto si el Cónsul sabría quién era el doctor Palacios. Le convendría saberlo, digo yo, porque nunca se sabe quién pueda tener una emergencia, y ésas emergencias no son de las que se atienden en Cuba, ¿verdad?… Igor Palacios corrió con la suerte de que el grupo de cardiólogos que lo había invitado a venir como ponente en un congreso fue a la Cancillería y armó tal escándalo que le dieron el pasaporte.
Me consta de otros venezolanos-estadounidenses que están en la misma situación de no poder venir. ¿Por qué si no hay pasaportes no los dejan usar los que tienen?… ¿Por qué un trámite burocrático contraría una garantía constitucional? Hubo un caso tan desesperado que renunció a la nacionalidad venezolana. Me resisto a aceptar que la solución para venir sea la de renunciar a la nacionalidad. Quien lo hizo corre el riesgo de que lo tachen de traidor a la patria. Irónico: traidores a la patria son aquellos que desde el poder empantanan la nacionalidad impidiendo que los demás ejerzan en libertad sus derechos.