¿Mr. Larry Palmer go home?
Las declaraciones del nuevo embajador de Norteamérica en Venezuela, señalando que nuestra fuerzas armada tienen “moral baja”, tomaron por sorpresa a muchos venezolanos, comenzando por quienes ejercen funciones de poder o comandan ese componente. Es terrible que esa sea la percepción del representante de una nación primordial del orbe, y además exprese que se mantienen bajo la influencia de los cubanos. Para estas afirmaciones dadas por Mr. Larry Palmer al Congreso de los EUA no hay respuestas, las palabras no bastan para hacer una aclaratoria, ni los insultos son graciosos para elucidar la situación, paradójicamente cualquier agresión o desprecio resultaría contraproducente. Únicamente aquí caben los hechos, demostrando que las cosas no son así, cuestión que llevará bastante tiempo para que los venezolanos se den cuenta y las naciones vecinas lo perciban como una realidad.
La gran traba está en cómo debe sentirse el pueblo venezolano con esta observación, si su fuerza armada baluarte de defensa nacional la ven con “baja moral” y dirigida o asesoradas por extranjeros, esto atentaría contra toda creencia de nuestra autonomía e independencia, contra toda tradición libertaria. Contra la gesta emancipadora que concluyó en Carabobo una vez que la Patria se independizó del yugo extranjero. Entonces qué será lo que pasa, se estará perdiendo todo ese esfuerzo que hicieron nuestros próceres dirigidos por Simón Bolívar, estaremos de regreso a una nueva dependencia y por voluntad expresa de un solo individuo, que está empeñado en emparentarnos y subordinarnos a Cuba, a su régimen ominoso y comunista?
Esto debe ser objeto de revisión por parte de los venezolanos más que de crítica hacia el nuevo embajador yanqui; civiles y no civiles se obligan en revisar el origen de la “detracción”, porque igual que él deben haber muchos otros que lo creen así. De manera que Venezuela dejó ser Venezuela para convertirse en una subordinada de otra nación que, nada bueno tiene que mostrarle al mundo y que a la hora de las chiquiticas no estamos seguros de quienes defenderán nuestra soberanía. Tampoco deben estar seguros los seguidores de la “revolución” con quién deben contar, a pesar de ese poco de aviones que hemos vistos en los últimos desfiles militares, y a la profusión de pertrechos que ahora exhiben en las celebraciones patrias. Estoy seguro que de Bolívar o de Páez nunca nadie hubiera dicho que sus dirigidos se conducían con moral baja porque todo estaba a la vista y la integridad ni se compra ni se improvisa, y así quedó demostrado con nuestra emancipación. Y ahora que están de moda las exhumaciones y otros procedimientos para indagar sobre nuestros auténticos héroes, y no los que fabrica el papiro de una revolución burlesca, sino los que ofrendaron vuestras vidas en aras de la libertad de la cual gozamos durante largo tiempo, y que ojalá no se le esté entregando por cuotas a ninguno, ni hipotecando nuestros haberes conquistados con dignidad y valor.
Honda preocupación ha creado Mr. Palmer cuando lanza estas apreciaciones que tampoco son un secreto en nuestro diario acontecer y que traen muchas murmuraciones. Ojalá ocurra que sea un llamado a tiempo para despertar conciencia en los habitantes de esta nación, sin que constituyan una manipulación política de exaltación a los antivalores de libertad, expresándose con desprecio de quien prácticamente nos está alertando y no en vano hace sus planteamientos paladinamente frente al Congreso de los EEUU. Si nuestros camaradas lo asumen como una provocación a su patriotismo que no han demostrado, estarían realizando un nuevo yerro igual que cuando asumen la figura “señera” del Che Guevara como baluarte de esta “revolución”, quien en alegoría desdeñosa se entiende como motivo de ornamento para estampar su efigie en unas camisas crepusculares. Bueno, incumbirá al gobierno y no a nosotros preocuparse por lo expresado por Mr. Larry Palmer, o si deciden nuestros acérrimos camaradas a despacharlo de una vez con la vetusta consiga ¡Go home!
Venezuela está en la visión de muchos Palmers y no se borrará este comentario con palabra alguna, podrán ser muchas las explicativas que haga el régimen pero de nada servirán si los hechos no lo confirman. O somos gente de moral baja o comenzamos de una vez a la recuperación ética, que pudiera ser una molestia no únicamente circunscrita a lo que dijo el nuevo embajador americano sobre nuestra fuerza armada.