Opinión Nacional

Monopartidismo robolucionario

Pobre MVR, pobres aliados, pobres “revolucionarios”. En verdad, no sé qué festejan, de qué se ufanan, luego de una jornada electoral escuálida aliñada con abuso de poder y maniobrillas vergonzantes como las dos prórrogas que llevaron el cierre de mesas, desde las cuatro de la tarde hasta las siete de la noche.

Las “morochas” inventadas por Eduardo Lapi, en Yaracuy, le han dado mayorías abusivas al MVR en casi todas las cámaras municipales y juntas parroquiales, producto de las elecciones del 7 de agosto. También, a minorías nacionales que se han hecho fuertes en algunos reductos municipales.

Pulverizaron la representación proporcional establecida en la Constitución, y gozan su pillería política, como han usufructuado los recursos públicos (dinero, bienes y servicios) en forma descarada, peor que adecos y copeyanos, que es mucho decir. El ventajismo chavista no tiene precedente, salvo en períodos dictatoriales como el del pillo, torturador y asesino general Marcos Pérez Jiménez, con sus fraudes en 1952 y 1957.

Lapi llevaba candidatos uninominales con la tarjeta de “Convergencia” y candidatos por lista con su acrónimo (“Lapi”) en un movimiento regional de electores. Así lo hizo el MVR con la tarjeta de “Podemos”, en las elecciones de consejos legislativos, el 31 de octubre de 2004. Les pareció sabrosísimo, pero sin mucho agrado por el empoderamiento de “Podemos”. Entonces, inventaron el parapeto “UVE” (“Unión de Vencedores Electorales”), con la benevolencia de la mayoría oficialista en el Consejo Nacional Electoral (CNE) y los recursos del MVR y del gobierno, a manos llenas.

Los chavistas no distinguen entre lo público (que nos pertenece a todos los ciudadanos y a la nación), lo partidista y lo propio. El peculado de uso es su salsa, groseramente, descaradamente, guapetonamente. Abusadores descarados y petulantes. Eso son.

La plata fluye y fluye, con la complicidad de la Contraloría General de la República, contralores internos en los Poderes Públicos nacionales, regionales y municipales. Es una pillería sin límites, totalmente impune. Así ganan elecciones, tramposamente, billeteando a la gente, con prebendas burocráticas, contratos que reciclan dinero a través de testaferros y todas las etcéteras de la corrupción política venezolana. ¡Están brincando en una pata!
Pero, el país los observa. La propia gente chavista honesta, que todavía cree que su Presidente está al margen del manejo mafioso del poder, está alerta. Aunque participan de la política podrida de los partidos oficialistas, ven, oyen y no se explican lo que ocurre: no están de acuerdo con el robo de los dineros públicos y el abuso de poder, en el fondo. Son libertarios y justicieros, como la mayoría de los venezolanos y venezolanas, independientemente de la ubicación ideológica y política.

La superficie muestra un poder consolidado, casi imbatible, pero el fondo es otra cosa. Ganarán más elecciones, y volverán a robarse parte de la representación popular, en las elecciones para la Asamblea Nacional, en diciembre próximo. Pero, no cautivarán a la mayoría del país, ni siquiera a sus propios seguidores. Se van a ir desmoronando moralmente, ante el pueblo venezolano, incluido el “pueblo chavista” que tampoco quiere a los ladrones y abusadores en la función pública.

La muerte política del chavismo puede ser tan rápida como su ascenso, precisamente a partir del Monopartidismo robolucionario que vienen imponiendo. Y se ríen, gozan, como si todos fuésemos pendejos.

La botija petrolera, convertida en burbuja, le facilita las vilezas, en medio del desorden administrativo, las vagabunderías a manos llenas y su gestión sectaria y excluyente de gobierno. Pero, ese monopartidismo robolucionario se les vendrá cual boomerang. En el fondo, ese es el rasgo principal del actual proceso político venezolano.

EL CONFESIONARIO

UN MARINO RETIRADO que está a punto de ser imputado por delitos contra la cosa pública, en jurisdicción del extinto Distrito Federal, anda despotricando del “proceso” y añorando los tiempos de Jaime Lusinchi y Carlos Andrés Pérez. Ha utilizado todo tipo de influencias para torcer la justicia, presiona, amenaza, zapatea y, de vez en cuando, llora de la desesperación, pillado como fue en turbios manejos administrativos. Cuando tenía alta vara con el jefe único, sintió su protección desde el CTN del MVR y su fracción parlamentaria, en la Comisión de Contraloría, apadrinado por Carreño. Incluso, casi logra la presidencia de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG)… IGUAL MECANISMO utilizó “la revolución” con las pillerías de la mafia Miquilena-Carrero: espiaron al entonces Fiscal General, Javier Elechiguerra, y escenificaron una pantomima en el Tribunal Supremo de Justicia, donde magistrados tarifados absolvieron a quien después les pagó la vileza política ordenada por el “líder del proceso”, con aquella rueda de prensa desde Venevisión, el mismísimo 11 de Abril de 2002, acusando al gobierno de tener “las manos manchadas de sangre”, especie de puntilla en la trama golpista. Las multimillardarias trácalas de la mafia Miquilena-Carrero nunca fueron investigadas, y la plata que le robaron al erario público, mediante tráfico de influencias y otras mañas, quedó en manos de los otrora financistas del candidato Hugo Chávez. Puro estilo robolucionario.
FRANCISCO SOLÓRZANO, “FRASSO” (MVR) es un aventajado “diputadillo” (como decía mi buen amigo Moisés Moleiro), que esta semana fue desenmascarado por el parlamentario barinés RAFAEL SIMÓN JIMÉNEZ (VAMOS), como parte de los diputados que durante el golpe de abril, se agolparon en torno a Luis Miquilena, comprometidos a votar la sustitución “constitucional” del derrocado Jefe del Estado. Se supo que unos veintisiete saltaron la talanquera, pero se devolvieron rapidito, vistos los acontecimientos. De esos veintitantos, ninguno repetirá para las elecciones de diciembre próximo. “Frasso”, según Jiménez, “hace méritos” radicalizando su verbo a favor de la política oficialista, para ver si salva el pellejo. Teme que le investiguen sus riquezas, muy conocidas en el Estado Anzoátegui, donde además se le conocen bien sus vínculos con el exgobernador David De Lima (MAS). Le gustan los cobres, y en sus tiempos de “masista”, cobraba en algunas gobernaciones y alcaldías (Sucre, Cumaná y Carúpano, entre otras) como “asesor”, pa’llá y pa’cá. Ese “caballero” tiene cola, en trabajos sucios: junto con los diputados masistas Carlos Tablante, Luis Salas y Julio Montoya, urdió una cochina trama para acusarme de ladrón, semanas después de yo haber renunciado al MAS (Marzo de 1996) precisamente por razones éticas (el MAS vivía un acelerado proceso de corrupción, que sus líderes fundadores no quisieron detener), e ideológicas (se derechizaba, sin retorno). El objetivo de los masistas de marras, era impedir que yo fuera presidente del Colegio Nacional de Periodistas, cargo al cual llegué en libre votación, con el 67 por ciento de los votos, para ejercer el período 1996-1998. Testigos de aquella suciedad de FS en contra de mi honor personal y mi dignidad política, fueron David Nieves, secretario de la Cámara de Diputados, uno de quienes me advirtieron de las pretensiones de Tablante, Salas, Montoya y Solórzano. También, Gustavo Márquez, Enrique Ochoa Antich y Luis Manuel Esculpi (presidente, secretario general y jefe parlamentario del MAS, respectivamente), a quienes reporté y reclamé la cochina conspiración en mi contra por parte de aquel cuarteto de “caballeros”. La infamia llegó al seno del gremio periodístico: el mismísimo Solórzano le “informó” telefónicamente al colega Mario Villegas que había en curso una “investigación por corrupción moral contra Molina, en el Congreso de la República”. Aquella escandalosa acusación infundada, mediocre y putrefacta en boca de “Frasso” se le revirtió, causó indignación colectiva, como bien lo pueden atestiguar la diputada Desirée Santos Amaral y muchos otros y otras colegas presentes en aquella asamblea gremial. Con sus chistes malos y su ignorancia, ha sabido trepar, pero le está llegando su sábado… como a todo cochino.

LA COMUNIDAD DE LOS ALTOS MIRANDINOS “ruega” a los alcaldes Juan Barreto y Freddy Bernal, al gobernador Diosdado Cabello y al Ministerio de Infraestructura que procedan a concluir los trabajos de recuperación y pavimentación de la carretera Turmerito-Las Mayas, así como a la construcción de una salida directa a la autopista Valle-Coche. Los alcaldes de Los Salias, Carrizal y Los Teques deben presionar, vía FIDES, la realización de un proyecto vial moderno y definitivo que nos garantice el normal desplazamiento automotor desde y hacia Caracas.
PAPA CALIENTE tiene en sus manos Nicolás Maduro: el Informe de la Comisión de Política Interior contra la gestión del gobernador Eduardo Manuitt, no puede seguir engavetado, salga sapo o salga rana. La maniobra exculpatoria en marcha tiene en la diputada Iris Varela, la mayor piedra de tranca, pues el escándalo será grande, si en plenaria se trata de imponer el “bosque de manos” oficialista. La dupla Maduro-Flores sigue amenazando, pero no las tiene todas a favor. Hay indignación entre los parlamentarios. Lo de Manuitt se parece mucho a lo de Miquilena, sólo que la decisión de “salvarlo” no es unánime en el CTN, la fracción parlamentaria, ni en el gobierno: JVR maniobra, pero Chávez no dice nada, na-di-ta: ni sube ni baja el pulgar izquierdo.

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