Miseria humana
Basta con recordar a la Madre Teresa de Calcuta, a Gandhi, a Miguel Ángel, Chopin o Bolívar, todos con una vida dedicada a su razón de ser, vivieron por una causa o para desarrollar una obra sublime. Así funciona cuando viene de adentro, cuando responde a nuestra naturaleza.
Pero el hombre puede pasar de lo sublime a lo profano y también es capaz de las cosas más pérfidas, porque el que nos creó permitió también la ausencia del bien.
Y la humanidad ha presenciado la existencia de Stalin, Mussolini, Pinochet, Fidel, Carlos, ben Laden o Hitler, paradoja de la criatura humana que cuenta con la libertad inmanente para decidir quién ser.
Siempre ha existido quien responde a intereses distintos, traicionando su esencia, motivado por el poder, el dinero, la gloria, a costa de lo que sea y en la lucha sin cuartel por lograrlo se pierden a sí mismo. Sino recordemos a Judas, de quien las Sagradas Escrituras dicen que más le valía no haber nacido.
Ciertas realidades históricas parecen haberse ensañado con pueblos y países, siendo causantes de tragedia, dolor y de las mayores violaciones de los derechos humanos.
Los judíos en la época Nazi durante la segunda guerra mundial, el pueblo de Sur África durante el Apartheid, el Genocidio de los Tutsi en Ruanda, los estudiantes de la plaza Tiananmen en China.
Tantos hechos que han dejado una cicatriz en la humanidad para que no olvidemos, pero también para que podamos creer que se puede ser distinto y actuar diferente.
Muy cerca nuestro la Cuba de Fidel Castro, tiene 50 años viviendo bajo el yugo feroz del déspota, entre perseguidos políticos, damas de blanco golpeadas, periodistas presos, cientos de vidas humanas perdidas en alta mar, fusilados y exilados, se van consumiendo las esperanzas de un pueblo que una vez quiso vivir mejor.
Hoy en día le tocó el turno a Venezuela, el pueblo cansado de la situación de precariedad en que vivía, busco una salida desesperadamente y se equivocó, en realidad fue engañado con un falso mensaje. No encontró educación, trabajo, comida y desarrollo, sino violencia, chantaje, odios, persecución y vuelta a un sistema que solo te permite existir, si permaneces subordinado a su voluntad.
Mientras esto permanezca, seremos testigos presenciales de lo que es capaz la miseria humana, “saltos de talanquera” como el del diputado Hernán Núñez de Voluntad Popular hoy o los de Ernesto y Jesús Paraqueima, y la legisladora estadal Solange Abreu ayer, son una muestra de lo que puede venir.
El patético rol del parlanchín actor y animador venezolano Winston Vallenilla ex de Radio Caracas Televisión, a cambio de glorias futuras, recuerda el “estruendoso silencio” de tanta gente de talento que prefiere permanecer bajo un cómplice silencio, que les permite vivir tranquilos, esperando pacientemente aparecer cuando el viento sople a favor de unos u otros.
Esto es solo una faz del espejo, ya que la miseria humana tiene muchas formas de manifestarse. Puede atropellar y mantener preso a Simonovis, a quien se le está aplicando una pena de muerte lenta, producto de su enfermedad, tan solo porque defendió al pueblo venezolano de los pistoleros de Puente Llaguno, miembros de las hordas armadas del gobierno, que pretendían disolver una manifestación ciudadana a sangre y fuego.
En esta ocasión la cara oscura humana se muestra a través de la burla del vicepresidente y su mamotreto armado con supuestas víctimas tarifadas, para terminar abofeteando en sentido figurado, a una inocente hija que lucha desde sus 15 años de edad, por la vida de su padre.
Se muestra en toda evidencia cuando se le niega un pasaporte a Carolina Pérez Rodríguez, hija de Carlos Andrés Pérez y Doña Blanca, quien ha quedado ciega luchando por su vida y quien debía viajar a Estados Unidos para continuar con el tratamiento contra el cáncer que sufre.
Se presenta bajo la máscara del cínico y solicita ante la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional, enjuiciar los diputados de Primero Justicia, Juan Carlos Caldera, Richard Mardo y Gustavo Marcano, por presuntos hechos de corrupción. Todo un despliegue audiovisual de poder, destinado a hacernos sentir que son todopoderosos e invencibles.
Mientras esto sucede nadie da respuestas al expediente negro del Presidente de la Asamblea Nacional quien ha sido denunciado por pagos dobles, compras sin soportes o con sobreprecio y contratación de obras sin licitación. Los casos fueron presentados en 2009 a la Fiscalía General de la República por Rafael Guzmán, ex procurador de ese estado. El dossier incluye datos sobre la entrega sin justificación de recursos por 150 millones de bolívares, la adquisición de bienes muebles con pagos irregulares por 115,9 millones y la adjudicación de proyectos sin contrato por 21,6 millones.
Como tampoco nadie responde por los maletines de dólares que beneficiaron a Cristina Kirchner, ni por la comida podrida, ni por el oro desaparecido, ni por la ruina de PDVSA, ni por la incalculable suma de regalos millonarios al exterior, ni por los miles de Venezolanos que cada día mueren por estas calles.
Conductas todas que demuestran bien la calidad humana de la gente que nos está gobernando.
La historia nos muestra como han terminado, la mayoría de esos regímenes que han transformado la inteligencia y el pensamiento en ordenes, gritos, improperios y abuso de poder.
Han caído bajo el peso de las armas, los votos o las presiones populares, unos pocos han fallecido tranquilos en su lecho, Franco, Mao. Algunos suicidándose como Hitler, hay quien se ha ido con votos, con ejemplos en Chile o Polonia, varios por presión internacional como en Sur África y también se han dado los casos en que un pueblo cansado del atropello ha decidido tomar la justicia por sus manos y acabaron con los mussolini’s y los gaddafi’s, uno colgado por los pies y el otro escondido en una cloaca y linchado posteriormente.
Para mi país deseo una salida civilizada, como debe ser el país que queremos construir con valores y sin los “shows mediáticos” del partido oficial.
Una Venezuela que haga valer nuestra capacidad de acciones nobles, donde por encima de la conducta irresponsable y corrupta impere la decencia, el trabajo y el esfuerzo de cada venezolano.
Rechazamos el gobierno más corrupto de nuestra historia, pongámonos al lado del campesino sin granos para sembrar, del trabajador al que no le pagan, sus beneficios laborales, de los estudiantes que aspiran un futuro donde desarrollarse en libertad, de las madres que cada dia pierden un hijo bajo las balas de la violencia.
Apelemos a lo mejor que tenemos como venezolanos, como seres humanos y rescatemos esa Venezuela que una vez fue de todos.
Ex Cónsul de Venezuela en Paris y Presidente de Venezuela-Futura, Francia