México: el regreso
El incremento de la productividad ha potenciado la inversión manufacturera, extranjera o doméstica
México tiene una trayectoria extraña en sus relaciones con los EEUU. Firmó un tratado comercial, aproximadamente hace dos décadas, el NAFTA (North American Free Treaty Aggreement), y recibió un empujón en su economía. Su participación en el producto creció aproximadamente 4% en los cinco años después de la firma del tratado y la participación de las importaciones de los EEUU a México creció del 7% en 1994 al 13% en 2001.
Con la incorporación de China a la Organización de Comercio Mundial (World Trade Organization) las exportaciones de ese país vieron sus barreras comerciales disminuidas. Los bajos costos y el amplio surtido de productos le permitieron a este país competir con México, reduciendo su participación en el mercado de los EEUU. Entre 2001 y 2005 las exportaciones chinas a los EEUU se expandieron a una tasa anual de 24% mientras las de México se desaceleraron rápidamente, de 20% a una tasa de 3% por año. Como consecuencia, las importaciones chinas al mercado de los EEUU se duplicaron y las de México se redujeron.
Pero México ha experimentado un «regreso», si se quiere impresionante. En el lapso de los últimos siete años las exportaciones mexicanas en el mercado de los EEUU se elevaron del 11% al 14,4%, primero desplazando importaciones de Japón y Canadá, y últimamente también las chinas.
Desde 2010 las ganancias mexicanas en el mercado de los EEUU coinciden con la declinación China. Este es el cuadro general del «regreso» de México al mercado de EEUU que presentan Kamil, H. y Zook, J. en The Comeback. El retorno de las exportaciones mexicanas ha estado guiado por la electrónica, telecomunicaciones y equipo de transporte. Desde el 2005 la participación mexicana en este mercado de los EEUU se incremento hasta el 18%, lo que representó el 76% de todas las exportaciones mexicanas en 2012. Pero desde 2009, la mayoría de los sectores industriales, 20 de las 26 categorías de importación, mostraron ganancias.
El sector automotriz ha representado la fuerza fundamental de este «regreso».
La participación de México en este mercado se incrementó en 9% desde 2005 a 2012, particularmente en 2009. México representa un quinto del total de importaciones de autos y partes de autos de EEUU, el segundo detrás de Canadá, y un cuarto de todas las exportaciones mexicanas a los EEUU. Esta expansión ha estado acompañada por un flujo continuó de inversión en este sector, la mayor parte de los EEUU pero también de Japón y Alemania.
Durante el período de 2005-2007 no existió sector en el cual las exportaciones mexicanas a los EEUU se incrementaran y al mismo tiempo las chinas se redujeran. De hecho, fue un periodo de relativa ganancia China. Pero en el período 20102012 se experimentó un cambio, y se puede calcular en 40% las ganancias de las exportaciones mexicanas a costas de las chinas.
COMPETITIVIDAD El «regreso» de México al mercado de los EEUU refleja tanto el incremento su competitividad como un conjunto de factores que están haciendo las exportaciones chinas más caras.
Entre ellas, la reducción de los costos laborales entre mexicanos y chinos, el incremento de la productividad mexicana y el elevado costo del tráfico transoceánico. También ha jugado un papel la protección a los derechos de propiedad y compromiso al comercio libre que tiene México.
Los salarios en China han aumentado a una tasa anual del 14% desde 2003 a 2011, y cerca de 20% anual en dólares. Al mismo tiempo, los salarios mexicanos han permanecido constantes en dólares, beneficiados por la devaluación y aumentos moderados. Como resultado, en 2003 el salario promedio mexicano fue seis veces superior al de China y en 2011 solo 40% más alto. El incremento de la productividad en México ha impulsado un fuerte crecimiento en la inversión manufacturera, extranjera o doméstica.
Al mismo tiempo México ha tenido la suerte de la cercanía con el mercado de los EEUU. El precio del petróleo paso de los 25 dólares en los 2000s a 100 dólares en febrero de 2013, elevando en forma importante los costos de transporte.
Además México tiene una reputación ganada como protector de los derechos de propiedad, una condición propicia para recibir inversión extranjera.