Mentes Destructoras
Las afirmaciones de Vargas Llosa sobre el rumbo totalitario de la revolución, las órdenes de cerrar a Globovisión, los actos de guerra contra Cargill y las empresas de servicio petroleros, el uso de la justicia como arma política y los insultos del presidente contra sus críticos, pintan un cuadro autoritario orientado a transformar la república en cuartel.
Las últimas encuestas revelan la percepción negativa del pueblo en todos los sectores económico sociales en cuanto a sus problemas fundamentales. inseguridad, desempleo, costo de la vida, corrupción, salud y viviendas, con el resultado preocupante para el presidente Chávez, que en caso de celebrarse elecciones hoy, cualquier otro candidato le ganaría por más de 10 puntos.
Estamos gobernados por mentes destructoras cuya única preocupación es imponer su ideología. No saben manejar empresas pero las intervienen bajo el pretexto de que son estratégicas; no saben construir infraestructura pero estatizan cementeras, acerías, y asfalteras colapsando su producción y encareciendo los costos de viviendas, autopistas, escuelas y hospitales; desconocen el agro pero invaden fincas y hatos productivos en perjuicio de la gente.
No ha habido gobierno tan inepto como el actual. Los militares y los ideólogos que lo integran no están calificados para tomar decisiones correctas. Los comunistas predican que ser rico es malo, que aspirar a salarios y beneficios justos no es revolucionario, y que amas de casa, empresarios y sindicatos no cumplen papel alguno, dentro de la utópica sociedad del hombre nuevo. Resulta lamentable que quienes pagan los platos rotos de estas loqueras socializantes son los sectores populares, que representan casi el 80% de la población.
Está demostrado que las revoluciones ya sean leninista, maoísta o castrista, sólo producen miseria y escasez para las grandes mayorías mientras que sus dirigentes se dan la vida padre de espaldas al pueblo.