Mas preguntas al Presidente
Hace como seis meses le formule algunas preguntas al teniente coronel devenido Presidente. Desde luego, no me contesto. Presidentes como Hugo Chávez Frías, imbuidos de una autoestima megalómana que eleva su ego mas allá de los limites en los que todavía podría encontrarse con ciudadanos y no con súbditos, no suelen responderles las preguntas al pueblo o a los que, como modestos intelectuales y pensadores, las articulamos no en su nombre pero si para hacerles oír los gritos silenciosos que los Presidentes no escuchan, ni siquiera oyen. En eso ya estamos alcanzando la situación del totalitarismo de Hitler, Stalin, Mao, Fidel Castro, Kim IL Sung y sus semejantes.
No obstante lo dicho antes, voy a hacerle algunas preguntas, Presidente, sin o con su permiso, sin o con un mínimo de esperanza que usted o su ministro del poder popular de propaganda me contesten. ¿Puede usted conceder que sufrió una derrota ideológica, política y personal el 2D cuando una mayoría le negó lo que usted y sus sirvientes de la Asamblea Nacional llamaron “reforma constitucional”, en realidad una nueva Constitución? Si no, ¿por qué manda a los militantes de su partido aun legalmente inexistente a pegar grandes afiches con el POR AHORA en toda la capital? ¿Sabe usted que, con esto gesto, usted se esta auto-engañando? El POR AHORA del 4F de 1992 cayó en una situación en la que la regresión de la democracia había llegado a barreras que pudieron ser vencidas por cualquiera que prometiera algunos cambios. El POR AHORA después del 2D expresa su miedo de sucesivas derrotas en batallas, le aseguro, que vendrán, y usted trata de usarlo para exorcizarlo con este slogan. ¿Esta usted consciente de ello? ¿O prefiere escuchar a su aduladores de siempre, quienes le dicen que ellos tuvieron la culpa (como Diosdado Cabello y otros) y no usted? ¿Sabe usted que intento imponerle a las venezolanos un proyecto cuya viabilidad el trienio y la “cuarta republica” habían hecho imposible?
¿Y ahora? Hay quienes hablan de “reconciliación”. Yo no, dicho sea de paso, porque el suyo, Presidente, es un gobierno que no sabe escuchar sino gritarle al pueblo sus ordenes, fantasías, lemas (como el nefasto “Patria, Socialismo y …”) y obsesiones (el asesinato de Bolívar, por ejemplo). Una reconciliación implicaría un dialogo. ¿Usted tiene las ganas y las agallas de sentarse, sin sus tres anillos de seguridad (venezolanos y cubanos), con los ciudadanos todavía no convertidos en súbditos en la plaza publica para que comparemos los dos proyectos que tenemos para nuestro país, sin trucos, sin formulas vacías como la del “socialismo bolivariano” (una imposibilidad histórica) o del “socialismo del siglo XXI” (una “utopia no concreta”, como hubiera dicho mi maestro Herbert Marcuse)? ¿Y con la libertad de expresar cada quien sus pensamientos? ¿Simplemente debatiendo, con argumentos, se entiendo, como mejor puede funcionar nuestra sociedad en lo cotidiano: la economía, el sistema político, su lugar no hegemónico en la America Latina y el Caribe, la cultura y la sociabilidad? Pero sin este debate de igual a igual no habrá reconciliación, dejando de lado si esta sea deseable – ¿hasta ahora usted nos desprecia a los ciudadanos de este país y de repente nos abrazamos llenos de amor?
¿Por qué, Presidente, no reflexiona en estos días de fin de ano? ¿Por qué no invita a los más destacados y sinceros de sus conciudadanos a charlar, debatir, escucharse, con dignidad y humildad de parte y parte? ¿A que tiene miedo? Nadie de nosotros quiere una guerra civil, ¿usted si?
Espero, por la paz de estos días festivos de fin de ano, que no. Y este es mi deseo para usted.
