Mapa de los buenos tiempos
“La caridad bien entendida empieza por uno mismo”
Graham Swift, Fuera de este mundo, 1999
(%=Image(6053403,»L»)%)Equilibristas por la intemperie de liderazgo, los venezolanos vivimos en un hilo que amenaza con desgarrarse en cualquier instante, pues aquí los eventos más elementales, requeridos para el funcionamiento del país, han dejado de suceder. Esta ausencia de default político-económico, que cae en cascada desde el vacío institucional de la actual Administración, tal vez es la que imposibilita la realización de acontecimientos más abstractos, de nuevos proyectos y planes de vida.
Más alarmante que el improvisado éxodo de venezolanos al exterior, es el malestar de los jóvenes que permanecen en el país, asfixiados por el enloquecido comportamiento de sus brújulas personales. A la reducción sistemática de plazas laborales se agrega la incertidumbre del siguiente escándalo de corrupción acompañado por la guerra de agendas del lado opositor.
“Saludos te manda la torpeza”, provoca decirles a oficialistas y escuálidos enfrascados en consolidar revoluciones y contrarrevoluciones mientras el país de las pequeñas cosas se viene al piso: comer bien es no menos azaroso que jugar al KINO, por lo que operaciones más exquisitas como vestirse, tomar un café o asistir a un chequeo médico escapan del mapa de vida de la clase media nacional.
Aunque la tristeza irradiada por Caracas se propaga a felices villorrios de la provincia, aún existen personas capaces de mantener un optimismo a prueba de (%=Link(«http://www.cadivi.gov.ve/»,»CADIVI»)%) e (%=Link(«http://www.tsj.gov.ve»,»impunidad judicial»)%) . Confieso que no conozco a ninguno, pero me han relatado historias de estos venezolanos capaces, todavía, de levantar paraísos artificiales para vivir ajenos al cotidiano show de avaricia e incapacidad. Hablar con ellos, sintonizarse con el país que ellos ven, sería una eficaz vía para escapar al ánimo derrotista.
Otra estrategia sería entregarse a la vida sin reglas, al consumo de objetos y alcohol en igual intensidad, pero (%=Link(«http://www.literatura.org/Sabato/Sabato.html»,»Sábato»)%) nos recuerda que “hoy el hombre no se siente pecador, se cree un engranaje, lo que es trágicamente peor”. No obstante, a pesar de la desaparición del aura del país, siento que aún es posible replantearse el bien a través del contacto humano, del diálogo familiar, de la discusión de ideas, por lo cual el Sr. Prudhomme decía, con sutil ironía, que “no conozco nada más grato que la charla con un amigo sobre cosas tristes”.
Y por allí va la cura, en hacerse de un mapa (yo no lo tengo aún, envíalo a mi correo si lo encuentras antes) para regresar a los buenos tiempos. Éste, debo acotar, me aseguran que no está impreso en papel, sino en algunas personas que nos rodean, sólo es cuestión de afinar el instinto y de recordar las palabras de (%=Link(«http://www.booksfactory.com/writers/camus_es.htm»,»Albert Camus»)%) : “Hay seres que justifican el mundo, que ayudan a vivir con su sola presencia”.