Maduro: el breve
Sí Chávez no regresa Maduro no aguantará la presión. Tiene tamaño pero no tiene el porte necesario para contener a un país que pasa por una profunda crisis política y económica. Sí Chávez regresa, tendrá que devolverle el coroto y la fantasía de Maduro se acabará más rápido que un bizcocho en la puerta de una escuela.
Los problemas economícos y la presión de un país que pide noticias sobre Chávez lo llevarán derechito a una encrucijada que difícilmente pueda resolver. Recordaremos muy pronto al rey de los carolingios: Pipino el breve.
Cada hora que pasa crece la presión de un país para conocer detalles acerca de la salud de Chávez. La última noticia, hace cinco días, reportaba un Chávez “estacionario y asimilando tratamiento”. Ayer jueves diez de enero, en una entrevista por radio, el Ministro de Comunicaciones, Ernesto Villegas, repetía exactamente los mismos términos, sin ninguna información adicional. La información es un consumible que se agota pronto y requiere ser renovado. Aquí no se está pidiendo una información que pueda negarse por mucho tiempo y será necesario que este gobierno provisional lo entienda.
Este país requiere una verdadera unidad nacional, que se desprenda desde un verdadero dialogo, para poder levantar su torcida economía. Comenzó con mal pie este sobrevenido gobernante si en su cabeza tiene clara la necesidad de este dialogo. Expropiando, arrebatando, gritando, insultando y despotricando no logrará este “gobierno” reconstruir el aparato económico, la inversión productiva, el abastecimiento y el necesario progreso ¡Cuánto les cuesta entenderlo! A Chávez le toleraron los errores y carencias, pero tengo serias dudas de la paciencia del pueblo para con sus segundos. Le quiero ver la cara a los guayaneses cuando entiendan que este país no tiene dinero para enjugar las cuantiosas pérdidas que se han producido en la industria básica.
Los venezolanos que creemos en Venezuela no podemos permanecer callados ante la forma irresponsable en que el gobierno echa a un lado la opinión y el merecido respeto de casi la mitad del país. Me gustaría saber que hizo la Cancillería Venezolana para defendernos y protestar ante la grosera intervención del presidente de Nicaragua en el show que montaron ayer frente a Miraflores. Eso es intervencionismo del más rancio que uno puede escuchar.
Me gustaría saber que sucedería si me paro en una tarima y le digo el equivalente a los diputados del congreso boliviano o cubano. Creo que los chavistas perdieron toda racionalidad y el entreguismo los ha cegado por completo. Si Maduro quiere que lo respete, yo aspiro que defienda mis intereses como venezolano.
Comienza el conteo, no será muy largo.