Luis Acuña Cedeño: Yo soy autonomista
En Venezuela no sólo los tiempos cambian, sino que los signos de estas mudanzas son abruptos y contundentes. Por ejemplo, el Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior (MES) funciona en el edificio que una vez albergó al otrora poderoso Banco Unión. Así, en esas oficinas que antes escondían secretos financieros, ahora se planifica, discute e implementan políticas públicas destinadas a redimensionar la universidad venezolana. Para lograr estos cambios, el presidente Hugo Chávez designó a Luis Acuña Cedeño (Físico de la UCV, investigador y asambleísta por el MVR) como el nuevo Ministro de Educación Superior.
Nos atendió apenas solicitamos la entrevista y afirmó, “quiero expresar mi reconocimiento al periódico Letras, es un medio que valoro y espero que siga siendo vanguardia del periodismo universitario”.
– ¿Cómo se siente un investigador y docente universitario al frente de la gestión global de la educación superior venezolana?
– Toda la vida he sido un universitario. He sido profesor, investigador y político universitario. Mi desempeño siempre ha estado allí, aparte del carpintero que soy. Mientras me desempeñé en la Asamblea Nacional trabajé en dos áreas muy ligadas a la actividad universitaria, que son Ciencia y Tecnología y Educación. Ahora que estoy aquí, al frente del Ministerio, he tratado de mantener el diálogo con los mismos interlocutores de siempre, mis colegas universitarios, las autoridades, los gremios, los estudiantes… Uno de los mensajes que siempre les he enviado es que el problema de la educación en Venezuela no es el problema del ministerio, sino es un problema del sector y el sector somos todos, incluido el periódico Letras.
– ¿Cómo recibe a las universidades venezolanas?
– En el caso de las instituciones nosotros percibimos como el debate, en lo que tiene que ver lo universitario, se ha desviado a veces por lo político, a veces no sólo es que se ha desviado, sino que no ha existido polémica ni el debate interno. La universidad se ha rezagado mucho, se ha transformado en una institución muy conservadora y eso no es bueno. No importa cuales sean los planteamientos lo importante es que haya una apertura de la universidad. Los gremios universitarios preocupados siempre por un asunto que tiene que ver con recursos, pero nunca con lo que tiene que ver con el crecimiento de la universidad.
– ¿Hacia adónde apunta la educación superior en el país bajo su gestión y que estrategias implementará para alcanzarlas?
– Lo que nosotros hemos estado tratando de hacer, en el poco tiempo que tenemos aquí, es lograr que el proyecto Alma Mater sea una conexión entre las necesidades que derivan del Ministerio de Planificación y Desarrollo, las políticas que surgen del Ministerio de Ciencia y Tecnología para apoyar todo lo que son planes de investigación y desarrollo y las políticas del MES en la formación de los nuevos profesionales que se requieren en esos proyectos. Tenemos la necesidad de que esas tres cosas apoyen el nuevo país que imaginamos, un país donde prevalezca el individuo. Trabajamos no en función del mercado y el capital sino en función del ciudadano. Es lo que se entiende como el nuevo socialismo, en ese sentido uno de los nortes del MES es dignificar más al hombre, tratar de que la educación superior no sea de elite sino que sea para todos los ciudadanos.
– Hace unas décadas la matriz de opinión es que no hacían falta tantos universitarios, sino técnicos especialistas, ¿Qué opina sobre eso?
– Yo creo que el país en su desarrollo necesita universitarios, todos los habitantes del país tienen el derecho de ser universitarios y que sea de todos ellos de donde se escojan los que requiere el desarrollo. Yo no voy a excluir a unos para que no sean universitarios y le voy a dar el chance a otros para que lo sean, porque eso es excluyente. En nuestra opinión, el plomero o carpintero que va a mi casa, que seguramente gana más que un profesional, también tiene derecho a ser profesional.
– ¿Qué se puede hacer para que las universidades sean más competitivas nacional y globalmente?
– Un tema que debería debatirse, porque se usa la palabra, pero no se define, es la calidad. Nosotros decimos que tenemos que formar a los profesionales de calidad que requiere el país y el Ministerio lo ratifica. Pero yo quisiera que hagamos un debate porque para mi calidad tiene que ver con pertinencia. Para nada nos sirve un profesional que sea formado en el mejor laboratorio, pero que no sea pertinente a la sociedad donde se va a insertar, porque será de calidad para otro país, pero no para Venezuela.
– Usted hablaba de pertinencia ¿cómo conectamos eso con la municipalización y las aldeas educativas?¿Qué es exactamente eso?
– Es un paradigma del gobierno del presidente Chávez el cual yo comparto y en el cual estamos trabajando con fuerza, en el sentido de que teniendo por norte universalizar la educación superior, estamos conscientes que sería imposible llevar a todos los estudiantes a los campos universitarios porque no caben. ¿Cómo hacer para que tengamos más cobertura? Bueno, en vez de hacer que los muchachos vayan a la universidad, la universidad se vaya donde están ellos. El MES está trabajando para poder abrir esos ámbitos de trabajo. Aulas con las condiciones adecuadas para la administración de educación superior, pero vamos a necesitar que las universidades digan “mis profesores ahora tienen la voluntad de salir a dictar clases en esos espacios donde sí podemos hacerlo”. Seguramente vamos a tener mayor cobertura y por otro lado vamos a resolver un problema importante en la universidad actual, que es el traslado de un estudiante de su sitio de origen a otro lugar lo cual significa costos que a lo mejor la familia no puede cubrir porque es residencia, es transporte y todo lo que significa una movilización.
– ¿Esa municipalización respondería a conectar esa enseñanza con las prioridades de la zona o el estado?
– Tiene dos efectos. Primero, eso hay que hacerlo con la misma calidad de cualquier campo universitario tradicional, eso no está en discusión. Eso nos da además de esas ventajas, que tienen que ver con lo socioeconómico y con la capacidad de dar cobertura, de que efectivamente una de las cosas que ha venido pasado con la profesionalización en Venezuela es que tú sacas a alguien de su ámbito, lo trasladas a otro, lo formas y resulta difícil que el individuo se devuelva. Pasa con los médicos y con otros profesionales que son requeridos en el campo y que una vez que se vienen a la ciudad, digamos que el sistema los centrifuga y los absorbe. Nosotros necesitamos formar a la gente del campo en el campo, para que no lo abandonen. Uno de los programas bandera del ministerio es el de Medicina Integral Comunitaria, el médico que se forma allí es escogido de ese barrio para que se forme y se quede allí. Con eso no queremos decir que ese individuo no pueda crecer, no pueda tener un carro y no pueda tener una casa mejor, sólo que no se desvincula del espacio social en donde vive.
– ¿Diversos actores de la comunidad universitaria afirman que la autonomía se ha mermado desde el 2001 mediante el control presupuestario y las elecciones de las autoridades universitarias por parte del ejecutivo nacional. ¿Hay autonomía y qué relevancia tiene la autonomía dentro del Tercer Motor?
– Yo te voy a ser sincero: yo no tengo absolutamente nada contra la autonomía. Yo soy constituyente. Soy responsable por lo que está escrito en la Constitución. Absolutamente responsable, en eso trabajé, eso lo defiendo. Pudiera decir que soy autonomista. Yo no creo que el problema es con la autonomía porque si tú me dijeras que alguien cuestiona que se mandó a nombrar unas autoridades y esas autoridades no debieron nombrarse, deben ser electas, a lo mejor eso es verdad. Yo lo que quisiera preguntarte es: ¿y es que tenemos el estado perfecto en las universidades donde se han electo las autoridades? ¿No será que en algunas universidades donde las autoridades han sido electas el asunto es peor que donde han sido señaladas?
Yo no creo que eso es un problema de autonomía. Si eso fuera verdad, si por elegir se hicieran las cosas bien, nosotros eligiéramos. Pero cuando el Ministerio decidió intervenir a las autoridades en algunas universidades, fue porque con las elecciones la cosa no se resolvía y se iba para atrás. Yo creo que es un asunto de la práctica más que del concepto de autonomía que yo defiendo. Hay cualquier cantidad de cuestionamientos de las autoridades electas por el funcionamiento que allí hay, por los supuestos manejos que allí hay, por las supuestas fallas de la institución. No quiero decir que autonomía es elección, simple y llanamente autonomía es la capacidad de poder gestionar del que está allí enfrente de eso. A lo mejor uno coloca una autoridad, pero le da plena autonomía para que él ejecute, el tiene sus autonomías. Hay muchos elementos. Yo creo que en este tema hay mucha manipulación en el sentido de lo que eso significa. Creo que ese es uno de los debates importantes. El manejo eficiente de los recursos, que es tema de autonomía, yo quisiera saber si se toca o no se toca. El tema de la planificación universitaria para adaptar la institución a las realidades del país, eso es autonomía, eso no está pasando. Nosotros tenemos cualquier cantidad de iniciativas, por ejemplo, en el tema de formación de educadores. Cada universidad decide como forma al educador sin que se haya hecho una conexión con el MES a los efectos de saber cuál es el educador que se necesita. El concepto de autonomía a veces se utiliza y se utiliza bien, sin embargo, como no hay coordinación con el país en el que vivimos, pues resulta a veces en la anarquía.
– La inseguridad es los campos universitarios oscila entre apariciones y desapariciones. A veces resulta que es más peligrosa la UCV que sus alrededores ¿cómo implementar una política de seguridad universitaria sin tocar su autonomía?
– El tema de seguridad es un tema de país y los campos universitarios no dejan de ser parte del país. Y si nosotros tenemos una descomposición social, pues ésta, si así fuera, está desparramada por todo el país incluido el campus universitario. Si uno es malandro no se quita el sombrero de malandro y pone el de universitario, cuando pasa de la puerta para adentro. Entonces ese es un tema difícil, porque atacar ese problema es atacar el problema del país. Yo creo que si lo de que se trata es de, porque así entendí la pregunta, que es lo que vamos a hacer para poner mayor seguridad en los campos universitarios, bueno allí está la autonomía. La universidad es autónoma en decidir como funciona internamente y creo que parte de lo que no se ha debatido y no se ha hecho en la propia universidad es como la propia comunidad universitaria pueda hacer su propio resguardo, porque se observa en algunos casos que muchos de los hechos delictivos que se producen en la institución se producen de parte de gente que es miembro de la propia comunidad. Allí hay muchas variables y creo que lo primero que hay que hacer es que en ese pequeño espacio rodeado de una cerca, donde hay profesores, estudiantes y autoridades haya un acuerdo interno a ver en que medida esa seguridad se puede ampliar. En base a eso se puede solicitar al Estado que apoye.
– ¿Qué impacto esperan de la implementación de la cátedra abierta de Moral y Luces en las universidades nacionales? ¿Cómo implementarlo en forma motivadora y no como una imposición? Esto viene a colación pues entrevistamos a una muestra de los mejores estudiantes del país y un 60% está de acuerdo con ésta.
– El colmo sería que la universidad en una acción reactiva a lo que ha sido una iniciativa del presidente Hugo Chávez diga yo no me meto en eso. El colmo sería que la universidad no implante dentro de sus programas la Cátedra de Moral y Luces. Yo creo que incluso debería dar vergüenza que no fue la universidad la que lanzó a la calle un programa de éstos, sino que tuvo que esperar que fuera el presidente Chávez el que lo hiciera. Esa es una tarea del universitario, moral y luces, hacer de toda la patria una escuela. Un tema que no merece comentario. La universidad debe ser el primer espacio de moral y luces del país.
– ¿Cuántas universidades no inscritas en el CNU están funcionando? En el caso de los postgrados, según el mismo CNU un 76% no están acreditados…
– Primero, no debe haber ninguna universidad que no esté inscrita en el CNU porque si la hay está funcionando ilegalmente. Nosotros tenemos algunas situaciones de universidades extranjeras que han venido, han publicado un aviso en la prensa y comienzan a dictar clases. Todo eso es ilegal y le genera una situación de estafa a quienes allí se inscriben. Nosotros hemos realizado tres CNU en lo que va de año y allí hemos trabajado ese tema para tomar decisiones al respecto.
Lo de los postgrados es otra de las situaciones que está sucediendo. Cualquier postgrado tiene que estar acreditado por el CNU y estar autorizado para funcionar. Lo que ha estado pasando es que a algunas instituciones le aprueban un postgrado en su sede de Caracas y entonces se lo llevan a cualquier otra sede del país. Por supuesto son ilegales, ¿por qué? Porque cuando tú acreditas un postgrado es porque tiene las aulas adecuadas, la biblioteca adecuada, el número de PhD que requiere, el número de Master que requiere, el número de licenciados que requiere en Caracas, pero eso no es verdad en Mérida, Cumana o Maracaibo. Es por eso que deben producirse las correspondientes solicitudes al CNU para que verifique , ya que le interesa que esos postgrados existan y se dicten para que la sociedad tenga oportunidades de estudio.
– En el caso de la UNELLEZ, donde el rector comenzó a crear núcleos en diferentes estados, me supongo que con la muy buena intención de llevar precisamente la universidad a donde estaba la gente, eso causó diferentes problemas. Esa situación ¿se ha repetido o se mantiene?
– Esa situación se ha controlado. No escapa que en alguna parte pueda suceder. Ahí es donde uno se debate entre lo legal y lo justo. La constitución en el país ya no es una constitución sólo de derecho, sino que es de derecho y de justicia. Entonces, cuando una institución ilegalmente abre un espacio, inscribe a unos estudiantes y comienza una carrera y el Ministerio se da cuenta, si actúa por lo legal, la elimina ¿y quién pierde? Los estudiantes. Entonces allí hay que trabajar con los dos conceptos. ¿Qué es lo que hay que hacer? Chequear que se hizo bien y tratar de subsanar eso. Por supuesto, llamando las atenciones y poniendo las penas que tenga que poner a quien hizo las cosas mal hechas. Se prefiere salvaguardar la integridad de los estudiantes.
– Le preguntamos a un grupo de estudiantes sobre qué le preguntarían al Ministro de Educación Superior si lo tuvieran al frente:
1. ¿Qué becas están otorgando y cuál es el mecanismo?
– El Ministerio tiene como ente adscrito a la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho. En este momento está abierto el programa para la adjudicación de 26 mil becas, de las cuales 1000 becas son para postgrado y el resto para pregrado. Creo que es una oferta como nunca se había hecho en el país
2. ¿Qué se entiende por educación socialista?
– Creo haberlo dicho ya. Es aquella que forma a un ciudadano, que privilegia al hombre y a la sociedad por encima de cualquier otro concepto, llámese mercado, llámese capitales. Ese es el ser social.
3. Las pruebas de actitud, ¿se eliminan o modifican?
– Las pruebas de aptitud desaparecen como tales y desaparecen junto con ellas todas las pruebas internas de todas las instituciones para crear un nuevo sistema de admisión que permita incorporar a todos los estudiantes en las diferentes modalidades que aspiramos estén listas para el año que viene. A lo que me refiero es que efectivamente esperamos que se implante la educación municipalizada, semi presencial, la educación por medios tecnológicos, la educación que pueda ser brindada los fines de semana. Todo aquello que con calidad pueda dar respuesta a las necesidades educativas y que no sea absolutamente tecnológica. Nosotros no somos partidarios de que se deshumanice la educación. La educación siempre debe brindar la posibilidad de un encuentro. Un encuentro del estudiante consigo mismo, con sus profesores y facilitadores. En el porcentaje que así sea necesario, pero que no se deshumanice. Yo en lo particular no soy partidario de la educación que pueda brindarse sólo por la vía de un computador.
– ¿Este sistema sería administrado por el CNU?
– Este sistema lo estamos trabajando en el CNU, sin embargo, le hemos pedido colaboración a los rectores y estamos trabajando. Todavía no tenemos un sistema establecido, pero no será el tradicional de adjudicar a los estudiantes en los campos que tenemos sino la apertura hacia muchísimos otros espacios incluido la Misión Alma Mater.
– ¿Eso va a aplicar a universidades públicas y privadas?
– La educación privada es una potestad que tienen los privados, así lo establece la Constitución.
4. ¿Cómo alinear la educación privada con este principio socialista sin violentarla?
– Lo que pasa es lo siguiente: la educación privada es sólo la competencia que le da el Estado a un particular para que administre los programas oficiales. Los programas oficiales, son los programas oficiales. El mismo castellano y la misma geografía que se dicta en un colegio privado se dicta en un colegio público.
– En colegios es más evidente ¿pero en universidades también es así?
– En universidades debe ser así porque todos esos programas son aprobados por el CNU. Lo extracurricular no está privado. Los programas oficiales son los programas oficiales, esos hay que dictarlos. Extracurricularmente las instituciones están liberadas para, dentro de lo que es la libertad de cátedra, establecer sus propios programas. Por ejemplo, en uno de los grandes debates, la educación religiosa, un colegio católico les podrá dar a sus estudiantes el catecismo, pero antes debe cumplir con el programa oficial.
Entre juguetes y matemáticas
Luis Acuña Cedeño (El Palenque, Estado Sucre) es físico egresado de la Universidad Central de Venezuela (1972) con un PhD en la University of Western en Canadá. Ha sido Decano de la Universidad de Oriente, investigador del Conicit, miembro de la Asamblea Nacional Constituyente y ha publicado más de 14 libros. Alterna su oficio de universitario con la pasión por la fabricación de juguetes, la cual fue reconocida con el Premio: Invención del Juguete Nacional (1987), “tengo todas mis máquinas porque cuando me jubile volveré a fabricarlos”, comentó en esta entrevista.
Artículo escrito para la revista (%=Link(«http://eresuniversitario.com/»,»Letras»)%)