Los policías del Fiscal
Durante mucho tiempo dará que hablar el caso “Kennedy” y ojalá no volvamos a lo mismo, muchas discusiones, muchas recomendaciones y muchas promesas, para al final, dejarlas en el olvido, y todo, como siempre continuará igual. Esta ha sido nuestra desgracia, porque en materia de policía el poder está compartido y la responsabilidad, de ex profeso y malignamente diluida, de tal manera que es imposible encontrar responsables cuando ocurren hechos como el que aludimos.
El FGR ha descubierto el agua tibia y para eludir su responsabilidad, ha inculpado del hecho a la diversificación de la ejecución material de la acción policial. Es decir, “las policías de investigación penal (léase CICPC) no están bajo su mando”. Pero imaginémonos lo que ocurriría, si él pudiera dirigir los cuerpos u órganos de investigación, como dirige y maneja los fiscales del Ministerio Público. No hay dudas, cuando nos percatamos de los personajes involucrados nos damos cuenta que no es un problema de dirección o comando, sino de desviación del poder “revolucionario”. No hace falta que él dirija a estos “investigadores”, ya que ellos, con la purga que han hecho, tienen un esquema ordenado, “defender la revolución y los revolucionarios.” Es para algunos de ellos (porque muchos actuaron profesionalmente sin saber que había trampa) lastimoso, que haya tantos testigos no manejables ni sobornables y mas aún, familiares adoloridos, que no pueden pasar y mucho menos aceptar la “siembra de evidencias”, porque en Venezuela no somos Cuba, donde todo padre o hijo deben inclusive ofrendar sus vidas en aras de la “revolución”. No hay ideología si no hay “misiones” y “papa” para matar el hambre. Ningún venezolano es tonto para admitir que “es malo ser rico” o en contrario, “es bueno ser pobre”. Honesto si y honrado, pero no “pendejo” De allí que, aunque los amenacen, mientras más humildes sean los agraviados mas honrados serán para desenmascarar las trampas “revolucionarias” O es que creen que son tontos para no darse cuenta de las pintas y perfumes que usan los “revolucionarios” con sueldos súper millonarios en todos los poderes.
Creen que engañan a los humildes diciéndoles que estuvieron presos durante meses y hasta años, como declaran, pero nadie se lo cree. Solo saben que llevan ya siete años matándolos de hambre alimentándolos con mentiras y discursos. El pueblo sabe lo que es una visa y un pasaporte. También sabe lo que son los dólares y les cuesta creer que un “revolucionario de cuello blanco” llore por una visa para pasear por tierras del “imperio” o que se peleen por una embajada para recibir su sueldo en dólares. Que bueno que hayan luchado y peleado por poner al aire el canal de la Asamblea Nacional TV, para así disfrutar de las “ricas expresiones y brillantes discursos revolucionarios”, que complementan las hastiantes, pero “necesarias” cadenas.
Muy bien, pronto entrará en discusión de nuevo la Ley de Policía Nacional. Ojalá que no le pase lo que a la Ley de Policía Federal, que discutida, aprobada y archivada. Poco pito tocaba en ella el Fiscal y debe irse preparando, porque lo que viene es candanga, puede que hasta con burundanga, cuando se enfrenten al desastre organizacional que han hecho con los órganos del Poder de Policía, muy bien estudiado, poco comprendido y muy mal manejado. Bueno, no hay que especular, ocurrirá lo mismo que con la “flamante constitución”, mucha salsa, pero poco pavo. Al final, comprendieron que la salsa no era para el pavo sino para la pava. O lo que es lo mismo, existe para enseñarla en formato pequeño, pero se viola como si fuera grande.
Veamos, ¿Cómo resolver el problema de la Guardia Nacional? que con la nueva constitucional, donde la construyeron como un monstruo en letras chiquitas, pero dejó de ser fuerza militar y de ser policía. Es decir, ni es chicha ni es limonada. Como dijimos antes, es una cenicienta después de medianoche. Por lo que se oye, sería eliminada orgánicamente, como está ocurriendo, para pasarla nuevamente como un “servicio” de la FAN, para que cumpla funciones policiales, como es su especialidad, que no puede compartir con la Policía Militar y con la DIM, ya que ninguna de las dos son órganos de policía, a pesar del último párrafo del artículo 328 de la Constitución que es muy claro: “La FAN podrá ejercer las actividades de policía administrativa y de investigación penal que le atribuya la ley”. No hay dudas, la ley le atribuye estas funciones a la GN y solo por interpretación podríamos deducir funciones de investigación penal a la Policía Militar en materia disciplinaria, si nos acogemos a la Ley de los Órganos de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas. En cuyo caso, estaría subordinados funcionalmente al fiscal del ministerio público Y aquí, otra pregunta: ¿Pasarían la GN y la Policía Militar a depender del FGR? Al menos, funcionalmente es posible, como lo establece la ley última mencionada en cuanto a los órganos de apoyo en la investigación criminal, como siempre ha sido con la GN.
No hay dudas, cuando el FGR habla de las policías, solo puede referirse al CICPC, que es el órgano principal en la investigación penal, no así a los otros órganos que solo son auxiliares y de apoyo. De lo contrario, imaginémonos al FGR, “comandando” a la GN, la DISIP, las policías regionales, estadales y municipales. No incluimos a la DIM, por cuanto, como hemos dicho, no es un órgano de policía sino de “inteligencia militar” que no tiene porque estar involucrándose dentro del poder de policía. Habrase visto mayor error en la operación Kennedy, de civil, con capuchas (anónimos), con armas de guerra y montando alcabalas. Para colmo, apoyados ilegalmente mediante engaño por el CICPC y por un funcionario de Policaracas. El caso amerita revisión, porque ante el engaño de la DIM, la confusión involucro a otros funcionarios. Pero lo que no debe pasar es el acto de “fusilamiento” o “remate”. Esta es la investigación que debe dirigir la Fiscalía.
