Opinión Nacional

Los gays son personas normales

La palabra del idioma inglés gay (plural gays), que significa literalmente: alegre, festivo, feliz, fue escogida por los estadounidenses para decir que una persona es homosexual, sin que suene, feo, rudo u ofensivo—y esta acepción fue aceptada gustosamente por las personas homosexuales.

Durante milenios; principalmente debido a las escrituras religiosas de las tres religiones abrahámicas (judaísmo, cristianismo e islam), este tipo de comportamiento sexual fue considerado tan aberrante y un pecado tan grave que era (y aún lo es hoy en algunas partes del mundo), castigado con la pena de muerte. Posteriormente permaneció durante muchas décadas en los libros de medicina como un desorden psiquiátrico—que posteriormente fue eliminado como un tipo de enfermedad mental—y hoy en día la ciencia ha comprobado que el comportamiento sexual homosexual—no solo entre los seres humanos, sino entre numerosas especies de insectos, peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos; aunque generalmente observado en minúsculas cantidades de cualquier población animal (incluyendo a los humanos), es algo natural y normal.

Esto es debido a que el comportamiento sexual (heterosexual, bisexual, homosexual, transgénero u de otro tipo) es gobernado por los genes; es decir, tanto lo heterosexuales como los no heterosexuales nacen así—y no pueden ser “curados”, porque no están enfermos, ni convencidos de “abandonar ese ‘estilo de vida’ ’”, porque es una parte natural, normal e innata, de lo que ellos son—y que para nada les impide desempeñarse con excelencia en cualquiera de las actividades y ocupaciones en las que se desempeñan las personas heterosexuales; ya sea en el campo de las humanidades, de las artes o de las ciencias.

Finalmente, el comportamiento sexual homosexual no es contagioso, ni puede ser impuesto a una persona que no es homosexual, sin que importe la técnica, procedimiento o forma de intentarlo—tanto es así que la homofobia y la intolerancia que ha existido y aún existe en el mundo hacia las personas homosexuales es debida a que a los heterosexuales, este comportamiento les parece pecaminoso, aberrante, repulsivo y contrario a sus valores morales fundamentales.

Pero la realidad es, que el comportamiento sexual animal (que incluye a los simios llamados seres humanos u Homo sapiens sapiens), es tan diverso como las infinitas frecuencias del espectro electro magnético:
Espectro electro magnético

(Desde las ondas de radio hasta los rayos X y rayos gamma e incluyendo a la luz visible a los ojos humanos)

Pero que en el caso del comportamiento sexual, éste oscila entre los célibes y los extremadamente mojigatos, hasta la ninfomanía, el sadomasoquismo, la adicción al sexo y los extremadamente perversos—tanto entre los heterosexuales, como entre los homosexuales, bisexuales y transgéneros (trasformistas)—la diferencia entre un homosexual y un transgénero consiste en que los homosexuales están felices con la anatomía con la cual los dotó la naturaleza; mientras que los transgénero se sienten como una mujer “atrapada” en el cuerpo de un hombre o un hombre “atrapado” en el cuerpo de una mujer—pero ambos se sienten sexualmente atraídos por la persona del mismo sexo al cual ellas sienten que pertenecen.

Es decir, los gays son personas normales.

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