Los dos miedos
Es cierto que los países americanos buscan la democracia, pero también es
cierto que no necesariamente la quieren o la logran. Cuando Lula estaba
siendo ungido como presidente de Brasil dijo, esencialmente, que si
Chávez caía le podría después tocar el turno a él (Lula) también. Fue
sorprendente semejante declaración por todo lo que envuelve, pero no es
inaudita porque Lula es de un país con una tradición monárquica y
militarista, país que, cuando se resbale Lula, va a imponer sus
tradicion sin esperar un referendum.
Ninguno de los presidentes del continente desean que en alguna de las
frecuentes crisis que ocurren a lo largo y ancho de estas tierras, se
les fabrique una huelga general y se les quiera derrocar. El ejemplo de
la oposición democrática de Venezuela, por tanto, no les resulta del
todo muy agradable. Así se alimenta el concepto de que a un gobierno
elegido se le debe mantener a toda costa, no tanto porque ello sea
democrático sino porque de esa manera todos se cuidan las costillas,
especialmente si hay reelección.
A los EEUU les puede interesar que todo el continente se enrumbe
democraticamente, pero creer que va a hacer lo imposible para lograrlo,
por razones políticas exclusivamente, es una quimera. Al fin y al cabo
ya se acabó la guerra fría.
¿Representa un régimen castrista algún peligro? Sí, pero para el
desarrollo de los países de Latinoamérica porque les trae empobrecimiento y si no
hay real no hay compras en USA. Eso le importa a EEUU y por ello pueden
tratar de neutralizar a ese tipo de régimen.
En términos de real, lo importante es que haya comercio internacional y
que los productos de todos los paises se intercambien. Todos ganan en
ese proceso, pero ganan más los que más pueden y los EEUU pueden más que
los demás.
Tampoco hay que imaginar que a los EEUU les conviene que los paises
latinoamericanos formen un emporio industrial que de verdad compita y
haga temblar a las industrias americanas. NO.
Entonces, a los EEUU les interesa que el desarrollo de los latinos sea
mas bien modesto, que permita buenos ingresos para que alcancen y puedan
ser usados para compras en USA. Por tanto, su cooperación con LA no
puede ser ni mucha ni tan poquita, como es tradicional desde los sesenta en
adelante.
Por consiguiente, si los Castros y Chávez y demás testarudos
incompetentes del continente se esmeran en destruir paises creyendo que
los podran reconstruir a su manera, terminaran todos inexorablemente
como terminó Cuba y eso significa que terminaran comprándole con ruegos
al país que ellos tanto detestan sin poder venderle nada importante (ni
siquiera el petróleo venezolano, que eventualmente va a dejar de ser
imprescindible para EEUU). En la medida en que destruyan paises en esa
medida los hacen mas dependientes de EEUU. ¿Cachicamo trabaja pa’ lapa?
Claro!!! La famosa brecha se agranda aun más. Y el corral de atrás
seguira siendo tal.
¿Cuál es la solución? Impedir que los castros, los chávez y demás
majaderos se impongan.