Opinión Nacional

Los desafíos de la universidad I

Cómo desconocer que en estas últimas décadas estamos todos sujetos a otro tipo de retos, quizás menos dramáticos y coyunturales que los de la ultima década de siglo XX y primeros años del siglo XXI, donde destacan las guerras “localizadas”, pero de impacto global incierto, la lamentable destrucción del ambiente, la presencia de basureros mundiales, la desertificación de la tierra, la contaminación de aguas y de atmósferas, el desempleo, las migraciones multitudinarias, las epidemias, el descontrol de la experimentación biológica, la globalización económica-política y cultural que prácticamente afecta todo, aunado a la automatización tecnológica, la tecnocratización del poder entre otros.

Estos fenómenos y cambios registrados implican desafíos para las universidades, principalmente por ser estas aparte de un baluarte y recurso de primera línea en nuestros países, son sin lugar a equívocos las instituciones de conocimiento, bueno es recordarlo en esta etapa de discursos antieuniversitarios por parte de algunos sectores del país, la universidades tienen la función primigenia de generar, transmitir críticamente, aplicar y conservar el conocimiento. Función en la cual, desde sus orígenes medievales, las universidades se plantean un saber indivisible y omnicomprensivo.

La globalización, la revolución científica y tecnológica y la aparición de la sociedad de la información, convergen en un hecho histórico de gran amplitud. Pudiéramos asumir que las universidades pierden crecientemente el monopolio del conocimiento que pasa en muchos lugares a las empresas y a otras instituciones especializadas en investigación. Y ahora la sociedad pide cuentas a la Universidad en cuanto prestadora del servicio educativo. Ciertamente la Universidad venezolana debería estar más consustanciada y en sintonía con el país y la sociedad, la Universidad no puede eludir su relación con su entorno y su responsabilidad con el país, más que en ningún otro momento ella debe jugar un papel estelar como generadora de ideas, debates, certidumbre y proyectos en todos los ordenes.

Debido a la continua renovación del conocimiento, y a diferencia de hace unos 35 o 40 años, hoy es evidente para todos que la educación es un proceso continuo a lo largo de la vida. La educación señalo un historiador colombiano “va desde la cuna a la tumba, ya no hay estaciones fijas, ni una estación final que solía ser el título que otorgaban las universidades” Además, el conocimiento se diversifica aceleradamente. Surgen nuevas especializaciones y sub-especialidades.

Estamos ante un crecimiento incontrolable por parte de las universidades y además de esto, de un crecimiento cuya tasa real de absorción es extremadamente baja. Esto le da fuerza a la afirmación según la cual cuando alguien recibe su título académico de algunas carreras, algunos o muchos de sus conocimientos ya son obsoletos. En estas condiciones tenemos la obligación de repensar cómo se va a hacer la transmisión crítica del conocimiento, de la cultura y de los valores a las nuevas generaciones y por tanto pensar en las reformas de las curriculas.

Ahora que estamos próximos a un proceso electoral universitario, sería oportuno detenernos un tanto a evaluar la realidad de la Universidad que tenemos, los desafíos y retos que tenemos, y finalmente y no menos importante los proyectos y ofertas de los distintos candidatos y equipos a optar por la dirección de la Universidad. El momento es estelar y debemos responsablemente asumirlo en la etapa de reestructuración que vive el país, la región y la Universidad respectivamente.

(*) Politólogo – Magíster en Ciencia Política

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba