Loqueras bolivarianas
El plan de inversiones 2006-2010, la entrada al Mercosur, el mayor nivel de endeudamiento y la regaladera de dinero a gobiernos y políticos extranjeros son algunos de los temas que permite calificar al actual gobierno como el de las loqueras bolivarianas.
Comencemos por el fantasioso plan de inversiones por cien mil millones fuera del presupuesto nacional. Sí este para el 2006 se sitúa en cuarenta mil millones de dólares, estaríamos añadiendo veinte mil millones más, que ni el BCV, ni PDVSA, ni Fonden están en capacidad de aportar. Pero aún suponiendo que la maquinita de imprimir billetes funcionase, en que proyectos se invertiría y donde está la participación privada. Recordemos que el sector privado a pesar del cerco jurídico institucional al cual está sometido, contribuye todavía para este año, con más del 75% al crecimiento estimado del PIB y a la generación de empleo formal.
El anuncio oficial respecto al Mercosur, muestra como la política económica bolivariana, margina al sector productivo. En ningún momento los principales agentes económicos del país han sido consultados sobre el impacto que tal medida habrá de tener sobre sus operaciones. Se sabe que Venezuela, hoy más que nunca convertida en nación importadora, se comprometería bajo los esquemas aduaneros del Mercosur, a abrirse aún más a la producción extranjera en perjuicio de la nacional.
El manejo de la deuda pública, es tan irresponsable que en la oportunidad que los precios petroleros se estabilicen la nación habrá de pagar un alto costo en términos de ajustes, que como siempre ocurre afectará en mayor grado a los menos favorecidos. El incrementar la deuda externa, es inconcebible en momentos que las arcas públicas están repletas de recursos financieros. Todos los analistas coinciden en que lo más aconsejable sería, liquidarla en vez de refinanciarla.
Por último la regaladera de dólares, a cambio de favores políticos, mediante jugosos contratos y cuestionadas operaciones financieras a China, España y Argentina, o de apoyo con recursos por identificación ideológica, a Castro, Morales y Ortega, reflejan las prioridades del gobierno bolivariano: exportar su revolución sin importarle las penurias del venezolano, mientras internamente, la propaganda oficial miente, se maltrata a las instituciones y se persigue a la disidencia política.