Lo que le pido al Año Nuevo
Quiero repetir lo que años atrás escribí por estas fechas porque, en esencia, son deseos que perduran y se hacen insustituibles en el tiempo.
Cada año que termina queremos olvidar lo malo, recordar lo bueno y hacer propósitos para materializar metas que soñamos. Hay metas personales, familiares, profesionales, que nos proponemos y logramos. Son las que en gran medida dependen de nosotros mismos. Otras, que a lo mejor por circunstancias ajenas no logramos obtener y algunas que desearíamos se alcanzaran pero que no dependen directamente de cada uno.
También existen algunas metas que en algún momento, cuando logramos escapar de nosotros mismos, desearíamos se plasmaran en la realidad, aunque no nos toquen la piel directamente. Son aquellas que nos mueven la sensibilidad de nuestro ser humano y nos llegan al corazón como un reclamo. Esas metas, esas ilusiones que pueden ser verdades tangibles, piden a gritos el esfuerzo de algunos que tienen en sus manos la capacidad de convertir esos deseos y esperanzas en realidades.
Es a estas últimas que quiero referirme especialmente, a los sueños que muchos tenemos y que esperamos puedan materializarse en el 2008 para bien de toda la humanidad.
He aquí lo que le pido al Año Nuevo:
Al Año Nuevo le pido fertilidad para obtener comida y saciar el hambre de los que no tienen que comer.
Al Año Nuevo le pido un techo suficientemente grande para resguardar a los que no tienen casa.
Al Año Nuevo le pido que se multipliquen las medicinas, las vacunas y las curas para tantas enfermedades.
Y también le pido millones de pares de zapatos para cubrir los pies cansados de los emigrantes que caminan buscando un lugar pacífico para vivir.
Al Año Nuevo le pido cobijas para calentar corazones ásperos por la tristeza y sombreros de alegría para olvidar las preocupaciones.
Al Año Nuevo le pido muchos papás y mamás para los niños huérfanos.
Al Año Nuevo le pido escuelas para enseñar a amar.
Y también le pido campos minados de universidades, de tecnología, de sabiduría para avanzar.
Al Año Nuevo le pido que no haya más guerras ni bombas nucleares ni armas químicas, y en su lugar, quiero que haya muñecas, trencitos y pelotas.
Al Año Nuevo le pido que los ancianos nos transmitan su conocimiento y que los jóvenes se involucren en las decisiones trascendentales de sus países.
Al Año Nuevo le pido que no haya presos, ni perseguidos ni refugiados, en su lugar, le pido que haya seres libres, promotores de justicia y de paz.
Y también le pido que los gobernantes se ocupen de sus pueblos y de los pueblos de los demás.
Al Año Nuevo le pido que las familias rotas se reconcilien, que hagan las paces, que se abracen.
Al Año Nuevo le pido que los valores como el respeto, la tolerancia y la paz se conserven, se afiancen y crezcan.
Al Año Nuevo le pido que la prensa mundial no encuentre ni una sola mala noticia y, en su lugar, nos brinde a diario un libro hermoso que leer, melodías alegres que escuchar y bellezas de todas partes para ver.
Y le pido también que nos conserve la fe en Dios, y nos ayude a rezar, a querer y a hacer.
Al Año Nuevo le pido que los hijos tengan padres en quienes confiar, con quienes conversar y a quienes amar, para sentirse seguros, apoyados y queridos.
Al Año Nuevo le pido que no haya pobres, ni analfabetas ni aquejados por la desesperanza, en su lugar quiero músicos, artistas y expertos en sonreír.
Al Año Nuevo le pido que la naturaleza sea más grande, más hermosa y más compasiva, y que los mares se calmen y los vientos nos acaricien.
Y también le pido que nos deje ver el sol a pesar de las dificultades.
Al Año Nuevo le pido que aprendamos a servir a los demás.
Al Año Nuevo le pido que vivamos menos apurados.
Al Año Nuevo le pido que nunca estemos demasiado cansados para jugar con los niños.
Y también le pido que siempre tengamos tiempo para visitar a los abuelitos.
Al Año Nuevo le pido que no haya divorcios sino uniones.
Al Año Nuevo le pido que cada niño que nazca venga con un pan bajo el brazo.
Al Año Nuevo le pido que no haya drogas, y en su lugar se siembren trigo, verduras, alimentos.
Y también le pido que se lleve las epidemias, el sida y el cáncer.
Al Año Nuevo le pido que no nos cansemos de estudiar, ni de trabajar, ni de investigar.
Al Año Nuevo le pido que nos enseñe a divertirnos, a tener buen humor y a ser generosos.
Al Año Nuevo le pido que nos enseñe a ser solidarios, amables y pacíficos.
Y también le pido que nos enseñe a ser equilibrados, prudentes y justos.
Al Año Nuevo le pido ingenieros para construir puentes de tolerancia.
Al Año Nuevo le pido arquitectos de afecto.
Al Año Nuevo le pido maestros de cariño.
Y también le pido médicos para curar almas.
Y también le pido que nos dé la fuerza y la voluntad para convertir esos sueños en realidad.