Listas negras
En Venezuela acaba de regularse la inclusión en listas negras de personas naturales y jurídicas que sean sospechosas de participar o financiar al terrorismo, sin protección adecuada al inocente frente al error.
Me explico: entre 1999 y 2001 el Consejo de Seguridad de la ONU elaboró dos resoluciones y una lista de personas vinculadas con el terrorismo internacional del talibán. Estas resoluciones y otras posteriores procuran impedir el apoyo económico al terrorismo.
Con 13 años de mora, en Venezuela se acaban de dictar dos regulaciones para autorizar el bloqueo de los activos de cualquier persona, natural o jurídica, sospechosa o cuyo nombre se parezca al de quien se crea que participa en actos terroristas. Igualmente, se faculta al Estado para hacer nuevas listas, las cuales no refieren de manera alguna al listado que ha venido depurando el Consejo de Seguridad desde 1999.
La normativa venezolana es inconstitucional, está mal redactada, mal coordinada con las resoluciones de la ONU, con errores técnicos y deja problemas de fondo muy graves y que amenazan los derechos humanos de inocentes. Uno de ellos es que el procedimiento que fija es diferente al que estableció la ONU. O sea, aquí se supedita a los buenos oficios y diligencia del Ministerio de Justicia y la Fiscalía para acceder a los medios de defensa de la ONU.
La defensa de cualquier persona incluida en las listas de la ONU por error puede hacerse directamente y por vía electrónica ante el Ombudperson, una institución exclusiva de la ONU, inspirada en el Ombudsman escandinavo. Una simple mirada a su eficiente trabajo, da cuenta de las actualizaciones de la lista hasta el 05/10/2012. Así las cosas, las listas negras contra el terrorismo son de terror.