Opinión Nacional

Las diez plagas

Hubo una vez hace algunos milenios un país llamado Egipto donde gobernaban
los faraones. Éstos, según la religión que profesaban los egipcios, eran
hijos de Ra, el dios Sol. Demás está decir que con un papá como ése, eran
los dueños y señores de la vida y haberes de todos sus súbditos. Pero había
algunos de estos que eran doblemente súbditos por su condición de esclavos y
entre ellos estaba una minoría: los judíos. Según narra la Biblia, una madre
judía acomodó a su hijo recién nacido en la ribera del río Nilo para impedir
que fuese ejecutado, de acuerdo con la orden del faraón de turno de liquidar
a todos los varones judíos apenas nacieran. La hija del faraón que en ese
momento tomaba su baño en el río vio al bebé, lo rescató, lo llamó Moisés o
sea salvado de las aguas y desde entonces fue criado como un príncipe. Según
las malas lenguas que nunca faltan, Moisés era el hijo bastardo de la
princesa. Pero fuese así o lo bíblico, tuvo hasta la edad adulta todos los
privilegios cortesanos que hoy en Venezuela se reservan a los elegidos del
entorno presidencial.

No se sabe muy bien por qué un buen día Moisés se hartó de los maltratos y
humillaciones que sufrían sus hermanos judíos excluidos y subyugados por el
faraón y decidió exigirle que los dejara salir de Egipto. Y es fácil
imaginar la indignación que aquello causó al soberano, tanto que si en
aquellos tiempos hubiese existido la televisión y un programa llamado “Aló
Faraón”, no cabe duda que su actor principal lo habría dedicado a burlarse
de Moisés y a humillarlo públicamente.

Pero resulta que aunque el faraón se creía el hijo de dios no lo era por la
simple razón de que el sol o Ra, tampoco era dios. El Dios verdadero
estableció contacto directo con Moisés para ayudarlo en la tarea nada fácil
de sacar a los judíos de Egipto. Y para ello le envió a los egipcios las
diez plagas que obligaron al faraón a cumplir los deseos divinos expresados
por intermedio de Moisés. Es lo que se inscribió en el Antiguo Testamento
como el Éxodo, conocido además como el primer movimiento de liberación
nacional en la historia de la humanidad.

La historia nunca se repite de manera idéntica y tampoco los acontecimientos
bíblicos, pero sirven de enseñanza sobre todo a quienes pretenden erigirse
en faraones y son luego destronados por la furia de los oprimidos. Los
escépticos seguramente afirmarán no creer en ese cuento de las diez plagas,
aunque hasta los científicos han procurado explicarlas; pero otras plagas
pueden juntarse para vencer a los faraones o similares. Veamos por ejemplo
las que sufrimos aquí mismito en Venezuela, son muchas pero procuraremos
enumerar las más desesperantes y las que podrían llevar al pueblo venezolano
-no a su propio éxodo- sino a provocar el éxodo del faraón y sus secuaces.

1ª La delincuencia (atracos, secuestros, violaciones, asesinatos) amparada
por la indiferencia y la desidia oficialistas.

2ª La violencia que cobra cada día decenas de víctimas, especialmente entre
los más pobres y los más jóvenes. Las madres, los padres, las parejas y los
hijos de esas víctimas saben que jamás se hará justicia. Esos muertos ni
siquiera merecen que sus nombres y rostros aparezcan en los medios de
comunicación.

3ª La siembra del odio entre los venezolanos desde que el faraón local nos
dividió entre los que existen y son personas: sus seguidores, y los insectos
que se mueran y se pudran, los opositores.

4ª La desaparición de los alimentos básicos de los mercados, abastos y hasta
en Mercal, el centro de enriquecimiento ilícito de unos cuantos vivos y de
distribución de alimentos (cuando queda algo) a la población mas necesitada.

5ª El tráfico infernal en Caracas y principales ciudades del país, detonante
de una agresividad muchas veces asesina y de enfermedades físicas y mentales
¿Sus causas? No solo el volumen inmenso de nuevos automóviles sin que se
desechen los que son chatarra, sino el estado deplorable de calles, avenidas
y carreteras hundidas, llenas de huecos y algunas intransitables. Los
alcaldes no existen y el Ministerio de Infraestructura (minpopoinfra) que
hace apenas dos o tres años pavimentó la Cota Mil de Caracas, la ha dejado
en el más lamentable abandono, hoy está nuevamente llena de huecos y baches.

6ª La anarquía general de un país en que las policías y los jueces solo
existen para hostigar y perseguir a los opositores políticos. Nadie respeta
los semáforos ni las colas y cualquiera grupo de más de diez personas y
perteneciente al target chavista, puede obstruir avenidas y causar un caos
con absoluta libertad.

7ª Los motorizados, clase sociopolítica empoderada por la revolución
chavista y autorizada para golpear con sus cascos los vehículos que no les
permiten el paso, romperles los espejos retrovisores, cerrar avenidas porque
alguno de ellos fue detenido y hasta atropellar transeúntes..

8ª El uso y abuso de las cadenas presidenciales, con las que se pretende
explicar lo ya inexplicable, culpar a gobiernos que no lo son desde hace
nueve años, a conspiradores que no existen y al ataque de un Imperio que lo
que único hace es comprarnos petróleo.

9ª La regaladera de dinero a países de América y hasta algunos mucho más
ricos que el nuestro, cuando aquí campean la pobreza y las necesidades de
toda índole.

10ª La pretensión de que un pueblo vote para su propia condena a la miseria y
a la pérdida de la libertad, lo que se convertiría en la demostración más insólita de
masoquismo y de vocación suicida colectivos.

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