Las Declaraciones de Jefes de Estado y Cancilleres
Las declaraciones dadas en Guyana por el presidente Chávez, avaladas por su recién inaugurado canciller (%=Link(«http://www.unesco.org/delegates/venezuela/em_perez.htm»,»Pérez»)%) , en cuanto a que Venezuela no objetaba posibles desarrollos de Guyana en la zona reclamada por Venezuela, nos hacen recordar otras “gaffes” diplomáticas que ha tenido graves consecuencias. Una de ellas fue la declaración del ministro de relaciones Exteriores de Noruega, M. Ihlen.
Uno de los casos más célebres de la extinta Corte Permanente de Justicia Internacional fue el del Status Legal de Groenlandia Oriental, Dinamarca v. Noruega (1933). Noruega había confirmado oficialmente su toma de posesión de la parte oriental no colonizada de Groenlandia, mediante una declaración del 10 de julio de 1931. Dinamarca, que tenía colonias a lo largo de toda la isla, le pidió a la Corte Permanente de Justicia Internacional que declarara inválida la declaración de Noruega. D.J. Harris, al analizar casos de Derecho Internacional, nos dice lo siguiente sobre el reclamo de Dinamarca contra Noruega:
Si bien Dinamarca no había colonizado la parte oriental de Groenlandia, la Corte halló suficiente evidencia de su reclamo y del ejercicio de soberanía estatal sobre el área durante muchos años para mostrar que había establecido título sobre la misma en la “fecha crítica”, a saber 10 de julio de 1931, cuando Noruega había formulado su pretensión. En la historia reciente, la evidencia consistía, desde 1814 hasta 1915, en tratados que se aplicaban a Groenlandia como un todo (lo que mostraba la “voluntad e intención de Dinamarca de ejercer soberanía”), el otorgamiento de concesiones para comercio, etc., en la parte oriental de Groenlandia y legislación que establecía la extensión del mar territorial. A partir de 1915 y hasta 1931, consistió en medidas tomadas por Dinamarca para obtener título sobre la parte oriental de Groenlandia que fueron reconocidas por otros Estados, así como en diversos actos de administración y legislación. Durante ambos períodos, hubo expediciones noruegas que a veces habían pasado el invierno en Groenlandia oriental, habiendo levantado una estación de radio y otras edificaciones. Dinamarca había protestado contra la erección de la estación de radio. La Corte halló que las pruebas eran suficientes para establecer la soberanía de Dinamarca a lo largo de los años indicados…” (1)
Si bien las pruebas aportadas por Dinamarca de por si bastaban para que la Corte decidiera como lo hizo, es importante destacar, como lo hace la propia sentencia, el efecto que tuvieron las declaraciones que, en julio de 1919, había formulado el Ministro de Asuntos Exteriores de Noruega, M. Ihlen, al Ministro danés, en el sentido de que “…los planes del Gobierno Real [Danés] respecto de la soberanía sobre la totalidad de Groenlandia…no encontrarían dificultades por parte de Noruega”. (2) Esa declaración del Ministro noruego es descrita en la sentencia de la Corte como la “declaración de Ihlen”. Como bien puede verse, la “gaffe” de Ihlen fue una gran ayuda para Dinamarca.
Sería bueno que el novel canciller y el comandante con ínfulas revolucionarias estudiaran bien los precedentes del derecho internacional antes de formular declaraciones comprometedoras.
Notas:
1) D.J. Harris, Cases and Materials on International Law, Third Edition (4th impression). Sweet & Maxwell, London, 1989, p. 162.
2) Ver Legal Status of Eastern Greenland, Permanent Court of International Justice Judgment, April 5, 1933
Series A/B. No.53 (Denmark v. Norway) en (%=Link(«http://ksumail.kennesaw.edu/~cli/green.htm»,»http://ksumail.kennesaw.edu/~cli/green.htm»)%).