La vibrante unidad tachirense
Corresponderá a los investigadores e intérpretes del futuro indagar el actual proceso unitario de la oposición tachirense, por las particularidades y condiciones que ha revelado. Por lo pronto, solo cabe aplaudir el empuje, el sentido de responsabilidad, la coherencia y la profundidad que ha alcanzado camino al triunfo de César Pérez Vivas en la gobernación de tan importante entidad federal.
En varias ocasiones hemos atestiguado el esfuerzo que se adelanta y, más allá de San Cristóbal, nuevamente recorrido a San José de Bolívar, Queniquea, La Grita, Potosí de Uribante o El Piñal, para constatar la vibrante campaña electoral de una oposición que tiene una exacta medida de sus responsabilidades históricas, amalgamando los esfuerzos tan necesarios para derrotar los abusos centralistas de un proyecto totalitario en curso. La unidad conquistada con muchísima comprensión y aguante, con optimismo y esperanza que galopan sobre los Andes venezolanos, ahora representada por Pérez Vivas, seguirá vibrando como ejemplo de lo que somos capaces cuando concretamos las básicas coincidencias a favor de la democracia y de la libertad.
La presente, no es una nota de ocasión. Escribimos, es cierto, apenas llegando de viaje, pero deseamos insistir que toda obra de ingeniería política hacia el porvenir deberá pasar y registrar las ventajas obtenidas en el Táchira cuando, por la vía democrática, se ha edificado una unidad convincente y fiable que la hubiésemos deseado en otros lugares del país con la misma solvencia y eficacia.
Tenemos derecho al optimismo, por lo que el 23 de noviembre asistiremos a un acto masivo de reivindicación de nuestros derechos a la libertad y a la democracia, desarrollo económico y equidad social. Somos un pueblo capaz de escribir hermosas páginas en el combate cívico que hemos desplegado frente al totalitarismo en marcha.
Una nota de tristeza: nos acercamos al Zulia, junto a César Pérez Vivas y la dirigencia demócrata-cristiana de la UCV para asistir a las exequias de Julio Soto, quien fuese secretario juvenil nacional de COPEI cuando activamos en su máxima instancia de dirección y presidente de la FCU-LUZ. Rechazamos y condenamos la tragedia. En Venezuela no podemos habituarnos a la pena de muerte que de hecho se ha impuesto. Oramos por el eterno descanso de Julio.