La tarea
Al observar el éxito de las Primarias, el ascenso de Henrique Capriles y la fortaleza de Pablo Pérez en el estado con mayor peso electoral del país, los estrategas brasileños apelaron a impulsar la Misión Lástima como último recurso propagandístico para detener la caída inminente de Hugo Chávez Frías.
Lograron cambiar el escenario político e inclinar la balanza hacia la enfermedad del Presidente al punto que su caso es materia de seguimiento y difusión por parte de medios nacionales y extranjeros.
El candidato Henrique Capriles Radonsky pasó a un segundo plano ante la magnitud nacional de tener un mandatario enfermo de cáncer y cuya suerte es impredecible. Era lógico desde todo punto de vista: de su suerte personal y de su destino político porque los venezolanos nos condolemos ante la tragedia propia y ajena.
Ante esa circunstancia de jugarse el gobierno nacional a Rosalinda con la exageración de la Misión Lástima, hasta convertirla en un elemento electoral y estratégico, es necesario retomar la agenda de la elección presidencial como elemento político clave.
Preocupa Chávez. Sí, pero más preocupante es el destino del país.
La tarea inmediata es estimular a los jóvenes a inscribirse en el Registro Electoral Permanente (REP), proceso que mantiene en silencio el CNE quizás con el interés de evitar la avalancha de nuevos votos que se sumarán a la opción de Capriles Radonsky.
La nación requiere que los jóvenes se involucren y participen en orientar su propio destino, el cual pasa por la decisión política de votar el próximo 7 de octubre y, en ese sentido, todos quienes aspiramos a un país distinto debemos colaborar.
Por otra parte, la Mesa de la Unidad Democrática debería anunciar formalmente el inicio de la campaña de respaldo a HCP para impulsar la esperanza, el camino a seguir trazado por Capriles Radonsky, quien tiene un formidable piso de respaldo nacido de las Primarias.
Es necesario concentrarse en el trabajo electoral, el cual contempla mancomunar el trabajo de los partidos y de las instituciones de la sociedad civil en pos de buscar masivos apoyo de diversos sectores – incluido el chavismo – para poder ganar la Presidencia y rescatar las libertades, la democracia.
Chávez y su enfermedad seguirán siendo elementos de la coyuntura política pero una nación no depende exclusivamente de la suerte de una persona ni se termina porque su Presidente enferme, deje el poder o pierda las elecciones.
Lo relevante es dedicarnos a lo trascendental mientras Chávez mejora de salud (así lo esperamos). Trabajar por Venezuela para que haya un camino de paz, progreso y convivencia pacífica en los términos consagrados en la Constitución, las leyes y Dios, como máximo guía de nuestras acciones. La tarea es necesario asumirla y dejar a un lado esa estrategia brasileña de ahondar en la Misión Lástima porque, en el fondo, lo verdaderamente lastimoso es el estado de destrucción de Venezuela.