La se paración de las elecciones
Ciertamente la V República nos ha dado muchas sorpresas y sobre todo nos ha dejado bien claro lo ineficiente que pueden ser algunos personeros e instituciones en la gestión de gobierno. En el breve tiempo que tiene de nacida la criatura (República Bolivariana de Venezuela) se ha hecho y deshecho, se han irrespetado todos los lapsos, canales, procedimientos y facultades. Se violó lo hemos señalado no sólo la moribunda, sino la bolivariana que ustedes mismos sancionaron y promulgaron. Además como nunca antes en nuestra historia republicana no se pudo celebrar un proceso electoral acordado para el pasado 28 de mayo.
Dicha decisión de aplazar los comicios tuvo un costo no sólo a nivel institucional, sino en términos económicos para el país. Sin embargo el llamado megadesastre, pica y se extiende. Nuestras autoridades están cometiendo un doble error (histórico):
En primer lugar, separar las elecciones (para el 30 de julio y el 01 de Octubre) con las consecuencias desastrosas y costosas que todos sabemos (50 millardos perdidos por la suspensión de las elecciones por una lado, más 80 millardos por otro para la realización de las dos nuevas elecciones).
En segundo lugar, se están burlando del pueblo venezolano y de una tal llamada “sociedad civil” de la manera más grosera, al darle la potestad a la Comisión Legislativa Nacional (Congresillo), en nombre de una soberanía usurpada por unos cuantos aficionados comandados por Don Luis Miquelena de decidir el destino (forma y fecha) de las llamadas megaelecciones.
Nos preguntamos entre otras cosas que elementos y argumentos de peso privan y justifican tal decisión y atropello para los venezolanos. El congresillo , Miquilena y el mismo Chávez deben comprender que el avance democrático debe abarcar la democracia electoral que permita a los ciudadanos tener elecciones libres y ejercitar una ciudadanía plena sin dependencias ni subordinaciones, la ciudadanía política requiere un desarrollo en la ciudadanía social, en la participación y el ejercicio de los derechos políticos para el examen y la toma de decisiones de la vida pública y la gravitación de los ciudadanos en los órganos de gobierno y en la diversidad de las relaciones sociales, el compromiso del acercamiento con la tolerancia y la aceptación de los opositores políticos como interlocutores válidos, para obtener consensos reflexivos de equilibrio social.
Pareciera ser que si algo buscan los representantes de la V República es hacer colapsar no sólo a las instituciones sino al propio sistema democrático, lo peor del caso es conseguir todavía un pueblo que se niega a aceptar su error histórico de haber optado por la revolución pacifica de Hugo Chávez y más aún seguir manteniendo vivas las esperanzas de un verdadero cambio y progreso. El MAR DE FELICIDAD prometido por Hugo Chávez nunca llego. El MEGADESASTRE SI.
El actual CNE desde su presidente el Dr. Cesar Peña Vigas, pasando por cada candidato a cargo de elección popular y cada venezolano, debemos de tener muy claro la relevancia del venidero proceso electoral, y sobre todo que las elecciones deben ser auténticas, presentando una diversidad de opciones, candidatos, partidos y programas de gobierno, deben desarrollarse de manera transparente y controlada por los funcionarios, los ciudadanos y los observadores expertos y acreditados, partiendo de que los procesos electorales deben ser además correctos, sin vicios, desarrollarse regularmente, observando las formalidades, las elecciones también se requiere que sean competidas y concurridas para vencer la ausencia por impotencia ciudadana, el ausentismo por desinterés y la abstención por resentimiento, si los órganos electorales están controlados por el poder ciudadano y la imparcialidad, las elecciones resultarán confiables y aceptadas. Miremos es espejo peruano.
