La Ruta Totalitaria: Control absoluto de los medios de comunicación masivos
Tratar de silenciar la información, eliminar la libre expresión del pensamiento y continuar con el manejo del miedo mediante la inseguridad y la violencia es el objetivo que debemos detener los venezolanos
El actual régimen venezolano-cubano instalado en Venezuela controla, directa y/o indirectamente, el 95% en los espacios televisivos. Regenta 355 emisoras de las llamadas comunitarias. Dirige 115 medios impresos de circulación nacional y/o local. Ahora pretende apropiarse de más de 220 emisoras radiales AM y FM apoderándose de sus licencias torciendo el espíritu de las leyes e intervenir en la televisión por cable y las comunicaciones por Internet.
El 09 de julio de este año 2009 el ministro del Poder Popular para la Vivienda y Obras Públicas y presidente de Conatel, Diosdado Cabello, al hablarle a los diputados de la Asamblea Nacional (AN), afirmo que había que depurar el sector de telecomunicaciones., afirmando que el área relacionada con el uso del espectro radioeléctrico ha sido uno de los pocos sitios donde la revolución no se había sentido. En este sentido dijo que ha llegado la hora de hacerlo «para que la revolución se profundice y sigamos avanzando” eliminando “el latifundio radioeléctrico en el país”. Mas claro no canta un uro gallo.
Lo que no dijo el superministro es que la parafernalia mediática controlada por el oficialismo que el dirige, ostenta como blasón el mas bajo rating o valoración posible ante los minoritarios medios de empresarios privados.
La realidad, detrás de esta intervención es tratar de silenciar la información y eliminar la libre expresión del pensamiento y continuar con el manejo del miedo mediante la inseguridad y la violencia, para opacar cualquier intento de disidencia o discrepancia. Todo dentro del proceso hacia el totalitarismo.
El liberalismo, Adam Smith, postulaba que: «La primera obligación del soberano es la de proteger a la sociedad de la violencia». «La segunda misión es la de proteger, en la medida de lo posible, a todo miembro de la sociedad de la injusticia y la opresión de cualquier otro miembro de ella, o sea, la de establecer una adecuada administración de la justicia». “La tercera y última obligación es la de que el gobierno ha de intervenir en el mercado, pues hay instituciones y obras públicas cuyos rendimientos jamás podrían recompensar la inversión efectuada.”
Se trata de una arremetida dirigida contra los periodistas con el objetivo de impedir la información y la crítica. Se busca desinformar a la nación infundiéndole miedo por medio del terror y que los medios de comunicación dejen de informar sobre los hechos que se desencadenan en la realidad cotidiana.
Identificamos esta embestida como un evento mas en la ruta hacia el totalitarismo en el cual la libertad está seriamente restringida y el Estado ejerce todo el poder, sin divisiones ni restricciones, para exaltar la figura del personaje que domina la escena de caudillo, ejército y pueblo.