La protección y violación de los derechos humanos en Venezuela
Indudablemente el tema de los derechos humanos ha cobrado en la actualidad una importancia tremenda no sólo en ámbitos académicos e institucionales, sino además, en ámbitos y contextos cotidianos y comunales. La revalorización por decirlo de algún modo, del debate actual alrededor de los derechos humanos, su trascendencia, su protección, garantía y violación o irrespeto, coinciden con la globalización de la democracia, el auge de las instituciones y fundamentalmente de la ciudadanía como centro y objeto de los mismos.
Es una realidad inobjetable que antes del Estado, la sociedad, el sistema económico, las ideologías y para usted de de contar, debe admitirse desde una óptica un tanto humanística e incuestionable el acepta que antes de cualquiera de esos ordenes, categorías, procesos y sistemas nació y se consagró como entidad el ser humano. Por tanto, no pude no existir ni aceptarse ningún orden o sistema político, económico e ideológico, que desconozca, menoscabe o contrarié al ser humano como entidad dotada de derechos de carácter universal, innatos e inalienables.
De tal manera que en la actualidad es de suma importancia crear las condiciones no sólo para el fortalecimiento de los sistemas políticos democráticos, la propia sociedad civil, sino también y de forma especial, lo concerniente al fortalecimiento del Estado de Derecho, del régimen de libertades y la imperante necesidad de crear instituciones, organismos, mecanismos y una cultura en pro de la garantía y protección de los derechos humanos.
En ese orden de ideas asumimos a la dignidad de la persona como el rasgo distintivo de los seres humanos respecto de los demás seres vivos, la que constituye a la persona como un fin en sí mismo, impidiendo que sea considerada un instrumento o medio para otro fin. Tal dignidad se constituye en la fuente de todos los derechos humanos. Podemos sostener así que dada la primacía de la dignidad de la persona sobre los derechos, debe rechazarse el ejercicio de cualquier derecho u orden que suponga un atentado a ella. La dignidad de la persona constituye una barrera insuperable en el ejercicio de los derechos fundamentales, muy a pesar de que en la Venezuela contemporánea emborrachada con el elixir extraño e indefinible del socialismo del siglo XXI pretende por momentos desconocerse.
La Universidad de Los Andes, algunos de sus Facultades, Escuelas e Institutos juntos a quienes ejercemos el magisterio de la docencia en una Escuela de Derecho no precisamente en la Universidad Bolivariana, nos cuesta aceptar los informes y relatorías que se han venido produciendo por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDD) y los análisis muy serios de organismos como COFAVIC o PROVEA, para no hablar de Human Rights, donde nuestro país realmente aparece como uno de los países y sociedades con altos niveles de violación de ciertas garantías y derechos humanos.
Algunos autores a quienes nos adherimos señalan que el tema de desarrollo y subdesarrollo no puede en la actualidad únicamente en términos económicos, sino también en términos institucionales, en la medida de que contemos con un solidó Estado de derecho, instituciones, dependencias, procedimientos expeditos y otros, incluyendo unja cultura no la de la impunidad sino garantista por parte del Estado y los propios ciudadanos. De tal manera que nos parece sano para la civilización, el ser humano, los sistemas de protección de derechos humanos y para el propio país que no se asuman estos últimos como cuestiones secundarias y sin importancia por parte del Estado y gobierno venezolano respectivamente.
En fin, nadie se puede sentir orgulloso de cifras que denotan a veces la tendencia de que el Estado por acción u omisión termina siendo el principal agresor y criminal frente a sus conciudadanos. Preferimos un exceso de medios y nos unos medios censurados, cerrados, confiscados. RCTV no es de Marcel Granier es de toda Venezuela, la amenaza de cierre o confiscación de la concesión sustentado en supuestos aspectos técnicos – jurídicos constituye una de las perores violaciones y precedentes “nefastos” del actual gobierno. Veremos…