La piedrita en el zapato
Llegó pues la hora de la verdad, a ver si el Estado institucional, sí EL Presidente todo amor, el Comandante de la Paz, puede con el auxiliado y favorecido Estado paralelo auspiciado generosamente por la Revolución Bonita.
Allá están, en el orgulloso y otrora democrático 23 de enero las nuevas fuerzas del orden armado bolivariano que todo lo pueden y todo controlan. ¿Habrá algún ministraído presuntamente embraguetado y comprometido con las milenarias luchas de la Franja que pueda con ellas?.
Los ciudadanos queremos ver a nuestro apartado e invisible bermelloncito héroe de las fronteras con el Caguán, al mando directo de la unidad SWAT que arrebate la colina herética, asalte la fortaleza opositora y tome sumisos a los otrora leales al alcalde de todos los alcaldes, al que bernaliza sin misericordia urbanizaciones y parroquias, a los circulares fanáticos de la bonita insurrección.
Dicen que en el nuevo territorio autónomo y conquistado por las milicias del pedrusquito, del guijarrito, en fin, de la Piedrita, no habrá cédula bolivariana que valga ni misión gubernamental que se imponga, ni cantos al reaccionario estilo de ¡Uh Ah! Todo está proscrito y prescrito por el nuevo Ché del 23 ¿No pasarán! Esa es la consigna y la enseña llevada con municiones rusas a la práctica, y que conocen en oído y cuerpo los metropolitanos asignados a la justicia en interiores.
Sin referendo alguno – vaya paradoja – Los Picapiedras del Proceso han proclamado con las armas de la revolución – y no con los votos – la secesión de la Patria, la desmembración de la ciudad, el cisma de la comuna, la disolución del 23. ¡Razón tenía – como siempre – nuestro sabio Líder al denunciar insistentemente a los traidores autonomistas, a los separatistas financiados por el Imperio!
¡No se le ocurra caraqueño inadvertido, catiense despistado, ciudadano atontado, ingenuo vecino de la Avenida Sucre, circular por las calles y bloques del 23 sin su respectivo salvoconducto expedido por la nueva Misión Piedra Adentro, por los invictos insurrectos del proceso!
¡No Pasarán! Es el grito de guerra que las emisoras comunitarias difunden minuto a minuto y que los alzados apoyan con los fusiles soviéticos de rigor.
Ministraido en babuchas revolucionarias ¿Podrá UD con La Piedrita en el zapato?