Opinión Nacional

La paz de los Premios Nobel

La presencia en nuestro país de dos Premios Nobel de la Paz no puede pasar desapercibida. La celeridad de los acontecimientos internos que llaman nuestra atención, no debe permitirnos ser indiferentes ante la enorme importancia de su presencia en medio de la convulsión intestina en que nos encontramos. Es momento de hacer un alto en el camino y dar importancia a lo importante, porque la urgencia se ha convertido en una constante rutinaria de nuestra vida nacional.

Oscar Arias y Mijail Gorbachov nos brindaron sus Palabras para Venezuela. Ambos, desde su perspectiva, con el respaldo de su recorrido en la escena mundial de conflictos, ofrecieron su mensaje a un país sumido en la polarización y el radicalismo de los enfrentamientos que no ofrecen frutos para el desarrollo y la obtención de una paz duradera.

El ex-presidente Arias, según sus propias palabras, hizo de Costa Rica el “agente promotor de la paz y la democracia” en Centroamérica. Logró sentar a los presidentes de Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala para firmar la célebre Declaración de Esquipulas II sobre el Procedimiento para Establecer la Paz Firme y Duradera en Centroamérica. Con su vía pacifista, Arias pregonaba que las soluciones para la guerra civil y la falta de democracia, particularmente en Nicaragua, no pasaban por el derrocamiento armado del gobierno sandinista, sino por fórmulas de diálogo nacional e integral. El proceso de pacificación regional se logró progresivamente. Por su iniciativa y posterior gestión sobre este proyecto, el 13 de octubre de1987, recibió el Premio Nobel de la Paz.

Mijail Gorbachov ocupó sus días en materializar la Perestroika hacia el aperturismo democrático en distintos ámbitos, lo que desencadenaría en el desmoronamiento de la Unión Soviética en 1991. Logró el diálogo con los Estados Unidos y la firma en 1987 del primer Acuerdo de Reducción del Armamento Estratégico y Nuclear, acabando con la Guerra Fría. Otra de sus contribuciones a la paz se produjo cuando ordenó la retirada en 1989 de las tropas soviéticas de Afganistán, un conflicto enquistado en la política soviética que causó miles de muertes y padecimientos a ambos pueblos. Por todo ello, recibió el Premio Nobel de la Paz en 1990.

Dos ex – presidentes con visiones políticas diferentes, lograron sendos acuerdos de paz que aleccionaron al mundo entero sobre la posibilidad de lograr la concordia mediante el diálogo.

Arias repetidamente manifestó que el intervencionismo extranjero, de cualquier parte, al servicio de los intereses geopolíticos de las superpotencias no era la vía para solucionar problemas internos, y que debía ponerse en marcha un proceso de pacificación regional con los centroamericanos como únicos protagonistas y responsables directos de su éxito o de su fracaso.

Gorbachov, por su parte, demostró que la paz debe lograrse mediante el consenso de entendimientos multilaterales, toda vez que las sanciones ejecutadas a las naciones en conflicto conllevan un superlativo costo social para sus pobladores. Adicionalmente, rompió con las reservas que tenía Europa Occidental al momento de abrir su política exterior a las negociaciones.

Vistas estas actuaciones, cabría hacer un paréntesis de reflexión para llevar a Venezuela a recorrer la senda trazada, a finales del siglo XX, por hombres con ópticas diferentes que creyeron que la paz puede lograrse por el diálogo entre los pueblos y por la evasión de la guerra. Ojalá que, siguiendo esas directrices, pudiésemos recomenzar nuestra historia del siglo XXI y lograr la paz de los Premios Nobel.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba