Opinión Nacional

La metáfora

En artículos anteriores hablé de figuras retóricas de tipo sintáctico, o sea, que afectan la construcción de las frases u oraciones. Hoy voy a hablar de figuras semánticas, expresiones peculiares que se manifiestan, no en las estructuras del lenguaje, sino en su contenido.

La más común es la metáfora. Mucha gente cree que las metáforas son exclusivas de la poesía, pero no es así. Por supuesto que los poetas se valen mucho de ellas para escribir sus poemas, mas lo mismo hacen también los prosistas, cualesquiera que sean los géneros en que se expresen. Pero la metáfora no es una figura exclusiva de la literatura, y de hecho se da con frecuencia en el lenguaje común y corriente, aunque no siempre el que las emplee sabe o se da cuenta de que lo está haciendo.

En su definición más sencilla la metáfora lleva implícita una comparación entre por lo menos dos cosas, una de las cuales se calla. Cuando Alberto Arvelo Torrealba dice, en unos versos de Florentino y el Diablo, “vena en corazón de cedro / el bordón sangra ternura”, emplea varias metáforas, sencillas y muy hermosas. En primer lugar compara el bordón, la cuerda más grave del cuatro, con una vena, y luego amplía la figura comparando el cuatro con un corazón de cedro, aludiendo a que los cuatros llaneros suelen hacerse de madera de cedro. En el siguiente verso remata la figuración metafórica al decir “el bordón sangra ternura”, utilizando el verbo sangrar comparativamente, porque antes ha comparado el bordón con una vena, sólo que en este caso la “sangre” que emana de la cuerda es la ternura de su sonido grave.

Lo mismo podemos ver en unos versos de García Lorca, de su poema “La casada infiel”: “Sin luz de plata en la copa / los árboles han crecido / y un horizonte de perros / ladra muy lejos del río”. Aquí también la metáfora es múltiple. Primero se compara la luz de la luna, sin nombrar esta, con el brillo de la plata; luego se alude a la impresión psicológica que produce la oscuridad, mostrada en la frase “sin luz de plata”, mencionando el hecho de que, en las sombras, los árboles parecen más grandes. En los dos versos siguientes se usa otra metáfora, al referirse a los ladridos lejos del río, que se escuchan desde diversos puntos a la redonda, como si los perros estuviesen en todas partes, formando el horizonte.

En ambos casos se trata de metáforas literarias, y específicamente poéticas. Pero igual es en la prosa. Al comienzo de su novela Canaima Rómulo Gallegos dice: “Bandadas de aves marinas que vienen del Sur, rosarios del alba en el silencio lejano”. Aquí el autor menciona las aves que, en el amanecer, vuelan en formación lineal y las compara con un rosario. Y García Márquez, en Memorias de mis putas tristes, al describir una casa habla de “pisos ajedrezados de mosaicos florentinos”, para referirse a los cuadros del piso que semejaban un tablero de ajedrez.

Pero, como ya dije, la metáfora no se da sólo en los textos literarios, sino también en el habla común. Usamos constantemente vocablos que originalmente fueron metáforas, cuyo uso los fue lexicalizando como nombres comunes. Se llama falda al pie de una montaña, al compararlo con la falda de un vestido de mujer. Decimos pata del cerro, de un árbol, de la mesa o de un banco, por comparación con la pata de un animal. Llamamos sierra a una formación orográfica en la que los picos alineados de las montañas se asemejan a los dientes de una sierra de cortar. Asimismo se denomina mesa a una parte del relieve montañoso cuya forma plana nos recuerda al mueble así llamado.

Y en el lenguaje coloquial decimos de una mujer que tiene cara de luna por lo redondo de su rostro. O llamamos, en broma, pichón de poste a un sujeto muy alto y delgado, o forro de urna a un amigo de piel oscura. O decimos de alguien en situación riesgosa que está en tres y dos, comparando metafóricamente su situación con la del bateador, en el beisbol, que lleva en su cuenta tres bolas y dos strikes, y por tanto o le dan base por bola, batea o se poncha.

Todas estas son metáforas tan metáforas como las de tipo literario arriba mencionadas.

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