La Iglesia fija posición
El mensaje de la Iglesia a la Nación está pasando casi desapercibido, a pesar de su importancia excepcional. La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), por boca de su presidente, el Arzobispo de Cumaná Diego Padrón, lo dió a conocer el 19 de Enero. La prensa lo reseñó en forma bastante compendiada. Es importantísimo que el mayor número de venezolanos lo conozca y lo analice con detenimiento y en profundidad. Es peligroso continuar retardando el momento de tomar conciencia de que la soberanía nacional, y el nivel y calidad de vida de los venezolanos, está en gravísimo peligro.
De frente, sin circunloquios, la Iglesia denuncia que se está imponiendo el llamado “Plan de la Patria”, aprobado por la Asamblea Nacional en violación abierta de La Constitución. Ese plan contempla como uno de sus “objetivos históricos” continuar construyendo el Socialismo “Bolivariano” del siglo XXI, lo cual implica como objetivo nacional “propulsar la transformación del sistema económico para la transición hacia el socialismo bolivariano”. Todo esto es un galimatías y una falsificación histórica. Lo de bolivariano es simple irrespeto a la memoria de Simón Bolívar, tanto que cuando él vivió el socialismo como doctrina era todavía desconocido. Tampoco se le puede denominar “socialismo”, ya que con esta denominación se conocen gobiernos de muchos países, como Francia, en que el socialismo implica el pluralismo político e ideológico. Es simple y llanamente comunismo, tal como en arranque de sinceridad lo reconociera hace dos años Fidel Castro en entrevista concedida a una periodista norteamericana.
Quien le hace seguimiento al desarrollo político mundial, se da cuenta de que en este momento, Enero de 2014, no existe ningún régimen comunista en el mundo con excepción de Cuba y Corea del Norte. Desaparecieron los grandes partidos comunistas de Europa: el de Italia con su gran líder Palmiro Togliatti, el partido comunista francés con su gran líder Maurice Thorez y el partido comunista español con su gran líder Santiago Carrillo. Es más, el partido comunista en Rusia es hoy un mini partido. La conclusión obvia es que el “Plan de la Patria” haría de Venezuela otra Cuba, donde al cabo de 54 años de revolución castrista imperan la miseria y la opresión con un partido único, un pensamiento único y un líder único.
Los venezolanos estamos entregados a tiempo completo a hablar de diálogo. En cambio el gobierno está, también a tiempo completo, implantando con disimulo el fracasado modelo castrista.
