La hora de los alacranes
Los «alacranes» que rodeaban a Chávez y que, según el fallecido general Müller Rojas, lucían anodinos y agazapados ante la apabullante personalidad del Presidente a la espera de que llegara la hora propicia para tomar el poder, se salieron de sus «alacraneros» y andan enloquecidos clavando sus aguijones a quienes son un obstáculo para obtener ese poder a costa de lo que sea. Aunque Chávez dijo muchas veces que «la Revolución llegó para quedarse», tal propósito se tambalea ante la falta de carisma, ineptitud sucesoral y el»pescueceo» de quienes andan moviendo cielo y tierra para pescar en río revuelto: el sempiterno Diosdado Cabello (sin echar en saco roto a Arias Cárdenas) y el más reciente, Rafael Ramírez, de quien el colega Bocaranda reveló planes en los que no entraría Maduro.
El «heredero» quiere ser Chávez, pero no lo logra. «Ahora ha cambiado sus trajes por conjuntos deportivos como los que usa el Presidente y abraza gente en las calles. Su habitual discurso moderado ha cedido a agresivas arengas contra la oposición, denuncias de conspiraciones o de planes de atentados. Maduro ya no parece Maduro. Pero tampoco parece Chávez» (Agencia Reuters05-02-2013). Y esa es la razón del gozo de los alacranes. Los Castro comprueban que, ni repitiendo las tramposas condiciones que le dieron el triunfo a Chávez el 7-O de compra de votos, presión sobre listas de las misiones, becas y funcionarios públicos, regaladera de línea blanca, militares que sacaron por la fuerza a testigos opositores de los centros electorales y el fraude continuado del CNE rojito, incluido el plan morrocoy y estafeta obligatoria de «ayuda» al elector, habría seguridad alguna del triunfo de Maduro en las cercanas presidenciales. De ahí que el obediente Schemel recoja la orden de los Castro y recomiende «radicalizar y polarizar el país».
Dicho y hecho. La bancada roja en la AN comenzó una cacería de brujas contra diputados opositores con el fin de obligarlos a «saltar la talanquera» a cambio de no emprender contra ellos acciones por supuestos hechos de corrupción. Ojeda con su ambición de ser alcalde de Petare (ha sido derrotado 3 veces); Hernán Núñez, extorsionado por una supuesta estafa inmobiliaria denunciada por la prensa del estado Sucre y magnificada en los panfletos rojos. Como Mardo y Marcano, de PJ, se negaron a declarar contra Capriles y Borges, anuncian que los pondrán presos por «corrupción» inexistente. Mardo recibió discretos aportes de privados para su campaña hace más de dos años que no declaró porque, de haberlo hecho, hoy las empresas estarían «expropiadas» y sus propietarios presos. Marcano, por un caso ya juzgado a su favor hace cuatro años. En ninguno ha habido daños al patrimonio público, así que no hay delito. En cambio, contra el acusador Diosdado Cabello hay 17 denuncias por daño patrimonial al Edo. Miranda de Bs. 480 millones que no han sido investigadas y esa AN presidida por él, ignoró 434 casos de corrupción presentados en 2012, a los que se añade la negativa a investigar escándalos como los $800 mil del maletín, Pudreval, saqueo a fondo de jubilados de Pdvsa, empresas de Guayana, los más de $70 mil millones dados a sus compinches externos, etc., etc…
Chávez eliminó las asignaciones que el Estado daba por ley a los partidos políticos (aportes que existen en todas las democracias del mundo). Así que, a partir de 1999, mientras el chavismo utiliza delictivamente recursos públicos para sus campañas electorales, los opositores tratan de conseguir ayudas privadas, cada vez más difíciles, a causa del terrorismo de Estado ejercido contra los donantes. Ahora el objetivo es doble: eliminar al adversario con mayor opción, Henrique Capriles, y tener las dos terceras partes de la AN con las que podrán nombrar un CNE más rojito que el anterior, contralor, magistrados y aprobar tantas leyes habilitantes como quieran. Después irán contra los demás opositores. A tres rectores del CNE -entre ellos al único independiente, Vicente Díaz- se les vence su período el 28 de abril. Todo planeado. El único que no tiene suplentes es Vicente Díaz, así que, como hicieron con los jubilados del TSJ, citarán ilegalmente a los suplentes, todos del PSUV. La rojita Sandra Oblitas ya anunció que «no habrá nuevos rectores del CNE antes de las municipales de julio».
«Si las instituciones del Estado estuviesen al servicio de la patria y no del PSUV -escribe magistralmente Luis J. Semprún- quedaría demostrado que los dirigentes del chavismo se han convertido en los hombres más ricos de América Latina, pero no por los aportes que reciben de particulares, sino por el asalto descarado a las arcas del Estado». Bueno sería que Capriles y la MUD denunciasen ahora todos y cada uno de esos «asaltos».