La gente, la gente, ante toda la gente
¿Dónde está la riqueza?
Cuando pensamos en riqueza, usualmente nos imaginamos dinero, joyas, yates, fábricas, oro, petróleo, tierras y otra gran cantidad de objetos materiales. Pocas veces asociamos la idea de riqueza a la gente misma, a la calidad de los hombres y mujeres que nos rodean. Y resulta que esa es la mayor riqueza con la cual puede contar sociedad alguna: la calidad de su gente. Así, la principal riqueza de la que dispone Venezuela hoy somos nosotros mismos, la gente: Usted, sus hijos, todos nosotros.
Que la gente no piense en sí misma como la principal riqueza del País es comprensible. Hasta no hace muchos años los economistas consideraban que los factores más importantes que inciden en el crecimiento económico de un país son variables económicas como el ahorro. La teoría básicamente explicaba que si la población ahorra e invierte bastante, se acelera el crecimiento económico, pero la calidad del factor humano, la calidad de la gente, estaba fuera del análisis. No es sino desde hace relativamente poco tiempo que se ha comprendido lo extraordinariamente importante que es para el desarrollo de un país la calidad de su gente. Por eso ahora se habla del capital humano, precisamente para significar que se trata también de un tipo de capital, de un tipo de riqueza, la riqueza más importante y valiosa de todas*1.
¿Qué quiere decir que una sociedad cuente con gente de calidad? y más aún, ¿es acaso posible mejorar la calidad de la gente? Contar con gente de calidad significa contar con gente educada y saludable. Gente educada significa personas que disponen de los conocimientos y habilidades necesarios para desempeñarse exitosamente en los diferentes ámbitos de la vida; como trabajadores, como padres, como ciudadanos. Gente saludable significa personas que están bien alimentadas y libres de enfermedades serias o recurrentes que los incapaciten para desarrollar todas sus potencialidades físicas y espirituales. Mientras más educada y sana sea la gente, mayor es el capital humano con que cuenta un país; más rico es ese país, más posibilídades tiene de crecer y prosperar.
¿Cómo se forma la gente?
La manera más eficaz que las sociedades en todo el mundo han encontrado hasta ahora para formar mejor a su gente es a través de la familia, la escuela y el trabajo. Con respecto a la familia, existe hoy una revalorización extraordinaria y creciente de su papel en la formación de los individuos. Un número creciente de estudios ha encontrado que muchas conductas y aprendizajes se adquieren en los primeros cinco o seis años de vida, una etapa en la cual la influencia de la familia sobre el individuo es determinante. La arquitectura mental de los individuos se forma a una edad muy temprana.
La formación ética del individuo, tan fundamental para el bienestar de la sociedad, arranca en la familia. El sentido de responsabilidad individual, el aprendizaje de que muchas de las cosas que nos ocurren dependen de la conducta que como individuos asumamos y no del azar o la acción de terceros, se empieza a adquirir en la familia. La actitud de cooperación, de solidaridad, se comienza a enseñar y aprender en el núcleo familiar. ¿Cuánto del bienestar de la sociedad no depende de estos valores y conductas de los individuos? Ciertamente, mucho.
La creciente conciencia sobre la importancia de la familia como núcleo básico para construir una mejor sociedad, ha motivado a muchos países en el mundo a convertir su protección y fortalecimiento en uno de los objetivos más importantes de las políticas sociales. Así por ejemplo, se otorgan beneficios fiscales a los grupos familiares, se desarrollan programas de educación sobre paternidad y maternidad responsables, se crean y estimulan oportunidades para experiencias en familia, dentro de la escuela y en el trabajo, en las cuales se enfatizan los valores de la responsabilidad individual.
1. La Escuela*2
En lo que se refiere a la escuela, la experiencia internacional indica que más años de escolaridad y mayor calidad de la enseñanza es la fórmula más efectiva para formar mejor a la gente. Es ésta precisamente la tendencia en los países que más progresan en el mundo: la gente invierte más tiempo en su formación y esa formación es cada vez de mayor calidad.
La combinación de ambos elementos- la cantidad de años de escolaridad y la creciente calidad de la enseñanza- puede generar una enorme diferencia entre el capital humano de un país y el de otro. La gente con mayor formación está en mejores condiciones para adaptarse y asimilar los continuos cambios tecnológicos que se producen en todas las esferas de la actividad humana, incluyendo la producción. Esa diferencia de formación puede, por ejemplo, traducirse en diferencias en el rendimiento de los trabajadores. Por esta razón, podemos asumir que la diferencia entre la productividad de los trabajadores de los países desarrollados y la de los venezolanos se debe, en parte, a la diferencia de años de escolaridad entre unos y otros*3. Mientras que la fuerza laboral de los países desarrollados tiene en promedio una escolaridad de 12 años, la nuestra tiene una escolaridad promedio de alrededor de 8 años. Esto, sin entrar a comparar la calidad de la educacion que han recibido unos y otros trabajadores.
En las décadas de los sesenta y los setenta Venezuela realizó un gran esfuerzo para expandir la educación a todos los niveles, tal como lo revela el hecho de que a principios de los años 80 el porcentaje de la población en edad escolar*4 matriculada en el sistema formal de educación había llegado a 50 por ciento, con respecto al 11 por ciento que existía en 1935. Pero después de ese gran esfuerzo inicial parece que nos hemos desentendido del tema, como si la educación se hubiese vuelto irrelevante y superflua. Sobre todo, nos despreocupamos de la calidad de la enseñanza. Por ello, no es de extrañar la diversidad de reportes que hablan del marcado deterioro de la educación venezolana.
Un factor común a los países que han logrado progresar de manera continua durante décadas, como es el caso de los países del sudeste asiático y más recientemente de Chile, en América Latina, es la fuerte y permanente atención a la educación. Esa atención ha significado mucho más que la asignación de cuantiosos recursos financieros. Ha implicado también reformas innovadoras de muy diverso tipo que van desde la decisión chilena de aumentar en 25 por ciento el tiempo que los niños pasan al año en la escuela primaria*5, hasta políticas de remuneración y supervisión muy elaboradas en el caso de Corea.
La educación no sólo es prioridad para países emergentes que buscan dejar atrás el subdesarrollo. Es también tema central en el debate público de los países desarrollados, empeñados en mantener su competitividad y predominio en el mundo. El tema adquiere en la actualidad tal atención en los debates electorales, que recientemente una revista inglesa señalaba que los candidatos a la presidencia de los Estados Unidos para el año 2000 parecían estar compitiendo más por el Ministerio de Educación que por la primera magistratura del país*6.
1.Seis cambios fundamentales que debemos lograr en Venezuela:
a) Tomar parte activa en la educación de nuestros hijos
Los padres venezolanos tenemos que involucrarnos mucho más a fondo en la educación de nuestros hijos. La participación que tenemos hoy es muy pobre y limitada. En algunos casos se produce un tipo de participación de los padres y representantes en las actividades de la escuela, pero muy centrada en tareas de apoyo logístico o financiero; por ejemplo, para la construcción y mantenimiento de las edificaciones escolares o, para la realización de actividades especiales. Rifas, ferias, verbenas y operativos de limpieza, son el tipo de actividades en que solemos participar los padres y representantes y generalmente, ese es también el tipo de contribución que la escuela demanda de nosotros.
Nuestra participación- como padres y representantes- debe extenderse a los aspectos pedagógicos de la escuela. Debemos estar informados sobre los contenidos, programas y prácticas de enseñanza; conocer las metodologías que utilizan los maestros y profesores, involucrarnos en la organización interna de la escuela. En todos estos campos tenemos que hacer de la escuela algo muy cercano y nuestro.
Debemos lograr también que el sistema educativo estimule la participación de los padres en la gestión educativa. Los directivos de la escuela, así como los maestros en sus aulas de clases, tienen que ser entrenados para estimular e interactuar con la comunidad de padres y representantes, para demandar su apoyo y colaboración. De esta manera las dos conductas, la de los padres por un lado y la de los maestros por el otro, reforzarán mutuamente la calidad de la educación.
En una encuesta de opinión pública sobre educación realizada en 1997*7, ante una pregunta sobre las causas de la inasistencia de los niños a la escuela, los participantes ofrecieron las siguientes respuestas:
Causas de inasistencia | |
Falta de recursos de las familias | 36.95 % |
Falta de interés de los padres | 25.79 % |
Los maestros faltan mucho | 12.31 % |
Otras causas | 24.96 % |
Como se aprecia en las cifras anteriores, la segunda causa de inasistencia de los niños a la escuela mencionada por los encuestados, es la falta de interés de los padres. Es de suponer que si los padres dedicamos poco esfuerzo a lograr que nuestros hijos asistan a la escuela, menos atención aún prestaremos a la calidad de la educación que allí reciben, especialmente si el sistema tampoco nos exige o incentiva a hacerlo. Es ésta la realidad que debemos revertir en el más corto plazo posible.
Comunidades organizadas alrededor de la escuela y padres más involucrados en la educación de sus hijos contribuirán a lograr que también el Estado le otorgue a la educación la prioridad que merece.
b) Primera prioridad para el Estado
El Estado venezolano debe convertir la educación en una absoluta prioridad. Debe dejar de verla como un rubro presupuestario más y colocarla en el centro de su agenda y de la estrategia de desarrollo. Esto significa que el Estado finalmente decida tomar interés por lo que está pasando en nuestras escuelas y aulas de clase; que preste atención también a las transformaciones que vive la educación en el resto del mundo. Esto significa que el Estado asuma, junto al resto de la sociedad, el reto de darle a nuestra educación la mejor calidad que se conoce en el mundo.
Para lograrlo tenemos que hacer mucho más de lo que estamos haciendo en la actualidad. A título de ejemplo, la tabla 35 nos presenta una lista de países de la región, con las reformas que adelantan en educación. Allí podemos fácilmente detectar cuáles son algunas de las áreas donde no estamos actuando y debemos empezar a hacerlo de inmediato.
35. Reformas educativas | |||||||
Venezuela | Brasil* | Chile | El Salvador | México | Argentina | Perú | |
Diálogo social para crear consensos sobre la reforma | * | * | * | * | |||
Proyectos del plantel | * | * | * | * | * | ||
Reforma curricular primaria | * | * | * | * | * | * | * |
Educación a distancia | * | * | | * | * | ||
Innovaciones en financiamiento | * | | * | * | |||
Descentralización | | * | * | * | * | ||
Reforma de la estructura y finalidad de la secundaria | | * | * | * | * | * | * |
Autonomía escolar con fuerte participación comunitaria | | * | | * | |||
Reforma del Ministerio de Educación | | * | * | * | * | ||
Reforma curricular secundaria | | * | * | * | * | * | * |
Reformas a la profesión docente | | * | * | * | * | ||
Pruebas de logros de aprendizaje | | * | * | * | * | * | * |
Concursos de proyectos entre maestros y escuelas | * | * | | | * | ||
Refuerzos focalizados a escuelas de bajo desempeño | | | * | * | |||
Acreditación y/o evaluación de educación superior | | * | * | * | * | ||
Reformas al financiamiento universitario | | * | * |
*En el caso de Brasil, varias de las reformas señaladas corresponden a grupos de estados, y no necesariamente al Gobierno Federal.
Fuente tabla 35: Anexo de Juan Carlos Navarro, “Educación en Venezuela: La falta de preocupación por quedarnos atrás” (www.paravenezuela.org).
c) Distribución eficiente de recursos
En razón del empobrecimiento que hemos vivido los venezolanos en las últimas décadas, el monto de recursos invertidos por estudiante en todos los niveles del sistema ha caído considerablemente, a pesar de que el País continúa asignando un alto porcentaje de su producto a la educación*8.
Sin embargo, lo que resulta particularmente preocupante es que los niveles más severamente afectados por la reducción del gasto público han sido los de educación básica y media. Por un lado hay menos recursos disponibles y por el otro, el Estado asigna el grueso del presupuesto a la educación superior. En esta materia caminanos en dirección opuesta a lo que es una tendencia creciente en el mundo, especialmente en aquellos países en desarrollo que están logrando crecer de manera sostenida, tal es el caso de Chile y Corea. En estos dos países el Estado invierte en educación primaria entre dos y tres veces lo que dedican a la educación superior, (gráficos 36,37,38 y 39).
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Conviene aclarar que estamos hablando aquí de asignación de recursos públicos, es decir, de recursos que administra el Estado. Si incluimos el aporte privado (el de las familias y empresas) veremos que la inversión total en educación en países como Corea y Chile ha venido aumentando de manera continua por muchos años, incluida la educación superior. Es decir, lo que ha venido ocurriendo en esos países, como en otras partes del mundo, es que la educación superior se financia cada vez más privadamente, liberando recursos públicos que el Estado invierte entonces en la educación básica y media, y en subsidiar solamente a aquellos estudiantes de educación superior que no pueden financiar sus estudios o no tienen manera de acceder a créditos educativos.
La razón por la cual la mayoría de los países en el mundo ponen énfasis en la educación básica y secundaria, cuando se trata de distribuir los recursos públicos en educación, es muy simple: la educación básica y secundaria es la que, comparada con sus costos, produce los mayores beneficios sociales. Es la que tiene el mayor impacto en la calidad de vida, en la salud de la población, en la capacitación para el trabajo y en la distribución del ingreso*10. La educación primaria es el primer instrumento para convertir a todo ser humano en un ciudadano útil para sí mismo y para la sociedad. En el caso de la educación secundaria, diversos estudios han encontrado, además, que ésta juega un papel fundamental en la capacitación de los trabajadores para absorber tecnologías más sofisticadas de producción, y de esa manera desarrollar su potencial productivo*11.
40. Probabilidad de ser pobre | |||||||||
Nivel de escolaridad | % | ||||||||
Analfabeto o sin nivel | 49.6 | ||||||||
| 25.8 | ||||||||
20.2 | |||||||||
18.5 | |||||||||
11.5 | |||||||||
Diferencias de Género | |||||||||
Mujeres | 33.2 | ||||||||
Hombres | 20.4 | ||||||||
Áreas del trabajador | |||||||||
Rural | 38.9 | ||||||||
Urbano | 21.7 | ||||||||
Sector del trabajador | |||||||||
Informal | 37.8 |
El acceso a la educación se encuentra estrechamente vinculado a la distribución del ingreso y la pobreza. Mientras más educación tenga un individuo, menores serán sus riesgos de ser pobre. Así lo vemos en un estudio sobre la pobreza en Venezuela, realizado recientemente por la Universidad Católica Andrés Bello. (tabla 40)
Como se puede apreciar en el cuadro anterior, la probabilidad de ser pobre en Venezuela baja de casi 50 a 25 por ciento cuando la persona cuenta con educación básica; es decir, la probabilidad de ser pobre se reduce a la mitad. Y aún más, la probabilidad se reduce a 18.5 por ciento si se completa la educación secundaria.
Uno de los resultados de una asignación más balanceada de recursos entre los diferentes niveles del sistema es que tendremos oportunidad de incorporar al sistema educativo a 1.5 millones de niños y jóvenes que se encuentran fuera de la escuela básica y secundaria*12. De acuerdo con lo que explicamos anteriormente, esa población está siendo condenada a la pobreza.
Particularmente importante en el caso de Venezuela, es el esfuerzo que tenemos que hacer para aumentar el porcentaje de jóvenes que recibe educación secundaria.
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Hoy, ese porcentaje es apenas 40 por ciento. En otras palabras, más de la mitad de los jóvenes venezolanos que deberían estar recibiendo educación secundaria no lo están haciendo (gráfico 41). Ese porcentaje es uno de los más bajos de América Latina, la cual a su vez tiene como región, uno de los porcentajes más bajos del mundo.
d) Contar con mecanismos para medir la calidad de la educación
Existen diversos estudios que revelan la importancia de la calidad de la enseñanza para el crecimiento económico. Esos estudios han encontrado que para la formación de la gente, la calidad de la enseñanza es tan importante como el número de años de escolaridad*13. Para conocer la calidad de la enseñanza es imprescindible medirla.
Una práctica que se está expandiendo por todo el mundo consiste en medir la calidad de la educación que se imparte, mediante pruebas comunes que se le hacen periódicamente a los estudiantes de todos los centros de enseñanza y para cada uno de los niveles del sistema. En Latinoamérica, Argentina, Chile, Brasil, México y Colombia, entre otros, las han comenzado a realizar. Las pruebas se efectúan a nivel de estados, provincias, escuelas. De esa manera se detectan la magnitud y el tipo de fallas, así como los centros educativos y las áreas en las que hay problemas. A partir de estas mediciones, es posible conocer mejor las causas de los problemas e introducir correctivos de manera continua.
En Venezuela necesitamos crear urgentemente mecanismos que provean una evaluación integral y continua del sistema educativo, de manera tal que sea posible saber qué es exactamente lo que se está produciendo como servicio educativo; qué es lo que se está obteniendo como contrapartida por los recursos que se invierten en el sector; cuán lejos estamos de los estándares que deberíamos alcanzar y, más importante aún, dónde están las mayores fallas del sistema: en cuáles componentes, materias, escuelas, grados, etc. Esta evaluación continua del sistema hace mucho más fácil introducir las mejoras que sean necesarias y además, hacerlo a tiempo.
e) Conectar la educación con el aparato productivo
Uno de los objetivos básicos de la educación es preparar a la gente para el trabajo. Para cumplir ese objetivo se requiere que el sistema educativo cuente con una oferta tan amplia y variada de programas de formación y capacitación como lo es la actividad económica misma. Esto quiere decir, que la gente tenga posibilidades de seguir diferentes caminos de formación, de acuerdo con sus intereses y con las oportunidades que puedan existir en el mercado de trabajo. Como el mercado de trabajo varía de un sitio a otro y cambia también a través del tiempo, se necesita que el sistema educativo sea muy flexible.
¿Cómo se le da flexibilidad al sistema educativo? Al menos hay dos maneras de facilitarlo. La primera es a través de la descentralización. Al descentralizar el sistema, su capacidad de adaptarse a las características y exigencias de la economía local son mayores. Así, por ejemplo, en la Goajira venezolana, en vez de enseñar dibujo técnico en la cátedra de educación para el trabajo, como lo hacen hoy, capacitarían más bien en las áreas de tejido y artesanía, actividades en las cuales la población de la zona tiene una larga tradición.
La otra forma de darle flexibilidad al sistema es facilitando y estimulando la máxima participación del sector privado para que ofrezca distintos tipos de servicios educativos. Por su naturaleza, el sector privado tenderá a ofrecer más formación y capacitación en aquellas actividades para las cuales existe mayor demanda de recursos humanos.
f) Elevar el maestro a lo más alto de nuestra estima social
Un maestro puede influir de manera significativa en el futuro de un niño. En 1957, Albert Camus, un distinguido escritor argelino-francés, luego de saberse ganador del premio Nobel de Literatura, escribió la siguiente carta a quien fuera su maestro, muchos años atrás, en los años de su infancia*14:
9 de noviembre de 1957
Querido Sr. Germain: He dejado que la conmoción que Lo abrazo con todo mi corazón. |
Aun cuando se trata de algo verdaderamente excepcional, esta carta sirve para recordarnos lo inmensamente importante que un maestro puede llegar a ser en la vida de un individuo. Un maestro, uno solo, uno solito, puede llegar a hacer una gran diferencia en el futuro de un niño. Ese es el mensaje de la carta.
Una buena parte del futuro de Venezuela está en las manos, en el corazón y en la cabeza de unos ciento cincuenta mil maestros. ¿Qué sabemos de esos maestros? Sabemos que…
•La estima social por su profesión es muy baja, para nada comparable a la que la sociedad tiene por el ingeniero, el médico, el abogado, el economista.
•En muchos casos, el maestro opta por ese oficio porque no puede acceder a otras carreras, posiblemente las mismas que la sociedad valora más.
•En la universidad, la carrera se dicta como una ciencia teórica, cuando en realidad es una ciencia práctica.
•En muchos casos, el estudiante para maestro dicta clases en la escuela cuando ya va a graduarse porque antes no lo obligan, ni tampoco él quiere ir porque no quiere ser docente.
•Muchas veces, cuando se gradúa va con apatía a dictar clases en la escuela porque ganará muy poco (menos que otros empleados del Estado) y nadie apreciará lo que hace.
•Para complementar su modesto salario dicta clases en dos escuelas o vende tortas y productos de belleza.
•Quien lo supervisa conoce poco su trabajo y por eso el maestro tampoco lo respeta.
•Cuando falla, no hay manera de sacarlo del sistema. Un director de escuela puede pasar años enviando al Ministerio de Educación un reporte de inasistencias de un maestro, y no pasa nada.
•Cuando el maestro decide estudiar es para dejar la escuela, de manera que el estudio y la capacitación están asociados a muchas faltas y poca dedicación a la escuela.
•Los programas de capacitación que les ofrecen están desvinculados de sus necesidades y además se dictan fuera de la escuela, por lo cual prácticamente obligan a su abandono.
•Finalmente, sabemos también que el maestro enfrenta la competencia de un medio ambiente en el que los anti-valores están continuamente arremetiendo con mucha fuerza.
Bajo estas condiciones no podemos sino retroceder; no hay futuro ni mañana posible. Por ello, nos corresponde como sociedad voltear la mirada hacia el maestro como punto de partida para reestructurar la educación en Venezuela. Voltearnos hacia el maestro significa ir más allá de los episódicos aumentos de salarios que periódicamente se producen, luego de las habituales escaramuzas entre gobiernos y sindicatos.
Se trata de afectar todos los espacios de su actuación: su vocación, su formación, su desempeño dentro y fuera del aula de clase, su remuneración, sus incentivos. En otras palabras, se trata de convertir hoy al maestro en un centro muy destacado de la atención del País*15.
En conclusión:
La sociedad venezolana debe movilizarse vigorosamente para mejorar sustancialmente el sistema educativo en los próximos años. Algunas de las iniciativas más urgentes de ejecutar incluyen.
•La revisión y reforma integral de las condiciones de formación, trabajo, desempeño, remuneración e incentivos para el maestro.
•La puesta en funcionamiento de un sistema de evaluación M logro educativo, a través de exámenes estandarizados en forma regular.
•La gradual abolición del doble turno en las escuelas, para extender las horas de actividades escolares. Ello planteará la necesidad de reformular otros muchos aspectos del sistema educativo, empezando por la dedicación y asignación de trabajo a los maestros, hasta el curriculum.
•La atención inmediata a la escuela secundaria, para compensar el abandono de que ha sido objeto y facilitar la atención a la problemática del joven y adolescente venezolano.
•El impulso, de una vez por todas, de la descentralización, por la vía de estimular la transferencia de buena parte de la administración escolar a estados, municipios y comunidades.
II. El Trabajo
El otro gran espacio para la acumulación de capital humano, para la formación de la gente, es el trabajo. Allí se continúa formando y enriqueciendo la gente luego que egresa del sistema educativo. Hoy se sabe que la diferencia entre los niveles de progreso de un país y otro pueden ser considerablemente influenciados por lo que la gente aprende en el trabajo.
Por esa razón, si el tipo de industria y actividad económica de un país se sofistica progresivamente, así mismo se irán sofisticando los trabajadores que en ellas operan. Así lo han hecho algunas naciones del sudeste asiático, las cuales han desarrollado gradualmente industrias de exportación cada vez de más alta tecnología y con ello, de manera paralela, se ha desarrollado también su gente. Para recorrer este camino es fundamental la apertura al exterior. Cuando la economía se mantiene cerrada, con empresas que sólo producen para el mercado interno, la innovación es menor e igualmente son más reducidas las oportunidades de desarrollo de la fuerza de trabajo.
También por esta razón la falta de empleo no es sólo una pérdida de ingreso para quien lo sufre, sino además una pérdida para la sociedad, por cuanto la formación de sus recursos humanos se detiene o deteriora. Cuando hay desempleo se pierde por partida doble: se deja de generar riqueza material y también se deja de formar capital humano.
III. ¿Cómo se mejora y mantiene la salud de la gente?*16
En cuestiones de salud, predominan entre nosotros dos ideas profundamente equivocadas que debemos superar. La primera es creer que la calidad de la salud depende principalmente de una buena red de infraestructura y servicios médicos. Con frecuencia asociamos una buena política de salud con la existencia de hospitales grandes y bien dotados.
En realidad, la salud de una población depende de otros factores muy importantes, además de la cantidad y calidad de los servicios médicos y hospitalarios. La calidad de la vivienda, el índice de analfabetismo, la disponibilidad de agua potable, las condiciones del medio ambiente, los hábitos de consumo, el estado de las carreteras y la tasa de criminalidad son, por ejemplo, algunos de los factores que afectan de manera muy importante la salud de toda la población y que no forman parte de los servicios médicos. Desafortunadamente, estos otros temas y sectores tan relevantes para la salud ocupan hoy lugares muy secundarios en la agenda pública; no se les debate ni son percibidos como prioritarios. De esta manera, la acción pública en materia de salud se hace predominantemente curativa; se actúa para curar enfermedades en vez de prevenirlas, lo cual resulta mucho más costoso y menos eficaz socialmente.
La segunda idea que nos domina es la de que la salud de los individuos es una gracia divina y que depende, por tanto, de la buena suerte el contar con ella. La salud es entendida como un asunto del destino, sobre la que tenemos poco control como individuos.
42. Principales causas de muerte para las personas entre 15 y 24 años de edad | |
Muerte por accidentes generales | 1084 |
Accidentes de vehículos | 1656 |
Suicidios y homicidios | 1567 |
Sub-total muertes por accidentes | 4307 |
Muertes por enfermedades del corazón | 164 |
Cáncer | 274 |
Otras enfermedades | 1224 |
Sub-total muertes por enfermedades | 1662 |
Porcentajes por accidentes, homicidios y suicidios | 72% |
Como en muchas otras áreas de nuestra vida cotidiana, aquí también renunciamos a nuestra propia responsabilidad en el estado de nuestra salud.
Por ello, un elemento central de una política exitosa de salud consiste en fomentar una mayor responsabilidad individual en la generación de ésta. Al menos tres tipos de acciones pueden adelantar los individuos para mejorar la calidad de su salud:
•Mayor uso de tratamientos preventivos.
•Mejorar los hábitos personales en relación a la nutrición*17, la actividad física y el consumo de sustancias nocivas (alcohol, cigarrillos, etc.).
•Mayor procesamiento de información para, por ejemplo, adaptar su comportamiento de acuerdo con la historia de enfermedades familiares o el medio ambiente donde se desenvuelve.
Por supuesto, lo anterior no significa que la calidad de la infraestructura y de los servicios médicos no sea en sí misma importante para la salud de la población. En este sentido, no podemos ignorar que, por ejemplo, los principales avances de la humanidad en el siglo pasado, en materia de salud, se produjeron como resultado de nuevos descubrimientos de medicinas y tratamientos para prevenir y controlar enfermedades contagiosas*18. La idea que queremos dejar clara es que el mejoramiento de la salud de una población no depende simplemente de la cantidad de hospitales, medicinas y médicos disponibles.
Para avanzar en materia de salud se requieren acciones en algunas áreas críticas, como las siguientes:
•Implantar progresivamente un seguro médico universal mandatorio: se trata de implementar un seguro médico que cubra a toda la población y que establezca la cobertura de un paquete mínimo de servicios*19. El esquema debe ser universal para integrar a los más pobres y no tan privilegiados de la sociedad con los que pertenecen al sector formal y moderno de la economía*20. La inclusión de un esquema de seguro universal permitirá progresivamente eliminar el subsidio directo a las unidades (hospitales) públicas y creará incentivos para que éstas asignen sus recursos de una manera más eficiente. En este nuevo esquema, los hospitales recibirían sus recursos por el pago que realicen los seguros con base en los pacientes atendidos.
• Acelerar la descentralización de los servicios médicos: la mayoría de los servicios médicos deberían ser producidos localmente. En salud existen muy pocos servicios cuyos costos y beneficios sociales justifiquen su producción de manera centralizada. La descentralización de las unidades públicas debe llegar a los niveles más cercanos posibles a la comunidad. El poder central y el estatal, por su parte, deben fortalecer su papel regulatorio y disminuir su participación en la producción directa de bienes y servicios de salud.
•Fortalecimiento de la producción de servicios preventivos: los recursos públicos regionales usados en la producción de servicios médicos curativos deberían ser mayormente reorientados a la producción de servicios ambulatorios con altos impactos positivos y para el cuidado médico de los grupos más vulnerables de la población, por ejemplo, niños y madres en edad fértil*21. Ello incluye principalmente el fortalecimiento de programas de vacunación, prevención de enfermedades infecciosas, servicios de atención al parto, control pre-natal y post-natal, cuidado del niño sano, control de diarrea y enfermedades respiratorias, y servicios de planificación familiar.
•Integración de los servicios médicos y sociales: muchos de los servicios médicos suministrados hoy en día los reciben pacientes que necesitan otros cuidados adicionales. Por ejemplo, la población mayor de 60 años, que en Venezuela ha experimentado un crecimiento notable durante las últimas tres décadas, usualmente requiere de atención especial que no se limita a los servicios médicos u hospitalarios*22. Esta atención debería estar integrada a lós servicios médicos regulares, de manera de optimizar su efectividad.
•Privilegiar los servicios ambulatorios: deben privilegiarse los servicios ambulatorios por encima de la atención hospitalaria. Igualmente, se deben integrar los servicios ambulatorios y hospitalarios, para lograr un uso más eficiente de los recursos asignados al sector salud.
*1 los economistas comenzaron a incluir el recurso humano como variable en los modelos de crecimiento económico a partir de la década de los setenta, cuando la atención de los macroeconomistas se volcó hacia los temas del crecimiento económico.
*2 Para una lectura más amplia sobre el tema de la educación hoy en Venezuela, leer anexo de Juan Carlos Navarro, «Educación en Venezuela: la falta de preocupación por quedarnos atrás» (www.paravenezuela.org).
*3 La productividad de los trabajadores depende tambien de otros factores, tales como la cantidad y calidad de maquinarias y equipos de que dispongan, o la organización del trabajo.
*4 Por población en edad escolar se entiende la población que está entre los 7 y los 22 años de edad.
*5 En Chile, las semanas de escolaridad han sido aumentadas de 37 a 40 al año, y las horas semanales de clase pasaron de 30 a 38. la suma de ambas medidas es lo que arroja un aumento en el tiempo de instrucción anual de un 25 por ciento.
*6 Encuestas de opinión realizadas entre los votantes norteamericanos indican que para el 36 por ciento de éstos, la educación es el tema más importante a tener en cuenta para su escogencia electoral en el año 2000.
*7 Encuesta ordenada en 1997 por el Foro Educativo Venezuela: muestra de 1.500 personas representativas de todas las edades y estratos socio-económicos de las ocho ciudades más grandes del País.
*8 Así por ejemplo, en 1997 el Estado destinó un 5.2 por ciento de[ Producto de la Nación a la educación, lo cual estuvo por encima de Corea (3.7 por ciento), Chile (3.6 por ciento) y de¡ promedio latinoamericano (4.3 por ciento) para ese mismo año. El porcentaje varía año a año, pero oscila entre 3.5 y 5.5 por ciento.
*9 los gráficos que se muestran a continuación se refieren al gasto por estudiante como porcentaje del producto per cápita. Aquí lo que se hace es compararel gasto por estudiante con el producto per cápita. Si, por ejemplo, el producto per cápita del País es 5.700 dólares, entonces, un gasto por estudiante del 5 porciento de ese monto equivale a 285 dólares.
*10 Por esta razón, la tendencia mundial es que la educación básica y secundaria se financie más con recursos públicos, mientras que para la educación superior aumenta el componente de financiamiento privado. Este financiamiento privado puede asumir muchas formas, incluyendo préstamos a los estudiantes de educación superior a ser cancelados cuando éstos empiecen a desarrollar su vida profesional.
*11 Uno de esos trabajos es el del destacado economista Robert Barro: «Human capital and growth in cross-country regressions».
*12 Se trata de 829 mil niños fuera de la educación primaria y 496 mil jóvenes fuera de la educación secundaria. Banco Mundial, World Development Indicators, 2000.
*13 Estos estudios incluyen modelos en los cuales se evalúa el impacto de diversas variables en el crecimiento económico. La variable «calidad de la enseñanza» ha probado ser significativa. Robert Lucas (1993) y Robert Barro (1998) demuestran estos efectos.
*14 Cartas contenidas en «The First Man», Vintage Books, 1995. Traducción y resaltado nuestro.
*15 El ejemplo de Corea es particularmente relevante en este caso, por cuanto Corea, siendo un pais en desarrollo, otorga compensaciones salariales a sus profesores de educación media que superan a las del mundo desarrollado. Fuente: OCDE.
*16 Para una lectura más profunda sobre el tema de la salud en Venezuela, ver anexo de Antonio Trujillo, «El sector salud en Venezuela» (www.paravenezuela.org).
*17 Los programas de educacion para cambiar los hábitos personales de higiene y de estilo de vida, que tienen importantes consecuencias en la salud, pueden empezar a impartirse desde las escuelas. Educación para la salud en los primeros años escolares puede ayudar a los individuos a formar hábitos muy beneficiosos para su salud por el resto de su vida. Por ejemplo, Bolivia ha implementado un exitoso programa de educación para la salud a nivel escolar a través de clases por radio.
*18 En un reciente artículo sobre los avances de la humanidad desde 1800 en materia de expectativa de vida y condiciones de salud de la población, Easterlin (2000), argumenta que los mayores avances en el siglo pasado en materia de salud de la población de los países hoy desarrollados se debió al descubrimiento de técnicas para controlar y prevenir enfermedades contagiosas. Así menciona que la vacuna para controlar la difteria, la masificación del conocimiento para mejorar la higiene personal, la técnica para el control del mosquito que causa malaria y fiebre amarilla, y la supervisión de la cornida y agua para el control del cólera, son las principales razones para explicar el rápido crecimiento experimentado en la esperanza de vida de la población durante los últimos 200 años.
*19 Este esquema de seguro universal con competencia regulada debe ser diferenciado de un sistema de seguro privado donde el pago depende de la salud del individuo. Este esquema de seguridad social integral es el modelo utilizado en países como Alemania y Holanda. En general, éstos piensan buscar una mayor participación del consumidor en la escogencia del proveedor de servicios médicos, al mismo tiempo que generan una competencia regulada entre los proveedores, para que éstos mejoren la calidad y el acceso a los servicios suministrados. De acuerdo a un reporte del Banco Mundial, aun en países con una tradición de un sector salud más público como en el Reino Unido, también están experimentando con este tipo de políticas en busca de una competencia regulada que cree incentivos para mejorar la provisión de servicios médicos. Por ejemplo, a mediados de los ochenta, en el Reino Unido se implemento un mecanismo mediante el cual se entrega parte del presupuesto de los hospitales a médicos generales, «gatekeeper” lo que le permitiría a éstos comprar a los mejores proveedores de servicios para sus pacientes.
*20 La implementación de un seguro universal sería la manera de lograr que los recursos públicos utilizados en el sistema llegaran a los más necesitados y por lo tanto que el sistema de subsidio sea progresivo. En Venezuela, el actual seguro social sólo cubre al 48 por ciento de la población y principalmente presta beneficios a aquellos trabajadores y sus familiares que se encuentran en el sector formal de la economía. Los subsidios a este sistema segmentado y muy diversificado son claramente regresivos. Ejemplos de un esquema de subsidio progresivo son el sistema de seguridad social en Corea, donde el 30 por ciento de las contribuciones al seguro social provienen del Gobierno para cubrir el seguro de los hogares con bajos ingresos. En Latinoamérica, Costa Rica posee un esquema de seguro social universal con resultados exitosos en materia de salud. La esperanza de vida para las mujeres en Costa Rica para finales de 1990 fue de 79 años, y la mortalidad infantil en niños menores de 5 años es de 13 por 1 000 niños nacidos vivos (Dow, 1999). En Venezuela, tales cifras son menores: 73 años y 35 por 1.000 nacidos vivos.
*21 El gasto público en hospitales no necesariamente beneficia a la población más pobre del País. Para lograr alcanzar a la población más vulnerable y pobre del País se deben diseñar y mejorar programas que ofrezcan servicios que son mayormente usados por los grupos más vulnerables de la población. En un reciente estudio sobre el sector salud en Paraguay en 4 de sus principales estados, se encontró que un 47 por ciento de las personas pertenecientes al quintil más rico recibió en establecimientos públicos servicios médicos generales gratis, mientras que sólo un 19 por ciento de las personas pertenecientes al quintil más pobre recibió servicios médicos gratuitos en estos establecimientos. Más aún, sólo uno de cada tres individuos mayores de cinco años pertenecientes al quintil más pobre de la población usaron los establecimientos públicos para el tratamiento de enfermedades. Finalmente, 25 por ciento de los individuos en el quintil más rico de la población usaron establecimientos públicos para servicios de atención al parto.
*22 Debido a la rápida difusión del conocimiento médico para el tratamiento y prevención de enfermedades y la disminución de la tasa de fertilidad, la proporcion de personas mayores de 60 años en países en desarrollo está creciendo a tasas más rápidas que las experimentadas por países desarrollados. Un reporte del Banco Mundial indica que en Bélgica tomó 100 años para que el porcentaje de personas mayores de 60 años se duplicara de 9 por ciento a 18 por ciento. En Venezuela, ese proceso se estima que tomará 22 años. El resultado de esta rápida evolución es que los países en desarrollo tendrán que enfrentar problemas relacionados con su población en mayoría de edad con una perspectiva de ingresos percápita menor a la de los países desarrollados.
Fuente: Un sueño para Venezuela ¿Cómo hacerlo realidad? , Capítulo IV, La gente, la gente, ante todo la gente. Gerver Torres. 2000. (%=Link(«http://www.paravenezuela.org»,»www.paravenezuela.org»)%)