La farsa de la amnistía de Chávez
Una de las razones de las derrotas que recibió el presidente Hugo Chávez en el mes de diciembre del 2007, fue la de dirigir las acciones de su gobierno solo en beneficio del colectivo chavista y no en el del colectivo general, o sea, solamente hacia los que están con él. Las derrotas tales como la perdida electoral en la reforma y el fracaso en la entrega de rehenes de Colombia en la operación Emmanuel, lo obligaron a buscar una formula para cambiar la mala imagen que tenía, así, antes de terminar el año, tuvo que hacer a vuelo de pájaro un decreto de Ley de Amnistía que firmó el día 31 de diciembre de 2007. La amnistía como todos sabemos no es un perdón personal o indulto sino que es una causa de extinción de la responsabilidad penal.
Se puede decir que la amnistía se diferencia del indulto en que en la amnistía se extingue la responsabilidad penal actuando sobre la pena derivada de un delito (la persona sigue siendo culpable, pero se le ha perdonado el cumplimiento de la pena), la amnistía actúa sobre el delito mismo, por ello, la amnistía suele tener efectos retroactivos y, entre otros, extingue toda responsabilidad penal o civil y anula los antecedentes penales. Por el mismo motivo, es general, dado que actúa sobre todos los que cometieron ese delito, y no sobre individuos concretos, pero la amnistía suele suponer un nuevo juicio de valor sobre la conveniencia de prohibir o sancionar una conducta. Por esa razón, las leyes o actos de amnistía son más frecuentes en momentos de cambios sociales o de regímenes políticos y, en ocasiones, se asocia al perdón de presos políticos.
Ese decreto señala que aquellos implicados en varios de los hechos de abril de 2002 son beneficiarios, siempre y cuando no hayan incurrido en delitos de lesa humanidad y no se encuentren prófugos de la justicia. Como es natural, el decreto no da cuenta de los nombres de las personas beneficiarias con la medida, aunque por los acontecimientos dados tras este anuncio del pasado lunes 31 de diciembre, algunos políticos no salieron es específico algunos que están presos en la sede DISIP. Esto es una demostración de que no beneficio a ningunos de los presos políticos importantes solo aun grupo minoritario, que hoy recibieron la libertad, pero aquellos que están prófugos, clandestinos y asilados no les toco nada en esta Amnistía.
Recordemos algo que este no es el único caso de amnistía en el país, uno de ellos fue en el primer gobierno del Dr. Caldera en donde se ordenó incorporar a la vida legal y política a los participantes de la subversión armada de los años 60, aquellos que estuvieran presos, clandestinos o continuando la lucha guerrillera, fue un propósito constante del gobierno de Caldera bajo el eslogan de «Pacificación con dignidad» como solía recordar Moisés Moleiro, quien junto a Pompeyo Márquez, Américo Martín, Teodoro Petkoff y centenares de otros dirigentes de izquierda, encontraron la oportunidad de luchar por sus ideas e incluso fundar nuevos movimientos partidistas desde la legalidad y las garantías democráticas. De la misma manera se retomo esa misma causa en marzo de 1994, cuando Rafael Caldera, en su condición de Presidente de la República, sobresee las causas a los militares que participaron en los intentos de golpe de Estado de 1992 tanto a los del 4 de febrero y como a los del 27 de Noviembre. En ese momento se habían dictado los primeros 33 autos de detención en los tribunales militares, por el delito de rebelión, aunque los oficiales detenidos eran más de 300, y sin embargo aunque parezca sorprendente el mismo día ya se estaba planteando en la prensa nacional de época “una amplia amnistía a favor de todos los militares” dándosele libertad a todos los militares que hoy han estado en el gobierno chavista como: Hugo Chávez Frías; Francisco Javier Arias Cárdenas; Joel Acosta Chirino; Jesús Aguilarte; Jesús Urdaneta Hernández; Francisco Ameliach; Florencio Porras; José Vielma Mora; Diosdado Cabello; Jesse Chacón; Hernán Grüber Odremán; Jesús Ortiz Contreras, Francisco Visconti; Luís Reyes Reyes entre otros. Algunos de esos mencionados se fueron al exilio en Perú desde donde le dieron la oportunidad, para que retornara de nuevo al país y se integraran a la vida pública por iniciativa del Dr. Caldera.
Decir que esta amnistía es una farsa pues si lo es, ya que no se da el perdón a todos aquellos políticos que están fuera del país, donde vemos que la gran mayoría que a los que son beneficiarios de este decreto de amnistía ya le salían beneficios procesales para este año 2008, por lo que se ve en esto es una demagogia de Chávez bajo la práctica política de ganarse halagos del favor popular al costo de degenerar la democracia para mantenerse en el poder. Esa es la realidad de este decreto de amnistía.
Se que esta amnistía beneficia a algunos políticos que están presos, pero a otros no como lo son: Lázaro Forero, Henry Vivas e Iván Simonovis, quienes no fueron favorecidos por este decreto, lo que da por entendido una discriminación y una desigualdad. La única forma que se crea en una amnistía real, es que el gobierno haya dado la amnistía a todos los políticos que se encuentran exilados y perseguidos como: Enrique Mendoza; Nixon Moreno; Carlos Ortega; Juan Fernández; Carlos Fernández; Patricia Poleo; Carlos Andrés Pérez; Jesús González Cazorla, Roberto Alonso; Orlando Urdaneta; Pedro Carmona Estanga; Néstor González González; Enrique Medina Gómez; Pedro Pereira; José Feliz Ruiz Guzmán; Edgar Morillo; Henry Lugo Peña; Efraín Vásquez Velasco; Alfredo Peña; Manuel Rosendo; Oscar Betancourt Patiño; Gustavo Díaz Vivas; Allan Brewer Carias; Domingo Santana Gómez; José Ramón Salas La Riva; Molina Tamayo; Yucepe Pilliery; Ulises Hernández; Alfredo Salazar Bohórquez; Ricardo Salazar Bohórquez; Wismer Martínez; Pedro Flores; Carlos Blondel Tineo; Delgado Sánchez; Oswaldo Suju Raffo; Alexander Raffo entre otros. Creo que lo único que le queda a Hugo Chávez es que rectifique su decreto para poder haber una reconciliación en este país que tanto la merecemos…